Mael había levantado a Elijah y lo había colocado en su cama, y mientras lo hacía intentaba ponerse en contacto mental con Sam, pero sin éxito.
Cuando Peter y Anne salieron de la estupefacción que les produjo la súbita desaparición de los chicos, le enviaron un urgente mensaje a Dan, preferían hablar con él antes que con Giulian, con lo que no contaron fue que en el momento que él mensaje llegó a Averdeen, ellos estaban juntos. De modo que ahora tenían frente a sí a un furioso Giulian.
Peter intentó explicar de la mejor manera posible lo sucedido que en realidad no había sido mucho. El extraño ruido, la vibración y luego la desaparición, y eso planteaba más preguntas que respuestas.
Giulian se paseaba de un lado a otro del salón maldiciéndose en todos los tonos. Él había querido acompañarla y ahora ella había desaparecido, y lo había hecho con el imbécil de Kenny McKenzie.
Dan un poco más ecuánime, había intentado ponerse en contacto con su hija y con Kenny, pero como no lo consiguió llamó a su hijo.
Sin embargo, Dan prefirió esperar a que llegase, cosa que sucedió casi inmediatamente y venía en compañía de una preocupada Diandra que se tranquilizó un tanto al ver a sus tíos bien.
Aunque ya Dan había pensado en ello, se había estado negando a aceptarlo por lo que sabían de aquel sujeto, pero sería necio seguirlo haciendo. Dadas las circunstancias, dieron aviso a los demás que se presentaron en forma inmediata y casi al mismo tiempo salvo por Mael, Iván y Garlan que llegaron de primeros.
Aderyn cuyo cerebro había estado trabajando a todo vapor, también había encontrado extraño que se llevase a Kenny sabiendo como sabían, que Mikael se la tenía jurada era a Sam. De modo que después de analizarlo, llegó a la conclusión que le pareció más obvia.
Aderyn había esperado neciamente que su esposo se olvidase del asunto, porque ella había notado que cada vez que se mencionaba a Kenny, Giulian parecía a punto de sufrir un colapso.
Pero eso fue un gran error, porque al instante siguiente escucharon el inconfundible sonido de cristales rotos. Aderyn cerró los ojos con resignación, Diandra se sintió apenada y todos miraban a Giulian que tenía la peor de las caras y en su furia había apretado con tanta fuerza el vaso que tenía en las manos, que este se había hecho añicos y un hilo de sangre se deslizaba por su mano. Amy que había estado sentada llorando, se puso de pie y fue a curarle la herida, pero Giulian estaba más allá de la ira y la apartó con muy poca delicadeza, lo que ocasionó el disgusto de Dan.
Lo cierto era que Iván y Eowaz consideraban un mal menor que Giulian se refugiase en los mencionados celos, porque sabían que lo otro iba a destruirlo y lo necesitaban en sus cinco sentidos.
Mientras todo esto tenía lugar, dos individuos habían abandonado el salón y examinaban el lugar de la desaparición.
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Editado: 29.01.2023