Arzhvael (libro 7. La Argolla Mágica)

Cap. 35 Salida

 

Después de un tormentoso desayuno los chicos se prepararon para salir, Elijah miró a Brendan y él entendiendo el mensaje ayudó a Elijah a reunir a sus hermanas y a las otras más pequeñas.

  • Ahora escuchen, Develieng Folk no es muy grande, pero igual podrían extraviarse, así que permanecerán al lado nuestro ¿de acuerdo?

Sin embargo, no les dio oportunidad para responder, sino que tomó las manos de Gemdariel y de Arianell, Brendan sujetó a Galadriel y Gamariel, Dreo a su vez tomó las manos de Lyseryd y de Gaellig, pero cuando Darien se acercó a Atenea, ésta lo miró como si tuviese tres cabezas.

  • No te me acerques Cornwall, yo tengo un hermano  --  le dijo aferrándose al brazo de Ares

No obstante, esto no le sirvió de mucho, porque el gemelo iba a su lado hablando hasta por los codos.

Los alumnos tenían dos modos de ir al pueblo, podían hacerlo andando, o podían tomar un Bil, pero siendo aquel el primer paseo de las niñas, quisieron hacerlo caminando, de modo que el grupo marchó por el sendero empedrado que conducía al pueblo.

Como les había dicho Elijah, el pueblo no era muy grande y sus habitantes vivían de la actividad comercial que generaban los alumnos del colegio. Había un gran almacén de ropa, tres restaurantes, una pastelería enorme en la que podían escoger sentarse dentro o en las mesas que estaban al aire libre. Había también una librería, una droguería y una tienda que vendía artículos diversos donde podían encontrar desde un lápiz hasta un sillón. El pueblo contaba con una tienda algo especial que en el anuncio ponía:

Si necesitas un Nisser, estás en el lugar correcto

  • ¿Qué significa eso?  --  preguntó Nathaniel  --  Los nisser no se venden  --  dijo con indignación
  • Claro que no, Nat  --  le dijo Elijah  --  es algo así como una tienda de servicios, es decir, si necesitas realizar cualquier tarea que ordinariamente realizaría un nisser, vas allí y contratas sus servicios
  • Pero eso es absurdo
  • Tal vez, pero hay muchos nisser libres y así se ganan la vida  --  le dijo Brendan
  • Pero me parece una manera algo insegura de ganarse la vida, porque no deben tener mucha demanda y puede pasar mucho tiempo sin que nadie los necesite  --  dijo Iker
  • No son tontos  --  intervino Dreo  --  para poder disponer de sus servicios tienes que afiliarte y pagar una cuota mensual, así no tienen que preocuparse de si los necesitas o no, porque igual están cobrando

Por último, en el pueblo había un museo de arte donde podían admirarse artesanías, pinturas y piezas de joyería que databan de las épocas más antiguas de su raza.

Como acababan de desayunar, las niñas se empeñaron en ir primero al almacén, algo que fastidió mucho a Dreo, porque en su opinión no necesitaban nada de allí. Sin embargo, Gamariel, Meilyr y Sasha salieron cargadas de paquetes que luego tuvieron que cargar ellos. Después de allí fueron al almacén general donde adquirieron otra cantidad de cosas igualmente inútiles, pero aquellas criaturas habían crecido al lado de Giulian y tres eran sus hijas, de modo que habría sido mucho esperar que se comportasen de otra forma.

  • Si se quedan si un Avel, después no vengan a pedirnos a nosotros  --  les advirtió Derian

Amenaza muy necia de su parte, porque sabían que las niñas podían tirar el dinero y quedarse sin nada, algo que además lucía bastante improbable, porque aparte de lo que Giulian había estipulado para sus gastos, Garlan, Iván, Alaric y Dan habían colocado groseras cantidades a su disposición, pero suponiendo que aun así se quedasen sin fondos, Giulian se apresuraría ordenar que les transfiriesen más, y los gemelos lo sabían bien porque ya a ellos les había sucedido el año anterior, y tanto su padre, su abuelo y sus respectivos padrinos, respondieron a la mayor brevedad a su pedido de auxilio y, de hecho, Gail y Mael habían superado a Giulian en aquel aspecto, porque ordenaron al banco que bajo ninguna circunstancia las tarjetas de gastos de los niños debían quedar bloqueadas a menos que se tratase de alguna cantidad exorbitante. Esto no lo sabían los gemelos, así como tampoco supieron nunca el enorme lío que se ganaron Mael y Gail con Samantha por aquello. No obstante, y aunque Sam les dijo que revocasen aquella orden, fue Mael como de costumbre quien la convenció de que no había necesidad de hacerlo, porque él estaba seguro que los niños serían responsables y no sabían de aquella disposición, pero a pesar de que finalmente la había convencido, ella seguía pensando que Mael era muy iluso, porque ningún hijo de Giulian Cornwall podía ser responsable en aquel sentido.

Samantha estaba acertada sin duda, pero Elijah que sí lo era, cuando vio que las niñas se estaban extralimitando las detuvo y dejaron de comprar cosas que no necesitaban. Aún así, Dreo que no tenía intenciones de pasarse el día cargando paquetes, se encaminó hacia la tienda de los nisser.

  • Oye  --  lo detuvo Elijah al ver que se alejaba del grupo
  • ¿Qué? Ahora es cuando es útil la bendita tienda esa
  • Pero no tenemos afiliación --  dijo Kevin
  • Pues resolveremos eso de una vez, porque si nos esperan nueve años de esto  --  dijo levantando los paquetes  --  es seguro que no seré yo quien los cargue




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