Después de un tormentoso desayuno los chicos se prepararon para salir, Elijah miró a Brendan y él entendiendo el mensaje ayudó a Elijah a reunir a sus hermanas y a las otras más pequeñas.
Sin embargo, no les dio oportunidad para responder, sino que tomó las manos de Gemdariel y de Arianell, Brendan sujetó a Galadriel y Gamariel, Dreo a su vez tomó las manos de Lyseryd y de Gaellig, pero cuando Darien se acercó a Atenea, ésta lo miró como si tuviese tres cabezas.
No obstante, esto no le sirvió de mucho, porque el gemelo iba a su lado hablando hasta por los codos.
Los alumnos tenían dos modos de ir al pueblo, podían hacerlo andando, o podían tomar un Bil, pero siendo aquel el primer paseo de las niñas, quisieron hacerlo caminando, de modo que el grupo marchó por el sendero empedrado que conducía al pueblo.
Como les había dicho Elijah, el pueblo no era muy grande y sus habitantes vivían de la actividad comercial que generaban los alumnos del colegio. Había un gran almacén de ropa, tres restaurantes, una pastelería enorme en la que podían escoger sentarse dentro o en las mesas que estaban al aire libre. Había también una librería, una droguería y una tienda que vendía artículos diversos donde podían encontrar desde un lápiz hasta un sillón. El pueblo contaba con una tienda algo especial que en el anuncio ponía:
Si necesitas un Nisser, estás en el lugar correcto
Por último, en el pueblo había un museo de arte donde podían admirarse artesanías, pinturas y piezas de joyería que databan de las épocas más antiguas de su raza.
Como acababan de desayunar, las niñas se empeñaron en ir primero al almacén, algo que fastidió mucho a Dreo, porque en su opinión no necesitaban nada de allí. Sin embargo, Gamariel, Meilyr y Sasha salieron cargadas de paquetes que luego tuvieron que cargar ellos. Después de allí fueron al almacén general donde adquirieron otra cantidad de cosas igualmente inútiles, pero aquellas criaturas habían crecido al lado de Giulian y tres eran sus hijas, de modo que habría sido mucho esperar que se comportasen de otra forma.
Amenaza muy necia de su parte, porque sabían que las niñas podían tirar el dinero y quedarse sin nada, algo que además lucía bastante improbable, porque aparte de lo que Giulian había estipulado para sus gastos, Garlan, Iván, Alaric y Dan habían colocado groseras cantidades a su disposición, pero suponiendo que aun así se quedasen sin fondos, Giulian se apresuraría ordenar que les transfiriesen más, y los gemelos lo sabían bien porque ya a ellos les había sucedido el año anterior, y tanto su padre, su abuelo y sus respectivos padrinos, respondieron a la mayor brevedad a su pedido de auxilio y, de hecho, Gail y Mael habían superado a Giulian en aquel aspecto, porque ordenaron al banco que bajo ninguna circunstancia las tarjetas de gastos de los niños debían quedar bloqueadas a menos que se tratase de alguna cantidad exorbitante. Esto no lo sabían los gemelos, así como tampoco supieron nunca el enorme lío que se ganaron Mael y Gail con Samantha por aquello. No obstante, y aunque Sam les dijo que revocasen aquella orden, fue Mael como de costumbre quien la convenció de que no había necesidad de hacerlo, porque él estaba seguro que los niños serían responsables y no sabían de aquella disposición, pero a pesar de que finalmente la había convencido, ella seguía pensando que Mael era muy iluso, porque ningún hijo de Giulian Cornwall podía ser responsable en aquel sentido.
Samantha estaba acertada sin duda, pero Elijah que sí lo era, cuando vio que las niñas se estaban extralimitando las detuvo y dejaron de comprar cosas que no necesitaban. Aún así, Dreo que no tenía intenciones de pasarse el día cargando paquetes, se encaminó hacia la tienda de los nisser.
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Editado: 22.03.2023