Cap. 33 Más complicaciones
Las recuperaciones fueron rápidas y en el caso de Aria y Elijah que eran los que estaban en peores condiciones, con la eficaz intervención de Samantha estuvieron listos para abandonar Arx al día siguiente.
Sam estaba en su habitación terminando de arreglarse cuando Elijah entró a la misma haciendo que ella se volviese con rapidez, aunque quien habló fue Giulian.
- ¿No deberías estar en la cama? -- le preguntó al chico
- Debería, pero necesito hablar con mamá -- y se volvió hacia ella -- ¿Me acompañas?
Samantha dejó el cepillo sobre el mueble y salió tras su hijo. Sin embargo, no se dirigieron a la habitación del niño, sino a la de Mael que se puso de pie al verlos entrar. Con todo lo sucedido a raíz del ataque de los Uzkys, Sam y Mael no habían tenido ocasión de hablar de las horas que padre e hijo habían estado en Varulv, de modo que ella los miró con expectación suponiendo que se trataba de aquello.
- Quería disculparme con ambos -- comenzó Elijah y levantó la mano cuando vio que sus padres iban a decir algo -- No me digan que no tengo nada por lo cual disculparme, porque no es así. Actué de manera inconsciente y egoísta sin detenerme a pensar en nada ni en nadie y sintiéndome estúpidamente miserable cuando no había motivos para ello -- hizo una pequeña pausa y miró a Mael -- Fui especialmente injusto contigo papá, porque fui lo bastante imbécil e infantil como para no darme cuenta que sin importar lo que yo pudiera ser, me amabas lo suficiente como para arriesgar tu vida por salvar la mía -- y sin darle tiempo a decir nada miró a su madre -- Y con respecto a ti, mi culpa es aun mayor, porque estoy seguro que no hay ni habrá una madre más amorosa, comprensiva y paciente que tú, pero te juro que no hay un hijo que ame más a su madre de lo que te amo yo. Sin embargo, como dije mi culpa es mucha, porque primero pensé que tú -- dijo volviendo a mirar a su padre -- habías engañado de alguna manera a mamá, y después llegué a la necia conclusión de que tú, aunque es evidente que lo amas, te habías casado con G solo por… -- calló brevemente incómodo y desvió la mirada -- bueno… pensé que te habías casado con G por alguna clase de error y solo por fastidiar a papá, pero que aún lo querías y por eso te molestaba que él tuviese muchas novias
Sam estaba experimentando una gran variedad de emociones al escuchar a su hijo y entre ellas la que más destacaba era el dolor por la enorme confusión que había estado sintiendo Elijah y el sufrimiento que había estado viviendo en silencio. Mael por su parte estaba más o menos en las mismas condiciones y sintiéndose además terriblemente culpable por permitir que las cosas llegasen hasta donde habían llegado, pero sin importar lo que ellos pudiesen estar pensando o lo que quisiesen decir, suponiendo que quisiesen hacerlo, eso tendría que esperar, porque Elijah seguía hablando.
- Ahora sé lo estúpido que fui, y aunque sé que no lo merezco, ustedes van a perdonarme, pero yo no podré perdonarme a mí mismo, porque les causé angustia y dolor innecesariamente. Sin embargo, les juro que dedicaré mi vida a demostrarles que no se equivocaron al darme una oportunidad y pelear por mi vida, así que haré todo cuanto esté en mis manos por ser merecedor del amor que me profesan y por ganarme el que se sientan orgullosos de llamarme hijo, como yo lo estoy de que ustedes sean mis padres.
A Samantha le habría resultado simplemente imposible decir algo y solo abrazó al niño mientras lloraba sin control. Mael hizo el mayor de los esfuerzos por deshacer el nudo de las lágrimas que atenazaba su garganta y se acercó a ellos.
- No voy a insultar tu inteligencia mintiéndote al decir que no me dolió todo lo que me dijiste, pero sé que lo hiciste porque te encontrabas alterado y confuso, y eso es más responsabilidad mía que tuya, porque sabiendo lo inteligente que eres, debí decirte todo esto mucho antes -- le dijo acariciando su cabeza mientras el chico seguía en brazos de Sam -- Y así como te dije lo anterior, también tengo que decirte que difícilmente haya en el mundo unos padres más orgullosos de lo que estamos la Nena y yo de ti
- No tienes que hacer nada ni demostrar nada, Eli -- le dijo Sam cuando estuvo un poco más calmada -- eres simplemente maravilloso tal y como eres, y como dijo Mael, no podríamos estar más orgullosos de ti ni amarte más de lo que te amamos
El corazón del pequeño Berserker latía a velocidades extremas y sus verdes ojos se llenaron de lágrimas, pero, aun así, y aunque los mayores pensaban que ya no había nada más que decir con respecto a aquello, no era el caso de Elijah que aún tenía una seria duda.
- Sé que hasta ahora no ha sucedido nada que indique que no soy normal si excluimos mi capacidad para aprender en forma veloz, y aunque supongo que me hicieron los estudios necesarios ¿Están seguros que no hay nada mal conmigo? Es decir, ese individuo quería un ejército de asesinos ¿no?
- Tal y como acabas de decir, se te practicaron todas las pruebas que consideramos convenientes y siempre hemos estado muy atentos a tu desarrollo, así que no tienes nada de qué preocuparte, y no, no eres un asesino, hijo -- le aseguró Mael
Finalmente, Elijah sonrió aliviado y abrazó a sus padres, con lo que al menos de momento, aquel triste episodio parecía haber quedado concluido y podrían seguir con sus vidas.
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