Capitulo 10

Eran las 8 de la mañana de un día lluvioso y frío, donde después de entregarle los informes a la policía, me fue directo al velorio de mi primo fallecido, el jefe me dio el día libre por el momento de luto.

En el velorio vinieron la mayoría de mis amigos, también estuvo el jefe Patrick y Albert con su hija Anastasia  que no solo me dio el pésame a mi sino que estuvo toda la noche consolando a Josefine que después de una larga charla se convirtieron grandes amigas.

En la noche del velorio me puse al lado del cuerpo para despedirse del difunto de mi primo pero note algo raro en el, veo que no tenia un lunar en la mano izquierda, porque recuerdo que de chico que tenia un lunar en la mano izquierda y también un corte en el dedo pulgar de la mano derecha que se lo hizo de chico cuando le regalaron el abre carta de oro.

Yo no quise comentar nada de ese tema a los presente, mas si estaba  Josefine que estaba bastante delicada de salud, por suerte esta Anastasia consolándola, o sino seria mucho peor si no estaba ella.

Después de largas horas en el velorio llevan el féretro al cementerio donde el cura da unas palabras al difunto y  comienza a bajar el ataúd hasta taparlo por completo.

Al terminar el sermón, yo le comento a Albert que si puedo acompañarlo hasta su casa que necesita hablar unas cosas con el .

Albert me negó a que vaya a acompañarlo por el motivo de como esta mi prima, pero yo le rogue diciendo que era urgente charlar con el, y lo termine convenciendo a que acepte la charla.

Le pido a Anastasia a que cuidara a mi prima porque tenia que hablar con tu padre, y ella contesto 

- Aceptaría cuidarla pero con la condición a que volviera pronto porque no quiere quedarse sola.

- Te prometo en volver lo mas pronto posible antes de que anochezca.

En la casa de Albert, comencé a charlar sobre lo que había encontrado en la ultima persona asesinada, y le dije.

- El no es mi primo, porque mi primo tiene un lunar en la mano izquierda y cortado el pulgar de la mano derecha, y eso me llamo la atención del fallecido.

Seguro, dijo Albert, - Mira que estuve toda la noche revisando si encontraba algo raro, pero si lo dice, tendremos que desenterrar al muerto y volver hacer una segunda autopsia.

- Pero como lo hacemos , conteste, - A mi me conocen y además tengo que volver a temprano a mi casa por el tema de mi prima y tampoco quiero dejar a tu hija sola.

- Bueno, ve tranquilo, contesto Albert. - Yo por mi edad no lo podre hacer, ya se lo que haré contratare a un personal a que lo haga y hablare con los sepulturero (además de darle algo de plata) a que me desentierren el cuerpo y me lo traigan acá, no sera fácil pero nos sacaremos la duda de quién es el muerto.

- Bueno Albert, conteste, - nos vemos el día de mañana con un nuevo informe y sacarnos las dudas de quien es el fallecido.