Asesino de Fantasía

CHP 4

 

 

Luego de 15 minutos llegamos a la casa, el venía detrás de mí, estábamos a punto de entrar hasta que recordé a mis padres.

—Espera un minuto —Volteo hacia él y choco con su pecho, retrocedo dos pasos nerviosa y el alza una ceja esperando a que hable. —Mis padres están en casa, espera afuera unos minutos ¿sí?

—Claro que no, puedo hacerlos dormir y ya está -Dice furioso y exhalo aire para no gritarle.

—Solo serán unos minutos... —Él no se mueve, se cruza de brazos y me mira enojado —Theo...por favor —Digo ya cansada y el mira a otro lado, Bufa y se va.

Suspiro y entro a la casa, mamá y papá están en el pasillo de la entrada con dos maletas.

—No voy a preguntar qué es lo que tienes encima porque no me importa y me aterra saber la respuesta —Dice mi padre en cuanto me ve y me alegra que no pregunte.

—¿A dónde van con esas maletas? —Pregunto y mi mamá se acerca a mí y me da las llaves con temor de ensuciarse.

—Cariño tu padre y yo nos iremos de vacaciones unos días, vendremos para tu graduación así que no te preocupes

—Nada de fiestas o traer a chicos a la casa —Dice papá, si supiera que hay uno viviendo en nuestro patio no saldría nunca de la casa.

—Tranquilo, tampoco es como que tenga amigos para hacer una fiesta —Bufo y ellos ríen.

—Vamos, cuídate y aséate por favor —Asiento y ellos se van tirándome un beso al aire.

Que extraño, pensé que me recibieran preocupados. ¿Acaso no vieron las noticias? No saben del monstruo…Como sea.

Subo las escaleras para ir a mi habitación y tomar un baño, necesito quitarme esto de encima luego iré por Theo. Entro a mi habitación prendo el foco y lo primero que veo es a Theo saliendo del baño, esta todo mojado y solo lleva una toalla en su cadera, MI toalla.

—¡¿Q-que crees que haces?! —Me sonrojo al ver su torso desnudo, me giro y salgo del cuarto sonrojada, me meto en el otro baño y me quito la sangre del cuerpo.

Estúpido demonio por qué se debe de adueñar de mis cosas, primero mi cama el cree que no lo sé, pero cuando no estoy se echa a dormir en mi cama, luego mi computador y ahora mi toalla.

Tardo más tiempo del que creí en quitarme la sangre, me lavo en el pelo, tomo una toalla limpia y enrollo mi cuerpo. Regreso a la habitación y lo veo acostado en mi cama, tiene los ojos cerrados y aún sigue en toalla.

—Volviste —Abre los ojos, voltea a verme y se queda quieto cuando me ve en toalla, le da un recorrido a mi cuerpo y me pongo nerviosa.

—¿Por qué no te has cambiado? —Ignoro su mirada y él se alza de hombros y se levanta de la cama.

Retrocedo por inercia y él lo nota. Se ríe mientras se acerca a mí y retrocedo aún más.

—¿Estas nerviosa gatita? —Dice con su rostro a escasos centímetros del mío, puedo sentir su respiración junto a la mía, me tenso cuando pasó sus dedos suavemente por mi brazo.

—Ponte ropa maniático —Lo miro a los ojos molesta, él sonríe y se aleja de mí.

—No tengo ropa, la que tenía se destrozó en la batalla

—Te conseguiré ropa, pero primero sal para poder cambiarme —El bufa y lo miro mal.

—¿Por qué? No tienes nada que no haya visto antes —Ríe

—Me da igual, sal de mi maldita habitación —Me sonríe con sorna y sale de la habitación, le pongo seguro por si las moscas, aunque sé que él puede entrar de todas maneras.

Me cambio a la velocidad de la luz y cuando abro la puerta él está esperándome apoyado en la pared.

—Ven —Voy al cuarto de invitados y el me sigue, entro y saco una camisa y un pantalón del armario, busco entre las gavetas y le paso un bóxer.

—¿De quién son? —Pregunta y lo ignoro —Niña te hice una pregunta...

—Eran de mi hermano, ahora cámbiate, voy a preparar algo de comer —Salgo de la habitación antes de que me pregunte algo más...el tema de mi hermano es algo que aún no he superado y me duele hablar de ello.

Bajo a la cocina y busco en la nevera algo de comer, me rindo cuando veo que me mamá dejo una nota en la encimera.

Supuse que estarías cansada para cocinar así que te hice unos panqueques
Con amor, mamá


Sonrió al leer lo último, mi mamá puede estar loca y a veces ser dura conmigo pero me quiere, desde que Jeremy se fue ella no ha sido la misma pero papá la ha ayudado a superar eso.

Siento unos pasos detrás de mí y volteó, se me seca la garganta al ver a Theo en la entrada de la cocina, le queda exquisita esa ropa hasta le queda mejor que a Jeremy.

—Ehhh...¿quieres comer? —Me volteó y tomo los panqueques, pongo dos platos en la mesa y lo miro esperando una respuesta.

—Yo no como comida humana —¿What?

—¿Espera que? ¿Qué comes entonces? -pregunto confundida, él se sienta en la mesa y me sonríe malicioso.
 
—Me alimentó del deseo sexual —Abro la boca en una O perfecta y él se muerde el labio inferior. ¿Pero que carajos?

—Bueno...eh...más para mi supongo —Tomo el plato de él y lo quito, me siento en frente de él y empiezo a comer.

—No entiendo por qué te gusta eso...

—¿Bromeas? —Sonrió —Son una delicia, no sabes de lo que te pierdes —Corto un pedazo y estoy a punto de llevarme lo a la boca cuando él se levanta de su silla y se acerca a mí, toma mi mano y dirige el panqueque a su boca sin dejar de mirarme.

Me sonrojo por su acción y tiemblo cuando chupa mis dedos llenos de miel. No soy capaz de quitar mi mano, estoy petrificada y a la vez excitada.

Me suelta la mano y me mira, se pasa la lengua por el labio y regresa a su silla.

Joder...

 

Un rato después


—¿Niña estas segura de que es por aquí? —Theo está desesperado y yo ya me estoy cansando de escuchar sus quejidos, llevamos horas buscando el lago sin éxito.

—Eso creo, creo que debemos encontrar las cabañas para poder guiarnos —El suspira frustrado y se sube a un árbol para ver mejor.

Por mi parte me quedo abajo buscando, pero me detengo cuando escucho el gruñido de un animal, volteo y veo a un tigre a unos metros de mí.  Intento retroceder, pero el ruje y me paralizó.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.