capítulo 8

Después de haber enterrado, a su familia y conocidos, camino sin rumbo.

Caminado en un bosque, este hombre con la parte de las mejillas cortadas, este se encontraba sin rumbo.

No sabía a donde ir, tampoco que hacer, después de varios días caminar llego a un pueblo, a lo lejos lo veía.

Algunos soldados ocupaban el lugar, este pueblo antes animado, ahora se sentía el olor a la muerte.

En estos momentos se escuchaba el ruido de la lucha, unos morfes luchaban con los soldados, el a ver esto, no lo pensó mucho y corriendo al lugar, fue a asesinar a los soldados.

Todo este tiempo, después que él supo cómo controlar el mana, mientras caminaba estuvo reuniendo mana, esto hizo que su cuerpo se sintiera más fuerte, aunque no podía usar hechizos porque no sabía, pero sentía que podía pelear.

Llegando al lugar al primer soldado que vio, con su mano lo agarro y lo destrozo, siguiendo hacia adelante al siguiente soldado con un cuchillo que le había robado al anterior soldado, lo apuñalo en el cuello.

Sin saber cómo murió, siguió con el siguiente cortándole el cuello, notando esto los soldados, le comenzaron a disparar.

Agarrando a un soldado como escudo, le dispararon, en eso él toma una de las armas y les empieza a disparar, matando a algunos, los otros rápidamente se cubren.

• CUBRANZE, TU LLAMA AL SARGENTO – dijo el soldado desesperado por lo que acaba de pasar
• SI – el soldado a su lado respondió rápidamente, fue corriendo a buscar a su superior

Viendo como morían los soldados, los morfes no desaprovecharon esta oportunidad y corrieron a atacar a los soldados.

En eso un hombre llega caminando tranquilamente, viendo como sus hombres morían, aun viendo eso siguió su camino como si nada lo perturbara, y asesino a los morfes que lo intentaron atacar, viendo que el causante de todo esto era un humano, por un momento se asombró, pero después de todo había humanos que pelearían junto a los morfes.

• Vaya, sí que eres horrible, veo que asesinaste a mis hombre – dijo despectivamente el sargento, odiaba a los morfes, pero odiaba más a los humanos que se unían a estos animales. Viendo que se quedaba callado el hombre dijo  - ¡Que pasa!, no hablas, no sé porque haces esto, pero debes morir

Corriendo hacia él, saco una espada corta que tenía el, apuntando a su cuello, él lo esquivo, rápidamente el apuñalo al hombre, pero este tenía reforzamiento, por lo que un simple cuchillo no le haría nada.

Viendo esto, rápidamente lo saco, intentando ir hacia su cuello, el sargento al ver esto lo esquivo, saltando hacia atrás, rápidamente regreso hacia enfrente con su pequeña espada, una vez más él lo esquivo, esta vez él, le golpeo en sus bajos fuertemente, haciendo que se retuerza de dolor, aprovechando esto, él le corto la garganta.

Sorprendido en sargento, no pensó que moriría así, tratando de concentrar mana en su herida, no le sirvió de mucho ya que en ese momento el hombre tomo una escopeta que los soldados tenia y el apunto, volándole la cabeza de un tiro.

Así el sargento había muerto, al ver esto los soldados restantes no creían lo que veían, aprovechando que los humanos se volvieron a distraer esta vez acabaron con todos los soldados.

Después que eliminaron a los soldados los morfes con cautela se acercaron al humano que los había ayudado.

• ¿Por qué nos ayudaste? – pregunto un morfe con dudas al hombre
• Que, no te gusto la ayuda, tranquilo, soy uno de ustedes – dijo con hombre tranquilo

Viendo al hombre, aún tenía dudas al respecto, pero aun así no dijo nada, estaba agredido por la ayuda.

• gracias, pero aun así no tenías que hacerlo - dijo un enano
• No, no es nada – el hombre dijo desinteresado en lo que sucedía
• Bien, ahora que – dijo el enano a los demás que estaban, aunque habían logrado derrotar a los soldados, estos eran solamente una pequeña tropa que fue desplegada aquí en este pueblo. Solo quedaban unos cuantos habitantes del pueblo, y en su mayoría morfes, algunas otras razas.
• Vayamos a la ciudad del rey – dijo un morfe
• Espera, confiaras en este humano – dijo un morfe molesto, casi todos habían perdido a su familia
• Cállate – dijo otro enano – gracias a él, es que logramos salir vivos, aunque muchos de ustedes perdieron a su familia, no todos los humanos son locos asesinos, recuerden que también habían humanos aquí en el pueblo

Nadie dijo nada, todos se mantuvieron callados, la mayoría no sabía porque los humanos habían venido a su pueblo, pero los que salían del pueblo, sabían que los humanos no solo querían sus tierras, sino algunos extraños recursos que solo habían escuchado, pero que no sabían para que servían.

Cambiando alguien de tema dijo – bien, entonces que haremos

• Podemos ir a la ciudad del rey, el rey dragón es el ser más poderoso del continente – dijo un morfe
• No creo que sea posible, escuche de los soldados que la ciudad del rey cayo, el rey dragón está muerto

Escuchando eso, nadie dijo nada, todos mantuvieron la boca callada, que la ciudad del rey cayera no es la gran cosa, la ciudad ha caído varias veces, pero que el rey dragón este muerto, eso significaba que los humanos eran más poderosos de lo que habían pensado.

• Podemos ir hacia el oeste, a las tierras de los elfos, las ciudades cercanas tal vez no han sido invadidas por los humanos – dijo un morfe preocupado, la noticia de la muerte del rey dragón había conmocionado a la mayoría, muchos aquí estaban preocupados por como recuperarían sus tierras
• que harán en el oeste – dijo otro morfe
• Reunir un ejército – dijo un enano seriamente, en estos momentos lo mejor era unir a todas las razas, y pelear, aun cuando no tuvieran oportunidad
• Un ejército, ¿para qué? Para ser carne de cañón, acabas de decir, que los humanos mataron al rey dragón, y aun así, quieres pelear, no podemos ganar, es nuestro fin – dijo alterado un morfe, no había nada que hacer reuniendo un ejército, ni menos, ir a pelear con los humanos, que habían sido capaces de matar al rey dragón, todos bajaron la cabeza, el morfe tenía razón.
• Entonces que, se quedan aquí, y esperan a que los humanos los vuelvan sus esclavos, en lo mejor de los casos los mataran rápidamente – un hombre con cicatrices dijo, él era quien mato a los soldados – ELLOS MATARON  A SUS ESPOSAS E HIJOS, DEJARAN QUE SE SALGAN CON LA SUYA, NO HARAN NADA, LOS HUMANOS SON LOS RESPONSABLES, ELLOS DEBEN MORIR, SI SOLO SE QUEDAN AQUÍ ELLOS VENDRAN A USTEDES, PERO SI VAN Y PELEAN, AUN SI MUEREN, POR LO MENOS SE MATARAN A ALGUNOS PARA APASIGUAR SU IRA