Samantha termino de leer la carta, se sentía como un conejillo de indias, pero no le importo, supuso que para ella también era un conejillo de indias y quería descubrir todo lo que pudiera de él, Samantha empezó a reunir todas las cartas que había recibido, las puso todas sobre la cama y las analizo, no saco mucho de allí solo era evidente que el, la conocía sabía su nombre así que o la conoce de antes o la investigo, pero si no la conocía de antes ¿para que se pondría a hablar con ella?
Cogió papel y lápiz para empezar a plantear sus preguntas.
Hola, ¿no crees que necesito un nombre para referirme?
Tu sabes el mío, merezco saber el tuyo, es lo justo.
Mis preguntas son las siguientes.
¿Cómo cortaste el dedo?
¿por qué me escribes?
Samantha terminó la carta, sin embargo aún era demasiado temprano y guardó todas las cartas en un rincón de un cajón.
Samantha apagó la luz y volvió a dormir.
Despertó unas horas después, se arregló lo más rápido que pudo para la escuela. Samantha salió de su cuarto y noto la puerta del patio abierta, fue al patio suponiendo que encontraría ahí a su abuelo, este estaba arreglando y plantando algunas flores en el jardín.
-Hola Sam - dijo al percatarse de su presencia.
-Hola abuelo ¿no deberías estar haciendo eso?
-me entretengo.
-Bien iré a comer para irme.
-está bien Sam, oye ¿Cómo dormiste hoy?
-Bien, pero deje la ventana abierta y me despertó el viento.
-Deberías dejarla cerrada la próxima vez.
-wow que sabio eres abuelo - dijo Samantha riendo.
-Muy graciosa.
-Solo es una broma abuelo, que te vaya bien con el jardín.
Samantha se fue a la cocina a prepararse algo de comer, allí con el televisor encendido mientras ya estaba sentada comiendo pasan una nota, en esta se hablaba que se revelaba al publica otra de las letras encontradas en una de las escenas del crimen, esta vez se trataba de una letra escrita sobre la piel de la víctima, era la letra “A”.
Samantha en su cabeza pensó en la otra letra “i” y ahora la “a” suponía que no había ninguna relación, lo más probable es que sean más letras que solo la policía sabe.
Samantha salió de la casa para ir a la escuela. su abuelo en el jardín escuchó la puerta y dejó las herramientas en la tierra y entró a la casa, en su habitación, sacó una carpeta, en esta se encontraban múltiples periódicos viejos sobre “el asesino del eje” en todos se mencionaba este alias, Fabio los esparció en la cama, allí empezó a analizarlos, todos estos nos hablaba de un asesino en serie y su principal sello era dejaba una marca en los cuerpos, dibujaba con un cuchillo una especie de mosaicos, eran como cuadros o líneas, que se verían mejor en una pintura y no en la piel de una inocente.
Fabio miró con atención y dijo en voz alta “vamos, debe haber algo para relacionarte con todo esto”
Fabio prestó atención a uno de los periódicos, fue el último caso que se le atribuyó al asesino del eje, miró detenidamente y empezó a leer un fragmento de este.
“El asesino del eje ataca otra vez, esta vez la víctima fue Ana Campeón una mujer de 22 años que salió tarde de una fiesta, su cuerpo fue encontrado a las afueras de la ciudad con los mosaicos característicos de este, sus ojos se intentaron ser arrancados, los detectives creen que este acto fue interrumpido por alguien ya que no pudo terminar con ello”.
Una sonrisa se hizo presente en la cara de Fabio, en su mente se podía leer “te tengo”, salió con el fragmento de periódico, salió a la calle y empezó a caminar, llegó hasta la plaza y miró en una esquina de estas vio la estación de policía, una muy pequeña y modesta que estaba a reventar por todos los refuerzos y detectives que trabajan en el caso.
Fabio entró por la entrada principal todos se veían tan alterados y estresados, se acercó a uno de los patrulleros y preguntó si podía hablar con el detective encargado de los asesinatos, el patrullero lo vio con una cara de incredulidad.
-¿para que lo necesita? preguntó el patrullero.
-Tengo una información importante para el caso.
-¿enserio? - pregunto incrédulo.
-Si señor, de verdad creo que debería hablar con él.
-Sígame.
El patrullero subió al segundo piso y fue hasta el fondo en donde había una especie de sala de juntas que improvisadamente le servía de oficina al detective.
-Señor un ciudadano tiene información del caso.
-que pase - dijo el detective.
Fabio entró a la sala de juntas, miró alrededor todo lleno de cajas con documentos y la cara del detective solo mostraba cansancio estrés y un poco de ira.
-por favor tome asiento - dijo el detective.
-Gracias.
-Mucho gusto, mi nombre es Hugo Álvarez.
-Mucho gusto, mi nombre es Fabio.
Ambos se dieron la mano.
-Cuénteme qué información tiene para mí.
-No se sí usted haya escuchado del asesino del eje.
-Sí señor, no estuve en el caso, pero tuve un compañero que sí, pero ese asesino ha estado inactivo desde hace 12 años.
-Si lo sé, pero creo que puede estar de vuelta.
-Ninguno de los cuerpos presenta el mosaico.
-Es una teoría.
-¿cuéntamela?
-Mire este es fue el último de sus asesinatos - dice Fabio mientras le da el recorte de periódico - en este último se dice que intentó sacarle los ojos solo que creen que alguien lo interrumpió… Puede que volviera solo con el tema de ese ojo.
-Interesante señor Fabio, mire contactare a mi compañero que investigo el caso para que me hable mas de este ultimo asesinato y ver si lo podemos mirar por ese lado.
-Me da curiosidad ¿fue usted víctima del asesino del eje?
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Editado: 07.05.2023