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Ha pasado un mes desde la última vez que hablamos, se que es estúpido escribir una carta algo que esta en mi cabeza, pero como desde entonces no volviste quiero escribir esto para desahogarme, no tengo con quien hablar de esto, te quiero decir que las cosas con Thiago van bien, creo que somos novios no me lo ha dicho, pero doy por hecho que si, nos besamos, no tomamos de la mano y nos decimos cosas cursis, es todo muy feliz, pero cuando no estoy con él, mi mano empeora mas y mas, hay algo creciendo dentro de mi, creo que fue lo que hablo mi padre, sobre que se pondría peor y así lo a sido, si no fuera por Thiago creo que ya habría enloquecido.

perdí un poco el contacto con Sofia, no me malentiendas, nos saludamos, pero ha faltado a clases y ahora me la paso con mi novio, sin embargo nos saludamos, pero ya las cosas no son iguales entre nosotros, entonces solo tengo a Thiago y a mi mamá, mi abuelo se distanció, no me a vuelto a llamar, aunque llama mucho a mi madre.

tengo miedo de la que por ahora se siente lejos ganas de matar, pero siento que se acerca mas y mas cerca.

Att: Sam.

Samantha leyó la carta, la dobló y la puso en un cajón, la última conversación que tuvo fue con ese gato, pero desde entonces no volvió y ahora sus deseos de sangre iban empeorando y el único que hacía que se fueran era su novio, con quien no podía estar todo el tiempo, tenía miedo de lo que pasara.

Samantha salió de su cuarto, era sábado y su madre estaba en la sala viendo televisión, la miró y le hizo una seña para que se acercara y viera la televisión con ella. Sam se sentó al lado de su madre.

-¿cómo amaneciste? - preguntó su madre.

-Bien.

Samantha cerró los ojos unos segundos y vio a su madre con su cuello cortado, Samantha se paró asustada de inmediato, para luego verla sana y salva.

-¿qué pasa? - preguntó su madre preocupada.

-Ah nada… creo que sigo medio dormida, me iré a tirar agua en la cara.

Samantha fue hasta el baño y tiró agua en la cara.

-Ya Sam cálmate todo está bien - se dijo para sí misma.

Sam cerró los ojos unos segundos y la vio a ella con un cuchillo y su madre en una mesa amarrada.

-no quieres hacerlo, no quieres hacerlo.

Samantha salió del baño asustada por lo que sucedía.

-hija ¿estas bien? - preguntó su madre desde la sala.

-si mama, solo me voy a recostar un rato.

Samantha se acostó en su cama, miró al techo y al verlo po0r su mente pasaron unas imágenes intermitentes las visualizaba en el techo, eran tan rápidas, pero Sam sabía perfectamente que eran, eran cadáveres, Sam estaba enloqueciendo, así que cogió su celular y llamó a Thiago.

-Hola Thiago - dijo Sam al teléfono.

-Hola Sam ¿Cómo estas bebe? - dijo Thiago.

-¿nos podremos ver hoy? En serio necesito verte.

-si, solo espera terminó unos pendientes de casa y arrimo por ti.

-gracias, enserio me salvaste.

Samantha se baño y preparo para la llegada de Thiago, su mano se notaba muy inquieta, pero lo que más le preocupaba es que ahora sentía un escalofrío que recorre su cuerpo al pensar en asesinar, Samantha intentaba no pensar en eso, pero se acordó de esa voz, sabia que solo lo estaba ocultando, pero no quería cometer una cosa así.

Alguien tocó a la puerta, Sam salió de su cuarto, vio a su madre en la puerta atendiendo a Thiago, ella fue rápido hasta la puerta.

-Mama vamos a salir.

-Bien, pero no tarde.

Samantha salió rápido y cogió a su novio de la mano y lo arrastró rumbo a la plaza.

-¿qué sucede? - pregunto Thiago - actúas extraño.

-Es que me siento extraña, es como si mis pensamientos no sé son tan raros, no parece ser yo.

-¿A qué te refieres?

-bien mira digamos que sueñas que eres malo conmigo ¿esa no eres tu verdad?

-si, así que sueñas que haces algo malo.

-exacto y de verdad me está afectando porque está pasando demasiado rápido.

-Pero son solo sueños, no tienen nada que ver con lo que somos, aunque tal vez pueda representar algún miedo que tengas.

-no, no es eso lo que sucede, mira te voy a contar algo, que es un secreto, pero debes jurarme que no le dirás a nadie y tampoco puedes pensar que estoy loca ¿de acuerdo?

-de acuerdo, te lo juro.

-mira yo… como te explico esto, yo antes tenia sueños, sueños que se cumplían en un cincuenta por ciento, pasaban las mismas cosas, las personas decían lo mismo, me citaban a la misma hoy, repetían casi la misma situación, lo que no se cumplía del todo era la cosa mala que hacia.

-ves no haces lo de los sueños, no creo que debas preocuparte, mas bien utiliza tus poderes de ver el futuro, para saber la lotería - dijo Thiago en tono de broma.

-Hablo enserio.

-bien lo siento, entonces dime qué es lo malo que haces en eso.

-no te puedo decir.

-vamos te jure que no le diría a nadie.

-Es que ¿Qué tal que me dejes de querer por averiguar esto?

-no, jamás pasaría eso.

-Bien, pues una vez soñé o bueno tuve una visión, así es como te decía donde amenazaba a alguien.

-bien no pasa nada, pero ¿se cumplió?

-bueno no, pero si fui donde él y lo confronte.

-¿por qué lo confrontaste?

-bueno porque no quería responder por su hija, se me olvido contarte, soy mamá soltera.

Thiago hizo una cara de sorpresa y Samantha río.

-es broma, lo siento - dijo sonriendo para luego ponerse seria - era el padre del hijo de Sofía, no quería ni responderle los mensajes a ella, fui con ella y todo, era un cretino, así que un día después de que soñé eso, fui a su casa y le dije que más le vale que respondiera, es que de verdad es una basura.

-Bueno en teoría si lo amenazaste.

-ah.

-tranquila se lo merecía y ¿funciono tu amenaza?