Delivery Love | 10

Pese a todo su plan, Eunwoo quería saber que tan bueno era el local de comida tradicional. No por nada su auto estaba chocado. Dio las gracias y se sirvió el plato, saboreando cada bocado que daba a aquella exquisita comida. Estaba maravillado, aún cuando se trataba de un plato tradicional de Kimchi.

Mientras observaba todo el establecimiento del restaurante, trato de mirar hacia la cocina, encontrándose con Sanha, su padre, y quien suponía, su madre. Por la cara de ésta última, las cosas estaban saliendo tal y como las había planeado.

La sorpresa fue que, solo su padre salió de la cocina hacia donde estaba él. En cambio, el menor se fue hacia la izquierda saliendo de su campo de visión. Sin embargo pudo ver a su madre pasarle algunos ingredientes y una olla limpia.

Eso quería decir que Sanha cocinaba.

"Vaya, entonces... él hizo tan delicioso Kimchi. Entonces cocinará también."

─ Joven ─dijo aquel señor sentándose tímidamente en frente. Sin duda su altura daba para respetarlo.

─ Está delicioso el Kimchi ─sonrió levemente. Hace tiempo que no sonreía, pero así logro que el padre de Sanha se soltara un poco más.

─ Gracias... joven, ¿en verdad no le molesta que nuestro hijo viva con usted?

─ Para nada ─dejo los palillos a un lado para mirarle─ En realidad, ya me estaba cansado de vivir solo. Y Sanha es un buen chico, de seguro podemos vivir los dos juntos, si no le molesta a usted, claro...

─ ¡No, no para nada! —agregó la mama que apareció de quien saber dónde, dándole un gran susto a Eunwoo─ ¡Un joven tan apuesto como tú!... ¡de seguro con Saniboo serán buenos amigos!

─ Si señora... ─dijo haciendo una venia saludándola, luego del susto.

Miró hacia la cocina y se encontró con Sanha en una situación bastante graciosa. El menor se había subido a una pequeña silla queriendo alcanzar algo de un estante alto de la pared, por lo que segundos después un gran recipiente cayó en toda su cabeza, tapándole hasta los hombros.

─ No se preocupe, yo cuidare bien de su hijo ─confirmó con una sonrisa sincera, haber visto aquella escena de cerca le hubiera sacado una gran risa más que seguro.

─ ¡No me iré a vivir contigo, mandón! ─gritó el menor, con un cucharón apuntándole desde la cocina.

En una de sus manos llevaba el recipiente que se había quitado de la cabeza hace unos segundos. No pudo evitar rememorar la escena, encontrándola una vez más graciosa.

Definitivamente vivir con el castaño sería una gran distracción para su soledad.

─ No seas grosero Sanha.

Regañó el padre del menor, apenado ante los clientes que estaban a unos metros de su mesa. Se disculpó con ellos con una reverencia ante la escena.

─ Disculpa su lenguaje, a Sanha le cuesta confiar un poco en nuevas personas. Pero seguro usted le caerá bien, muchas gracias joven por ayudar a mi hijo.

─ Sólo dígame Eunwoo ─dijo incómodo por sus palabras formales─ Es un placer ayudarlo, Sanha es un gran amigo para mí ─mintió una vez más, mirando a ambos padres─ Entonces mañana vendré a buscar sus cosas, no les molesta, ¿verdad?

─ No, para nada ─ambos señores negaron al unísono con una gran sonrisa en su rostro.

Finalmente se había salido con la suya, tendría a un ama de llaves que cuidara su casa.

"Aunque Yoon Sanha es un chico. ¿Debería decirle mucamo o mayordomo?"