Asim

CAPÍTULO 2

 

     ............................................PERLA...........................................

Suelto un leve suspiro de frustración, es agobiante demasiado para mi gusto, una vez mas me veo en el espejo de mi recamara, mi cabello esta recogido en un hermoso peina, un peinado que será tapado con el típico velo o como se les llama aqui el hijab, un pesado vestido azul turquesa con hilillos de plata en los bordados que lo recarga, un costoso collar de plata con zafiros incrustados que me regalo mi prometido Asim Abdul, el idiota que me jalaba las moñas cuando yo era niña, mis padres y los de el nos comprometieron en ese entonces, crecí sabiendo que me casaría con Asim al igual que mi hermano creció sabiendo que se casaría con Ranish, la mayor de su gemela, de mi mejor amiga Amira, para mi amiga fue un golpe muy duro, ya que desde niña ama a mi hermano como ninguna, pero el se a aferrado a la decisión de su padre Amir y la del nuestro, Ranish a pesar de ser la gemela de Ami ella es lo opuesto a ella, su forma de ser su manera de pensar, su manera de ver el mundo.

A ellas si las dejaron estudiar al igual que a sus demás hermanos, sus padres no evitaron eso, como lo hace Badin...Mi padre.

-Estas preciosa, hijita mía, ya es hora, los invitados ya llegaron, tu prometido esta ansioso de verte- suelto un leve suspiro, por ultima vez miro mi reflejo, solo faltan dos días para mi matrimonio, solo dos asquerosos días en la cual no tendré mas de otra que compartir mi vida con Asim, mi martirio, mi dolor de cabeza, mi angustia y desequilibrio, por que solo él me da aquella sensación de angustia nerviosismo y un tanto de miedo a lo desconocido.

Bajo las escaleras, mis manos con dibujos de henna se posan en las barandillas de ella, para no caerme, todos están allí los seis hijos de Amir Abdul y Rhania Abdiad yo, mis padres Samara la segunda esposa de mi padre y su pequeño hijo Shadin, de dos años de edad.

Respiro profundo, todos voltean al verme bajar por las escaleras, pero la única mirada que me penetra las entrañas es de aquel hombre de grisáceos ojos, no lo miro, no respiro simplemente hago lo que se me ordena.

Rhania al verme me sonríe, me da un enorme abrazo y dos besos en las mejillas- como estas querida.

-Muy bien señora Abdul- respondo si un atisbo de emoción, saludo a todos con cordialidad, de reojo veo a Asim, se que esta cabreado por que no me e dignado a verlo, y me da igual por ello.

Todos hablan todos empiezan a intercambiar palabras entre si, decido salir al jardín, todos aquí me sofocan, empezando por el grupo de mujeres que solo hablan del vestido de novia y la gran fiesta que se ara en la boda. Cuando por fin tengo paz solo por unos minutos, pero todo se va al poso cuando su presencia llega.

Maldigo una y mil veces, y me recrimino y pido perdón Allah ya por maldecir- huyendo de nuevo Caperuza.

-Asim creo que necesito estar sola, podrías por favor desaparecer- le digo sin voltearme no deseo verlo.

-No me provoques Joye, sabes muy bien como me pongo cuando lo haces, ahora se buena y no me des la espalda- suelto un leve suspiro, cierro mis ojos cuanto hasta tres, me volteo pero no lo miro solo mantengo mi vista asía la casa detrás de él, lo oigo suspirar.

-Que quieres- pregunto sin mirarle.

-A ti, te quiero a ti Perla, y estoy harto de que no me mires, por favor mírame- me niego hacerlo, solo me mantengo allí sin mirarle, el se encamina asía mi, hasta quedar en tan pocos centímetros de mi cuerpo, tapando mi vista con su enorme cuerpo corpulento, su mano toma mi quijada y la levanta, su agarre es suave pero de igual forma me pone nerviosa- la próxima vez que me lleves la contraria juro que te arrepentirás.

-Así y que me aras- lo reto, mis ojos están fijos en los de él, sus grises ojos se oscurecen, su aliento a menta y té choca con la mía, su perfume caro, de canela y pino me embobece.

-Esto...- susurra, sus labios chocan con los míos, dándome un beso fuerte posesivo y obsesivo, al principio me mantengo firme, pero mi cuerpo me delata no puedo soportar lo que él hace en mi, lo sigo, sigo aquel beso fuerte, correspondo su ansia su ferocidad de dominar, sus brazos rodean mi cintura, pegándome mas a él, mis brazos están enroscados en su cuello, mientras él me posee con su boca, me rindo, me derrito cual chocolate al sol.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.