Astartea el ángel del infierno

capítulo 21

El tiempo pasa rápidamente sin darme cuenta he estado en la academia en total 84 años, si es mucho tiempo, pero para un demonio no es ni la mitad de su vida. Solo faltan 16 años para el examen final y en cuanto a mi crecimiento como demonio, he tenido un avance considerable en mis combates, pero también soy una de las mejores en cuanto se habla de la mente lo cual me permite crear estrategias y además tengo el conocimiento necesario para sobrevivir en el bosque pero solo si no me enfrentará a otro demonio, en fin ya no tengo mucho de lo cual aprender en las clases por lo cual me concentro solo en mis entrenamientos con Dagon y mi protector con el cual comparto una linda amistad un poco extraña por la personalidad complicada de el pero no es impedimento para que entre nosotros exista una gran confianza y apreciación. Me encuentro en un combate individual junto con Acatriel el cual sin tenerme nada de compasión como siempre me gana fácilmente enfrente de todos los alumnos, pero no se escuchan burlas ni nada por el estilo ya que soy la única que ha durado más de diez minutos en un enfrentamiento con el pero aun así no puedo ganarle y no sé si lo logre algún día.

Terminando el combate fuimos con Dagon ya que aún le ayudo a conseguir plantas, flores, hongos y esas cosas para sus preparaciones, esta vez teníamos que conseguir algunas flores Zulfuros ya que a un demonio graciosito comió una sopa echa de flor arcoiria la cual es venenosa pero claro él no lo sabía y esta ocasiona que la víctima muera dolorosamente haciendo que sus músculos poco a poco se desintegren durante un periodo de 5 días, en el segundo día aparecen moretones en la piel debido a que los músculos poco a poco se lesiona hasta que este desaparece, en el 3 día los músculos comienzan a desaparecer, por lo tanto teníamos los tres días para darle el antídoto.

— Debemos tener cuidado, podríamos tener la mala suerte de encontrarnos con una calavera de ojos de rubi

— Lo sé, ¿Por qué debe de crecer tan cerca de los pantanos de sangre negra? — le pregunte, pero claro no hubo respuesta ya que simplemente era una pregunta tonta — lamento mis preguntas sin sentido, pero solo quería quejarme un poco

— Te comprendo, además el que debería de quejarse soy yo ya que tu te ofreciste a conseguirlas — me dijo Acatriel ya que no tuvo otra alternativa mas que seguirme

— no puedo dejar morir a alguien si puedo salvarlo — conteste

— simplemente sería un demonio menos para el examen final — contesto Acatriel fríamente ya que no le interesaba lo que le sucediera a los demás

— simplemente, pudiste quedarte y dejarme a mí conseguir las flores

— te recuerdo que soy tu protector, no puedo dejarte sola

— ya pasaron 40 años, puedo cuidarme sola — conteste algo molesta

— has mejorado, pero aun sigues siendo una ingenua

Antes de decir algo más habíamos llegado a los pantanos de sangre negra, observamos el lugar y no había ninguna calavera por lo que deben estar bajo tierra esperando el momento adecuado para atacar cuando nos acerquemos. Rápidamente y con cuidado recogimos las flores zulfuros y regresamos a la zona segura, por mi parte tenía una gran felicidad, pero Acatriel era otra cosa.

— Veo que sigues enojado — le dije afirmando la situación solo para que el silencio se fuera

— Por el contrario, tú te ves feliz — contesto fríamente mirándome a los ojos — contéstame con sinceridad, ¿esta es la decisión correcta? — me pregunto señalando las flores

— Claro que lo son, con ellas salvaremos a ...... — me interrumpió

— No me refiero a eso, debes de saber que al demonio que ayudaras no tendrá la misma compasión por ti, ¿piensas que, si tu estuvieras en una situación igual alguien aparte de mí, Dagon, tu padre, hermano y a los que llamas amigos te salvarían?

— Todos tenemos corazón, si hacemos buenas acciones estas se regresarán — conteste segura

— Aun eres una ingenua, solo recuerda pronto vendrá el examen final y cuando estemos en el nadie te ayudara ni tendrá compasión los que deban morir morirán, simplemente no hay amigos, ahora tienes la oportunidad de dejar morir a un demonio, de esta manera será uno menos al cual enfrentarte, pero si lo ayudas te aseguro que no durara en matarte — en ningún momento aparto su mirada de la mía, siendo esta tan fría como el hielo dejándome sin ninguna respuesta

Fue el final de la conversación, durante el camino no volvimos a dirigirnos la palabra creando una tensión muy fuerte entre nosotros. Cuando llegamos con Dagon me pregunto por las flores entonces comencé a dudar en entregárselas, porque Acatriel tenía algo de razón pero que ¿si él está equivocado?, todo puede pasar y llevarte sorpresas cuando menos lo esperes, pero sobre todo no puedo dejar morir a un demonio si puedo salvarlo y mucho menos ahora que tengo las flores, sin dudarlo más se las di a Dagon para preparar el antídoto seguido de esto nos dejó solos a mi protector y a mí.

— Lo dejaste claro — me dijo de repente

— ¿a que te refieres?

— Dime sabes que en examen final tendrás que matar a todo aquel que se cruce en tu camino, es una supervivencia y solo los mejores podrán sobrevivir, tampoco pienses que te ayudare porque ambos estaremos totalmente solos así que ¿mataras a ese demonio para vivir? — me paralice en ese momento al escuchar sus palabras ya que simplemente hablaba de la muerte — tu silencio me da la respuesta

Acatriel simplemente se fue dejándome totalmente sola con el único pensamiento de la muerte en mi cabeza, algo que pensaba había olvidado, pero no es así aún sigue siendo mi más grande temor que no quiero experimentar. El demonio fue salvado a tiempo, me dio las gracias ya que Dagon le contó sobre mí después regresé a casa totalmente sola ya que mi protector no se encontraba "debe de estar muy enojado o decepcionado de mi" pensé. Me fui a mi cama a descansar y aclarar mi mente repitiéndome la pregunta constantemente y llegue a la conclusión que no podría matar a alguien más pero tampoco quería morir, con ese pensamiento me quede profundamente dormida. La mañana siguiente mire que mi protector no estaba, creo que ni siquiera paso la noche en su habitación, en fin me arregle para ir a mi rutina diaria con Dagón, mientras estaba con el mi protector seguía sin aparecer.




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