Ahora que los dos demonios más importantes en mi vida se fueron, Dumah quedo a cargo en cuanto a mí puedo salir nuevamente ya que no hay peligro de que Amazarac llegue al territorio y lo más importante, tengo que ayudar en todo lo que pueda. Me encuentro ayudando a mis alumnas a entrenar a otros demonios, muchos de ellos quienes consideraban que era débil, pero pude demostrar lo contrario cuando derribaba a aquellos que se me acercaban fácilmente.
— Maestra eres fascinante — dijo Drugia muy emocionada
— Me das demasiado crédito, realmente tengo algo de dolor — conteste con la verdad, ya que había recibido algunos golpes leves cuando me descuidaba por pensar en mi hermano y amado
Seguí ayudando con el entrenamiento en uno de ellos, un demonio me dio un golpe lo suficientemente fuerte para caer al piso, las chicas se preocuparon por mí, pero les dije que estaba bien y dimos por terminado el entrenamiento por hoy, regresando cada uno a sus actividades. Fui a visitar a Dagon para obtener algún medicamento para acelerar mi proceso de curación.
— En ocasiones eres muy imprudente, recuerda que debes cuidar de tu cuerpo y persona — me regañaba Dagon mientras bebía de una de sus preparaciones
— Lo siento, solo quiero ayudar lo mas que pueda ahora que mi hermano no esta
— Ayudaras más si no haces acciones innecesarias, necesitas de estar en plena forma para afrontar lo que sea que pueda suceder
Dagon seguía hablando, pero deje de escucharlo para mirar mi piedra demoniaca, la ultima vez que alguien amado estuvo en peligro esta me aviso de alguna forma, pero no estoy segura si volverá a funcionar. El día siguiente algunos demonios junto conmigo estuvimos observando los alrededores en ese momento me quede en shock cuando mire mi piedra demoniaca la cual se veía opaca, justo como en aquel día en que perdí a mi padre.
— Maestra te encuentras bien, estas muy pálida — dijo Cali preocupada por mí
No sabía desde cuando había sucedido esto, pero es muy grave tengo que ir en su búsqueda pronto, no quiero que vuelva a repetirse aquella misma experiencia que tuve con mi padre. Cali se preocupó más por mí y llamo a Drugia cuando ambas me hicieron reaccionar solo pude decirles que necesitaba ir a las ruinas del territorio de Cupai, ellas me miraron extrañas ya que no les podía explicar rápidamente la situación porque la vida de mi hermano o amado estaban en peligro.
Decidida a irme, me prepare para comenzar el vuelo pero me detuve al sentir un pequeño ardor en mis ojos el cual fue en aumento causándome un gran dolor, esto solo podía significar que estoy sintiendo lo mismo, es básicamente el mismo principio solo que ahora no siento nada que pueda llegar a matarme por lo tanto quien sea que esté sufriendo ahora aun esta con vida, escuchaba las voces de mis alumnas preocupadas por mis gritos, ellas no sabían que hacer y de igual forma yo tampoco lo sabía, lo último que recuerdo que me cargaron para llevarme de vuelta al territorio.
Me desperté alterada, me encontraba en mi habitación, miré la piedra aún estaba opaca y mi alrededor aun no perdía su color, un suspiro de alivio salió de mi pero aun no era el momento para descansar, tenía que salir y ayudarlos de alguna forma.
— Maestra, ¿se encuentra bien? — escuche la voz de Sesha en mi mente
— ¿Sesha dónde estás? — pregunte alterada
— Estoy a unos cuantos metros del territorio, sentí que algo le sucedía a mi maestra, me sentí preocupado
— ¿Elira está contigo?
— No, ella se quedo con mis compañeros
— Bien, Sesha necesitare tu ayuda, mi hermano y Acatriel están en peligro de muerte — dije preocupada
— ¿Cómo lo sabe maestra?
— Te lo contare cuando nos veamos, espérame tranquilamente sin llamar la atención
Me levante de la cama, con gran cuidado y sin hacer ruido tome mi guadaña para salir de mi habitación. No sé si es correcto no avisarles a los demás, pero el tiempo es oro y si no me apresuro alguno de ellos morirá, si se lo que puede pasar y evitarlo definitivamente querré realizar algún par de locuras. Cuando Salí de la casa, ahora me aseguraba que nadie más me viera salir del territorio ya que si me encontraba con alguno de mis amigos seguramente querrán acompañarme y ellos son necesarios para un buen equilibrio en el territorio.
Logré salir del territorio sin que nadie se diera cuenta o eso pensaba hasta que mis alumnas me detuvieron y tuve que explicar la situación rápidamente para que me dejaran seguir con mi misión.
— ¿no sería mejor pedir ayuda? — me pregunto Cali con calma — si la maestra llega a ese lugar sola posiblemente no solo tenga que enfrentarse a Amazarac
— Lo sé, pero, si no me apresuro morirán, además no iré sola — conteste pensando en Sesha
— Maestra permítanos acompañarla, no podemos dejarla ir sola — me grito Drugia mostrando su preocupación, pero también algo de miedo
Mire la piedra, esta seguía opaca, pero aun no veía que este mundo se le fuera su color, por lo tanto, quien sea que esté en peligro de morir sigue con vida, pero tampoco se por cuánto tiempo y conociendo a estas chicas no me dejaran sola. El tiempo está corriendo, rápidamente les deje seguirme con la condición en que me dejarían irme primero para llegar rápidamente. Pensé rápidamente en un plan básico en el cual ellas irían con Sesha al lugar, gracias a nuestra unión podremos comunicarnos.
Les presente a mi familiar claramente se veían algo asustadas al verlo pero se calmaron rápidamente cuando me vieron actuar de manera cariñosa y amable con él, les explique cómo comunicarse con él, se subieron a su espalda y mientras ellos viajaban por tierra yo emprendí el vuelo para llegar más rápido, mientras volaba caí al suelo al sentir nuevamente ese ardor en mis ojos ahora lo podía soportar un poco mejor pero no quiere decir que pueda seguir, espere a que este desapareciera pero seguido un dolor aun peor y conocido para mi cuerpo, era el mismo dolor que sufrí cuando me robaron mi poder especial, ahora me retorcía en la arena.