- PARTE 1 -

Caminaba por el denso bosque descalza, nerviosa por alfin estar sola, cada paso que daba se convertía en una sinfonía de sonidos, causados por las ramas que caían de los árboles al romperse con cada pisada. Mirando a lo lejos al fin puro ver lo que llevaba horas buscando con ahínco, algo similar a lo que varias noches podía ver solo en sueños, esa imagen rondaba por su cabeza, pero lo que no imaginaba era el destino que le esperaba.

¿Su nombre? ella es Mila, ultima descendiente del clan Gohú, con sus 21 años era dotada de gran belleza, figura esbelta y caracterizada por su cabello largo y blanco como la luna, tenia gran agilidad con su espada, sabia defenderse, asi la habían criado.

Mila estaba rodeada de gente que la amaba, su clan era su familia, pero no podía comprender el porqué nadie mencionaba lo que había pasado con sus padres, del porque jamas los habia conocido. Los cuidados hacia ella eran extremos jamás estaba sola (hasta ese día), y pareciera que la entrenaban para la guerra o almenos asi pensaba por las extenuantes horas que pasaba con su espada.

Seguía caminando por el bosque hasta que pudo mirar de cerca aquella curiosa figura

-te he soñado, te he visto en mis sueños ... pero.... qué es lo que eres?- dijo Mila

la tomó entre sus manos, pesaba, era una figura pequeña de un dragoncillo de plata, o almenos eso parecia, estaba en forma circular como rodeando algo y terminando en su cola. era de un solo color, definitivamente era hermoso.

-hermoso, pero que haces aquí, seguramente joyas de la realeza, pero... de ser asi, ¿por que estas en mis sueños?

llena de curiosidad y asombro tomo la figura de plata y la puso en su cuello quedaba como gargantilla, daba la ilusión de que ese dragón se enredaba en su cuello. De pronto todo se volvió negro.