Capítulo 1

Sophia

—¿Me estás jodiendo?

—¡No!— Exclama y se inclina para verme fijamente —. A ver, solo serían 9 meses. Imagina que después de esos nueve meses tendrías el dinero para poder irte al extranjero. Ese es tu sueño, bicho. Siempre lo ha sido.

Luke parecía muy interesado en que me casara con su jefe. Quería negarme, pero sabía que si él seguía viéndome de esa manera no habría manera de decir que no.

—¿Y tu qué ganas con eso?

—Pues no se, tal vez un ascenso. Tal vez llegue a convertirme en el vicepresidente de AXAL.

—No seas patético. Tu sabes lo mucho que odio a Nicholas—. Comento cruzándome de brazos.

—Solo has cruzado palabra con él, una vez. ¡Una maldita vez!

Me levanto de la mesa y tomo la copa de vino para dirigirme a la piscina.

—Y esa vez fue suficiente para darme cuenta que es un estúpido, mediocre, narcisista y egocéntrico.

Me siento en la orilla de la piscina dejando que mis piernas entraran al agua, el sol era intenso, desearía estar todo el maldito día acostada sobre una cama de hielo. En cuestión de segundos pude sentir los pasos de Luke detrás mío, sabía que no se iba a dar por vencido fácilmente.

Iba a convencerme, él tenía ese poder en mi. Y lo sabía.

Sabía que enamorarme de Luke iba a ser un error. ¿Quieres un consejo de vida?

¡No te enamores de tu mejor amigo!

Algún día me lo agradecerás.

—Yo se que muy en el fondo, quieres hacerlo—. Dice colocando sus manos sobre mis hombros.

¡Demonios! Lo estaba logrando.

Me puse tensa, sentir las manos de Luke sobre mi cuerpo solo provocaba un escalofrío. Desearía que sus manos quedarán sobre mí por siempre.

Acerca su boca a mi oreja y susurra:—Hazlo por mí.

Y en ese momento todo se fue al carajo.

Nicholas

—Samantha Davis ha desaparecido. La hemos buscado por cielo y tierra, pero los resultados siguen siendo negativos.

—¿Han intentado contactarla por medio de su hermana?

—Su hermana murió hace dos semanas. Samantha se ha quedado sola.

—Todos en esta junta somos conscientes que Samantha no estaba en su mejor momento. Estaba prácticamente al borde del colapso.

Todos en la junta cierran la boca y las miradas caen sobre mí.

—¿Qué dices de todo esto, Nicholas?— pregunta David, el gerente ejecutivo de AXAL.

Levanto mi mirada y estanco mis ojos en él.

—Hagan lo que sea necesario. Samantha ha huido con mi hijo en su vientre. En dos días se iba a realizar la fiesta de compromiso, y solo las personas que están en esta junta saben quien es Samantha. Lo más sencillo sería buscar una sustituta.

—Tienes razón, el público no sabía de la existencia de Samantha. Ella iba a salir a la luz pública hasta dentro de dos días. La fiesta no se puede posponer.

De algo estaba seguro, dentro de dos días se iba a realiza la fiesta de compromiso. Con o sin Samantha. Rápidamente Gideon-mi asistente-entra a la oficina interrumpiendo la reunión.

—Señor, me han reportado que la sustituta ha sido encontrada.

—¿Ah si?, ¿Cómo se llama?— Pregunta Lena, mi hermanastra.

—Sophia Collins, 23 años de edad—. Responde.

Se acerca a la mesa y deja el expediente de la chica. Lo tomo y abro para observarlo. Lo primero que me percato es su melena rubia. Era una chica muy guapa, sus labios eran carnosos y sus ojos azules. Realmente me impacto la belleza de aquella joven y su belleza me resultaba conocida. 

—¿Cómo es?— cuestiona curiosa Lena.

Cierro el expediente y disimulo no estar anonadado con la chica.

—Como cualquier otra. Una chica ordinaria—. Respondo en seco.

—Bueno, entonces buscamos otra.

—No tenemos tiempo— comento levantándome de la mesa—; la fiesta de compromiso debe de realizarse ya—, volteó para ver a Gideon y concluir la reunión —. Programa una cita para mañana al medio día, con esto se concluye la reunión. Todos pueden volver a sus áreas laborales.

Todos se levantan y salen de la sala de reunión. Excepto alguien.

—Espero no estés pensando en como follarte a la sustituta—. Suelta Lena.

Volteo para verla y sus ojos verdes estaban más relucientes que nunca.

—No te imaginas todas las posiciones que pasan por mi cabeza con tan solo recordar la foto de esa chica.

—Cuídate, Nicholas— advierte Lena tocando mi pecho con su dedo índice —. No voy a dejar que dejes caer el imperio de mi padre por tu calentura.

Suelto una sonrisa sin gracia y digo lo siguiente:— Te recuerdo que solo eres una empleada más, Lena. No me obligues a sustituirte.

—No serias capaz.

—Remplace a mi esposa, no te hagas muchas ilusiones.

Dicho eso, lanzó una mirada asesina y salió de la oficina. Ahora solo queda una cosa por hacer.

Conocer a Sophia Collins: Mi próximo juguete sexual.