La sangre de un vampiro para un demonio era bastante sabrosa pero no era el alimento esencial que necesitaría un demonio.
La sangre de un demonio para un vampiro resultaba esquisita, pero la probabilidad de que un demonio se dejara morder era nula, bueno casi nula si pensamos en lo que hicimos ayer con Spink.
Siendo la hora en que los humanos suelen almorzar, y con la batalla a la vuelta de la esquina me desperté temprano, bueno en realidad dormí tres horas nada más, me propuse hacer muchas cosas, como practicar mi forma de luchar, o manipular mis poderes, pero por alguna razón no lo hice me quede en la cama observando a Spink dormir tan plácidamente, cuando lo mordí note algo inusual en mi.
Yo no suelo sentir amor, ni empatia, cariño o felicidad por ver a alguien, pero cuando el tomo de mi sangre y yo prove la suya, sentí nervios por estar tan seca de él, cariño y ganas de habrasarle, supuse que era por el momento, pero ahora puedo notar que esta pasando algo en mi.
Me decidí a levantarme y me dirigí hacia la habitación de Becca, supuse que estaría despierta, así que toque a su puerta, ella abrió rápidamente y salió de la habitación.
¿No podías dormir? ~ dijo sin más.
Algo así, vine a preguntarte algo~ le dije. Mientras hablábamos caminábamos en dirección a la sala donde estábamos practicando las batallas.
Si dime ¿que te preocupa? ~ Becca me miraba con espectacion.
¿Tu estuviste con Spink sierto? ~ ella asintió con la cabeza~ ¿y cuando estuvieron juntos tu le diste a beber de tu sangre?
Becca me miraba con cara de asco, luego me dijo ~ no, estas loca, si él bebiera de mi sangre no podría parar de hacerlo.
¿Y tu probaste su sangre? ~ dije
No, no tendría sentido ¿porque tanta pregunta? ~ dijo Becca mientras me miraba fijamente.
Lo que pasa es lo siguiente, anoche Spink y yo bebimos la sangre del otro~ dije
¿Que ustedes que? ~ dijo en un grito, lo que hizo que los vampiros que se encontraban ahí nos observarán~ solo una vez supe de eso, es peligroso y probó a que el demonio y vampiro no puedan separarse más, los comvierte en almas gemelas, crea un vínculo de amor y protección para la pareja, pero si la pareja lo hace por una razón baga, puede llegar a destruirlos.
Yo la miraba atentamente mientras hablaba, ¿una razón baga? ¿Que es una razón baga?, comencé a preocuparme demacrado, Becca que me observaba se dio cuenta.
¿Porque lo hicieron? ~ preguntó Becca espectate a mí respuesta.
Yo le dije que me mordiera, temía que Spink se sintiera devil durante la batalla y no quería que le sucediera nada malo ~ dije
Becca me miraba como si yo estuviera loca, pero no me importo, yo sabía el porque había hecho aquello. Mientras nos mirábamos mutuamente oí unos pasos, y nuestras miradas fueron interrumpidas por Nick que me observaba preocupado.
¿Que sucede? ¿Porque estas despierta? Se supone que tienes que descansar para esta noche ~ dijo Nick mirándome y luego miro a Becca con desaprobación.
No podía dormir, además es mejor practicar~ dije
Puedo apostar que esta es una traidora~ me dijo mientras apuntaba a Becca~ ¿porque confías en ella?
Ella nos dio información y tiene mucho que perder si gana Lilith, deja ya la paranoia y ayuda a los demás.~dije enojada ya por tanto reclamo~ puede que sea tu hermana pero aun sigo molesta por la noche en que nos conocimos.
Todo me tenia al límite, cada cosa que pasaba, cada error que cometían, probocaba que mi furia subiera pero me mantenía serena para guardar toda esa furia para la noche.
Spink apareció por la puerta y me miro diferente, se aserco a mi y me beso, fue un beso largo y apacionado. Los demas nos miraban sorprendidos por la demostración de cariño, solo Becca nos había visto de alguna forma cariñosa, aquella vez que llegó a la casa sin previo aviso. Nick nos miraba como si perdieramos el tiempo.
Al mirar a Spink lograba sentirme feliz, no había oscuridad, ni maldad cuando le miraba.
Nick comenzaba a formar a nuestro equipo, por llamarlo de alguna forma. Todos sabíamos lo que teníamos que hacer, estaba todo preparado, la única duda era si Lucifer vendría a ayudar o solo aparecería y terminar la matanza.
La hora se asercaba y cada uno de nosotros podía sentir los nervios, el único que no iría a la batalla contra Lilith era Vladimir, para el era bastante peligroso siendo el único humano. Becca se notaba muy preocupada por él, no quería dejarle solo pero no podía no ir a la batalla.
Cuando se hizo la hora de irnos Becca y todos nosotros nos despedimos de Vladimir, quien se negaba a quedarse en casa, pero parte de la persuasión que use en el no le dejaba salir de está. Caminábamos en dirección a la plaza central, todos unidos y listos para pelear. Yo llevaba la daga con la que podría asesinar a Lilith, aunque en un principio era para Lucifer, éste le hizo unos ajustes dejándola lista para asesinar a mi madre.