De sus ojos salen inmensas lágrimas, mientras su cuerpo se estremece a causa del llanto.
Es una tarea difícil para mí ver llorar a alguien y no hacerlo yo al mismo tiempo, pero cuando es mi mamá la que llora de forma tan desconsolada, no solo quiero llorar también, además quisiera tener el poder de transferir su dolor hacia mí. Porque eso es lo que hace una persona que ama, y yo realmente amo a mi mamá; daría cuanto estuviera a mi alcance para evitar que ella sufra —no digas nada... no lo hagas— dijo en medio de su llanto, mientras se sienta en la cama y trata de limpiar sus lágrimas, suelta un enorme suspiro y luego limpia las mías, toma nuevamente mis manos —entendí todo Ky, tu ausencia en casa, en mi vida y tu silencio me ha hecho ver que no lo estoy haciendo bien. Hice todo lo que me prometí no hacer nunca ¡lo acepto! Sé que tienes razón, sé que soy una madre terrible y decepcionante pero prometo que ya no seré así.
Jamás me arrepentiré tanto de algo como haberle dicho a mi madre que me avergonzaba de ella, quisiera tanto corregirme, pero sé que el peso de una palabra es mucho más infinito e imborrable que muchas otras cosas.
Lo único de lo que no puedo arrepentirme es reprocharle que no piense en ella y en su valor como mujer. Intento decirlo, intento hablar, pero ella no me deja porque de una manera muy dramática abre los ojos como si con ellos pudiera gritarme cállate, sonrió porque así me trataba cuando era una niña. Con los ojos me dominaba por completo.
—no quiero escucharte más. La cague y digo groserías porque soy la mamá y se me permite decirlas, pero quiero arreglar nuestra situación, quiero disculparme contigo porque sé que te expuse a situaciones que no debías haber pasado y quiero que sepas que ante todo te amo a ti.
>>prometí salir adelante juntas. Y eso es lo que vamos a hacer.
— ¿Qué pasó mamá?— quiero saber que la hizo dar ese cambio, hasta hace unas noches ella juraba que Gideon la amaba a ella y abandonaría a su familia por nosotras.
Ella baja su mirada hacia nuestras manos unidas como si se avergonzara de algo— ¡siempre supe que él no me quería! Me cegué Kylie, quería creer que yo alentaba más en los hombres que solo calentura y resulta que termine obsesionándome y tarde comprendí que ni si quiera me obsesione con tu padre ¡No! Lo hice con la idea de sentirme atractiva para un hombre.
>>pero ya no más. Si algo ha de suceder, sucederá y no pienso pasar toda mi vida buscando amor, ni mucho menos mendigarlo.
Sonrió.
Sonrió de verdad, real y completamente feliz.
Pero un suspiro para nada alentador por parte de mi madre me borra la sonrisa. Inmediatamente me alerto — ¿que no me estas contando?
Entonces de sus ojos empiezan otra vez a brotar lágrimas —me despidieron.
— ¿qué? ¿Porque?
—solo sé que esta tarde el Señor Scotly se acercó diciendo que no podía seguir trabajando sin ninguna explicación... ¿qué vamos a hacer? O mejor dicho ¿qué voy a hacer? debo buscar algo rápido. No puedo durar mucho tiempo sin trabajar porque las cosas se pondrán feas por aquí Ky y no quiero. No quiero que pases más necesidades de las que has pasado.
Si hace algunos días atrás hubiera escuchado las palabras de mamá hubiese dicho que ella tendría razón. Que merecemos una vida mejor, pero... ahora después de conocer a Roger, sus hermanos y su historia me doy cuenta de lo afortunada que soy. No puedo quejarme de lo que tengo así sea poco después de saber que hay quienes no tienen nada.
Así que con una sonrisa en extremo exagerada me levanto de la cama y hago que mamá se levante conmigo y la miro a los ojos —buscaremos trabajos las dos. Podemos con esto mami.
—tú no trabajaras, no te lo pienso permitir... mientras yo viva tu único deber será estudiar.
Beso su mejilla antes de empezar a salir de su habitación caminando hacia atrás y sin dejar de mirarla — ¡oh sí! Voy a trabajar y tú no harás nada para evitarlo— Para cuando cierro la puerta la oigo gritar mi nombre. Pero no me importa. Estoy decidida a colaborar en casa y no solo a ser una mantenida.
Necesito una computadora, donde poder hacer una síntesis curricular para poder empezar la tarea de buscar trabajo. Tengo dinero encima de mí, lo suficiente como para pagar un bus y llegar a mi destino.
Pero... ¿Cuál será mi destino?
¿Emanuel? ¿Ethan?
No importa, cuando se quiere se puede y yo quiero. Salgo de mi casa dispuesta a buscar la manera de conseguir lo que necesito, la respuesta llega como caída del cielo o mejor dicho la respuesta viene hasta la puerta de mi casa a buscarme, no es mi mejor opción pero es lo que hay. Y lo mejor, llegó en auto, lo que me ahorrara unos dólares en bus que me sirven mucho ahora que mamá está desempleada.
No hay hola.
Ni si quiera un sube.
Solo una pequeña inclinación que me invita a entrar en su lujoso auto.
— ¿cómo pudiste montarte en una motocicleta? ¿A caso has leído cuanta gente a muerto en una de esas?
Me acomodo en el asiento muy calmadamente y cierro la puerta solo un poco más fuerte de lo necesario. Lo suficiente para que le duela pero no tanto como para dañarla. No tendría como pagarla. Volteo poco a poco, dándome mi tiempo para molestarlo con mi falsa tranquilidad —la misma cantidad de gente que ha muerto en automóviles de cuatro ruedas y aún no he visto que prohíban su uso.