Salí de la casa y Hugo estaba afuera con el auto listo como cada mañana. Salí de casa diciéndole adiós a la caprichosa y a las demás sirvientas
-Vamos amigo luego te despides de tus novias tenemos que llegar rápido si la quieres encontrar- me dijo Hugo mientras subía en la parte delatara del auto
-Ya lo sé perdón, mira la caprichosa me dejo unas esta mañana ¿quieres?- le dije dándole la bolsa de papel que tenía en mis manos
-Claro que quiero, como negarse a un acto de amabilidad de tu hermanita, esto solo ocurre cada 100 años, pero hay que darnos prisa que no queda tiempo- me contesto tomando la bolsa de papel y dejándola en sus piernas mientras sacaba una dona y la metía en su boca
-Bien vámonos- le dije colocándome el cinturón de seguridad
Durante el camino pasamos por Roberto y Alan. Somos amigos desde la secundaria cuando nos peleamos por una chica que nos terminó rechazando a todos. Desde entonces hemos estado en las declaraciones de todos dando nuestro apoyo. La mayoría son rechazos y otros no, pero sé que cuanto con ellos para cualquier locura.
-Hoy es el día, amigos, el día en el que la chica de mis sueños sea mi novia- pensé en voz alta sin darme cuanta que todos escucharon
-O el día en que te rechacen una vez más- aclaro Roberto mirando su teléfono
-Cállate idiota- lo callo Hugo
-Que es la verdad- se defendió Roberto dirigiendo su mirada a Hugo
-Bueno si, pero no hay que ser tan crueles, - intervino Alan colocase en medio para intervenir las miradas- al menos deja que lo rechacen primero, no lo desanimes antes de tiempo
-Si ¿Qué no recuerdas lo que paso la última vez por tus comentarios?- argumento Hugo
-Cierto fue muy gracioso- contesto Roberto comenzó a reírse
-Vamos chicos podrían no hablar de mí como si no estuviera presente- suplique hundiendo mi cabeza en la mochila por la vergüenza de la última vez
-Es verdad el tonto se puso a tartamudear y luego le dijo que era "lindo"- se burló Roberto mientras mostraba la foto de su teléfono de ese día
-Vamos basta- protesté quitándole el teléfono
-Si fue genial ¿Cómo olvidar de eso?- contesto Alan mientras comenzaba a reír
Roberto me quito su teléfono y segundos después tanto Hugo como Alan perdieron el control y rieron de ese horrible día que quisiera olvidar
-Bueno no fue bueno, pero esta vez será diferente, tengo un plan- me defendí
-Bien amigo está bien ya no diré nada aunque sigo creyendo que este plan va a fallar como los últimos, sería más fácil solo decirlo, pero me guardaré mis comentarios hasta que te rechacen- trato de ¿consolarme? Roberto
-Vamos chicos que falta de fe- dije realmente ofendido
-Si amigo animo aquí estaremos para consolarte- dijo Alan con una mirada de lástima como si viera a un perro abandonado
-Creo que me siento peor- dije recargando mi cabeza en la ventanilla
-Bueno, recuerda que sin importar nada no puedes huir ya no eres niño amigo- me recordó Hugo muy seriamente
-Bien- conteste recuperando algo de mi ánimo