Atrapados

1.La misión

La habitación se encontraba literalmente vacía, no habia paredes, ni suelo, era como estar en un espacio en blanco, Julián se pregunto dónde estaba, qué era este extraño lugar, él nunca en su vida había visto un lugar parecido a este, ni en sus sueños más raros. Se mantuvo sereno ante la situación, cualquier persona iba a entrar en pánico, pero él no podía permitirse actuar así, detalladamente estudio todo a su alrededor, nada a la vista, iba a dar el primer paso, sin embargo por alguna razón bajo la mirada hacia sus pies, pareciera como si estuviera levitando, el frío se apodero de sus pies al pisar, helado como si se tratase del mismo Polo Norte, eso no lo detuvo ni por un instante, sus pasos seguían firmes y cada vez la sensación de pisar hielo estando descalzo fue disminuyendo poco a poco.

-Tampoco sabes qué es este lugar ¿verdad?- pregunto una voz femenina, que puso en alerta a Julián.

-No- respondió él al girarse para mirarla.

Una chica de cabello corto, piel blanca y ojos azules sonreía alisando su vestido negro con lentejuelas plateadas, ella ajusto un poco sus lentes y se acerco a él. Julián se quedo viéndola y pudo notar que tenía una marca en su hombro desnudo, parecía un símbolo.

- Me llamo América - dijo la chica estirando su mano derecha.

-Julián - dijo él, correspondiendo al saludo de ella - Increíble lugar ¿No lo crees?.

-Si, un lugar muy agradable para charlar- respondió América entre risas, ella miro hacia todos lados, pero este lugar no tenía lados, Julián entendía esa sensación que hace minutos pudo sentir, estar perdido, aún así él mantuvo la calma, noto confusión en el rostro de América - ¿Cómo llegaste aquí Julián?.

No estaba listo para esa pregunta, esperaba verla gritar por todos lados, llorar y pedir explicaciones a gritos sobre este extraño lugar, pero él era Julián y siempre mantenía la serenidad ante cualquier situación.

-yo...- Julián cerro su puño izquierdo contra su pierna, sus recuerdos por arte de magia no respondían a su llamado, intento llamarlos de nuevo, nada, la desesperación asomaba tras sus espaldas y estaba lista para apoderarse de Julián en cualquier momento, respiro hondo, trato de verse así mismo llegando a este lugar, caminando por las calles, viendo una película de acción o cenando con su familia, una oleada de miedo lo tumbo por completo. Mi familia pensó.

- ¿Julián?- pregunto América, noto que el muchacho estaba pálido - ¿Está todo bien?

- Yo no lo sé.

- ¿No lo sabes?

-No recuerdo como llegué aquí, yo no recuerdo muchas cosas en realidad- llevo sus manos a la cabeza, como si se esto fuera una pesadilla y él ya debía despertar.

-Ah pues a todos nos pasa, a veces olvidas las co...

-No, no recuerdo nada, mi familia, yo no recuerdo a mi familia y no tengo ni la más mínima idea si tengo una, no creo que alguien pueda olvidar algo así de importante- pensó que tal vez tenía algo, amnesia tal vez, pero sino era así ¿Qué estaba pasando? - América, ¿Cómo llegaste Aquí?

Julián centro su mirada en ella, algo en él quería que ella no tuviera idea de nada, así tendría con quien compartir esta confusa situación, él quería saber que era ese lugar, pero la idea de que tuviera amnesia le puso la piel de gallina.

-No lo sé y tampoco recuerdo nada - dijo América después de unos minutos - ¡NOS DROGARON!- grito mientras se revisaba así misma.

-¿Qué?- la idea era más que ridícula para Julián - no exageres.

-Piénsalo, seguro nos drogaron y estos son los efectos - dijo mientras señalaba el lugar.

América había entrado en pánico, su respiración aumentaba con los segundos que pasaban, Julián se acerco a ella para intentar calmarla.

-¿Quién haría algo así?- dijo ella casi en un susurro.

-Pero que dramática eres, a mi me gusta este lugar, es muy acogedor- América y Julián voltearon a ver al chico que venía hacia ellos.

Un chico alto de cabello castaño se acercaba a ellos sin preocupación alguna.

-¡TÚ! - grito América mientras corría hacia él, se lanzo encima del chico y con el puño ya listo en su mano derecha, lo golpeo.

-¿Qué nos hiciste? ¡Habla! - exigio ella mientras la ira iba a apoderándose de ella a toda velocidad

-Yo... no... hice.

- ¡Cállate! - coloco sus manos en el cuello de él - te mataré por lo que hiciste desgraciado.

-Ya... lo... estamos

América lo soltó de inmediato, lo que dijo no tiene ningún sentido.

-¿Qué fue lo que dijiste?

-Lo que escuchaste, estamos muertos ¿tan difícil es de notar lo obvio? - dijo el muchacho.

- Ya deja de joder, esto es raro y que salgas con tonterías como esa no ayuda - dijo Julián que tenía las manos cruzadas.

-No tengo intenciones de ayudar- dijo el muchacho, América lo miro mal y su mano inconscientemente quería ir contra la cara de él.



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Editado: 18.03.2018

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