Augurio de un Corazón [parte Dos de Cantos para el Alma]

Encadenada a tu Hilo Negro

Encadenada a tu Hilo Negro

En la noche siento los deseos de tu ser, llamándome a gritos.

Me susurran, que vaya hacia ti

mientras aruñan mi piel lentamente

sin darme tregua

con la intención que me rinda ante ellos, a pesar de que desista

de ellos sabiendo que es una cadena que me ata a vos;

le sonrío ante su persistencia,

Pidiéndoles

 que me lleven a conocer ese otro lado de ti, que desconozco.

Me conducen

hacia cada una de sus tus fantasías, ilusiones e ensoñaciones.

Hasta despertar, en un campo de agua de rosas azules

donde se pintan todos tus amados deseos

en el lienzo de piel blanca.

Donde pierdo, mi conocimiento entre lo que está bien o mal

al probar el fruto prohibido que me has dado.

Mientras esperabas, entre las sombras el renacer del fuego

de mis cenizas perdidas y frías como la nieve

sonríes en silencio

al saber que la reina del juego de ajedrez ha caído,

Enredándote con sus cabellos negros

dejando la pintura de tu ser en su olor, como muestra del triunfo

 de tu fantasía entre sus manos pálidas.




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