-Jack se sentó a mi lado en la mesa y los 3 chicos se levantaron para irse. A una mesa de distancia escuche a Lían decir:
Da igual, de todos modos seguro que era una guarra.
Y aunque Mark le dio un codazo yo no me aguanté.
Le dije a Jack que cogiera el coche, pero que saliera por la parte trasera y me esperara en la puerta delantera, que se diera mucha prisa. Él me hizo caso y yo actué.
Me aseguré de que mi helado estuviera líquido y lo escondí en mi bolso.
Me levante y fui corriendo hacia la entrada donde los 4 chicos iban a salir, me puse delante de ellos y le hice a Lían una seña con el dedo para que se acercara a mí. Cuando estaba lo suficientemente cerca puse mi boca en su oído y dije mientras le hachaba el helado derretido por la cabeza:
Si vuelves a llamarme guarra las consecuencias serán peores.
Y salí hacia el coche.
Rápidamente llegamos a casa hicimos las maletas y nos fuimos a la estación.
Una vez llegó el tren subimos y nos quedamos profundamente dormidos-.
Jack, Jack despierta, hemos llegado. –Susurré.
¿Qué? ¿Qué hora es? ¿Cuánto llevas despierta? –Preguntó con voz ronca.
Que termines de despertar, que es nuestra parada, que son las 9:00 h y que llevo despierta 20'. –Respondí absolutamente a todo.
¿Por qué no me has despertado antes?
Estabas muy mono durmiendo.
No te burles. –Siempre despierta de mal humor-. ¿Vendrás a dormir a mi casa?
Claro. –Susurro de nuevo.
Bien. –Me besa y empieza a despejarse.
-Llegamos y nuestras abuelas nos estaban esperando-
Oww... están guapísimos. –Dice mi abuela.
Abuela!! Tú también. Y Lucía, claro. –Sonrío y ella hace lo mismo, mientras que mi abuela ríe leve Jack intenta despejarse.
Qué tal lo han pasado?? –Pregunta Lucía-
Muy bien, aunque... estábamos de noche en el parque y unas cosas horribles y viscosas nos atacaron. Tuvimos que usar la magia pero nadie nos vio. –Respondí yo algo nerviosa mirando a Jack.
Bien. Controlasteis la situación como en los entrenamientos. Cómo va tu poder Kate, no te debilitas demasiado? – Preguntó esta vez Lucía.
No tranquilas. –Respondí.
Por cierto, -intervino Jack- se puedes quedar a dormir hoy en mi casa por favor??
Claro!! –Dijeron las dos abuelas a la vez.