Estoy estresada, mi cabello no ayuda y el maquillaje me hace ver espantosa, las manos me tiemblan y se perfectamente que la pasarela no fue como nadie lo planeo, y que posiblemente quieran quitarme el protagónico en la próxima que le sigue, y no estoy orgullosa de ello, solo me desconcentre y las cosas se me salieron de las manos, haciéndome tropezar torpemente con mis pies y caer asquerosamente contra el suelo en mis pequeños toples.
Mis ojos grises se llenaron en ese instante de lágrimas y salí corriendo fuera de las cámaras, sin importarme lo ridícula que me viera, solo hui descaradamente de ese lugar, hacia mi camerino intentando estar segura de todo lo que en esos momentos estaba enfocado en mí, y allí me termine de romper, esto jamás me había pasado, y se sentía mal, y más frente del evento en vivo, no sabía que me había ocurrido y me sentía tan impotente.
Así que tomé el pote de mi Nutella y me hundí en mi miseria escuchando hits de los dos mil y con mi maquillaje horrible estando enrollada en una bolita intentando protegerme de lo que me fueran a decir en un futuro no muy lejano.
La verdad no sé cuánto tiempo había pasado, yo solo me desenrolle y mire mi reflejo en el espejo, mire mi maquillaje corrido, y mis ojos grises totalmente aguados, limpie todo mi rostro, al terminar hice de nuevo mi maquillaje, haciendo que resaltara cada parte de mi refinado rostro y salí a buscar a mi manager que sabía que iba a estar muy pero muy enojado con mi actuar.
—Pero qué crees que acabas de hacer —me dice Alejandro y yo solo lo miro con una expresión de alta pena en mi rostro mientras el escanea toda mi presencia.
—Perdón, la verdad no sé qué fue lo que me paso y se también que hice todo el ridículo frente a todo el planeta tierra —digo con carita de perro regañado
—Por lo menos sabes lo que hiciste mal, ahora tengo que arreglar tu desastre, y va a estar más complicado de lo que crees. ¡Eras de los putos ángeles principales de la jodida victoria's secret! ¡Entiendes la gravedad del asunto! —yo lo miro mal porque se más que nadie que acabo de cagarla hasta el carajo y que no será fácil volver a recuperar el apoyo y la confianza de las demás marcas.
—Si lo entiendo y sé que puedo solucionarlo, sé que puedo y sé que puedes seguir confiando en mi —le respondo de manera calmada pero seca, haciendo que el solo tome su teléfono y comience a gritar a través de él, dándome una muy mala mirada y prácticamente corriéndome del lugar con sus manos.
Yo tomo mi bolso con fuerza y salgo en busca de mi Ferrari SF90 STRADALE para recorrer las calles del maravilloso Londres e ir a mi casa a seguir sufriendo por mi torpe caída el día de hoy. Definitivamente no van a querer verme en ninguna otra pasarela de alta costura. Y mientras yo iba a más de 100km/h las lágrimas corrían por mis mejillas rosadas y el momento se repetía torpemente por mi cabeza.
Al llegar a mi casa, le doy las llaves del auto a e mayordomo y entro directamente a subir las escaleras hacia mi cuarto donde me quito todo lo que tengo en mi cuerpo y me pongo una camiseta que robe descaradamente de Tom sexy Holland, para luego arruncharme en mi cama y seguir torturando mi cabeza con el momento bochornoso de hoy.
Mis amigos y mi familia me llamaban sin descanso alguno, mientras yo solo podía ser una bolita de carne acostada en mi cama comiendo un pilonon de galguerías que estaban fuera de mi dieta para mantenerme en forma. Así que después de largas horas de “descanso” logro tomar mi celular con desgana para ver los mensajes por la bandejita que aparece arriba del coso ese y leo un par de ellos.
Sra mamá:
Linda, llora todo lo que tengas que llorar
y cuando estes lista llámanos, estaremos
acá para ti.
El fastidio más grande de la ciudad:
Hey, no fue tan malo, mira el lado positivo
vas a estar en todas las revistas del país,
y lo más importante, las revistas
más reconocidas del mundo. Descansa
niña genio.
La niña de mama:
Se lo que paso, ¿quieres hablar de ello?
escríbeme cuando puedas.
El innombrable:
No tienes por qué preocuparte.
errores cometemos todos, y tú eres
demasiado talentosa, confía en ti.
Y esos fueron parte de una gran cantidad de mensajes que me llegaron por WhatsApp de consuelo, yo solo sonreí y caí en un profundo sueño sin saber el momento exacto en el que todo esto podría solucionarse.