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Zara

- ¡Dios mío! ¡Que hermoso anillo! Realmente muero de envidia – dice Olivia mientras no deja de observar mi mano – Felicidades, ambos se merecen esto.

- Gracias Liv… – tomo un poco de mi jugo de manzana – Todo es muy hermoso, pero me asusta.

- Es normal, preciosa. Comprometerte con alguien es un juramento de que estarás con esa persona el resto de tu vida. Pero es hermoso.

- Tienes razón. ¿Tú me ayudarías a buscar el vestido perfecto?

Chillo de emoción.

- ¡Obvio! Siempre quise hacer esto – aplaude mientras no deja de largar pequeños gritos.

Después de nuestra agradable merienda en su casa, decidimos ir a una tienda de vestidos. Ninguno que había visto hasta ahora me convencía del todo. Las empleadas del lugar han intentado convencerme de llevar el mas caro unas cuantas veces, pero no soy estúpida, tal vez seré joven, pero no idiota. Entonces veo uno que me llamó la atención por completo. Era tan largo que fácilmente podría ser una alfombra, tenía una abertura en la espalda muy bonita, mangas con detalles y lo que mas me encantó fueron las piedras rojas que se encontraban en la cintura. Esto no podía ser mas nosotros. Decidí probármelo y fue en ese momento que supe que era el correcto. Elegimos el velo y los zapatos que combinaría con el vestido. Liv me enseñó varias fotos de posibles peinado y me quedé con el moño y su volumen.

- ¿Vamos de compras? Estoy que muero por comprar el ultimo bolso de mi marca favorita.

- Andando. Yo estaba pensando en comprar cuadros para enmarcar las fotos de la boda.

- ¿Ya tienen la fecha?

- Aun no, pero pronto lo tendremos.

Conduce a toda velocidad hasta el centro comercial y agradezco por llegar viva. Esta mujer piensa que estamos en Rápidos y Furiosos. Y como lo dijo, fue directamente a por su nueva cartera. No se que tenía de interesante, he visto miles como esas en otras tiendas a un menor precio. Felizmente sale de la tienda y me arrastra hasta una joyería.

- Aquí no venden cuadros, Olivia – le informo, pero no me escuchó. Estaba mas ocupada observando todo.

- Mira este hermoso collar. Hace juego con tu anillo y el decorado del vestido.

Era verdad, todo combinaba y eso me encantaba, hasta las caravanas que ella me eligió y no me dejó elegir. No la culpo, ella tiene un mejor sentido de la moda que yo. Insistí en pagarlo yo, pero se negaba. Decía que lo tomara como un presente de bodas, pero todo era muy caro como para ser un simple regalo. Me di por vencida cuando no logré convencerla después de varios intentos fallidos. Por fin fuimos a la tienda de fotografía y compré varios marcos de diferentes tamaños, algún que otro cuadro para darle vida a la casa de mi futuro marido y una pintura que me encantó y al mismo tiempo no comprendí mucho: una rosa llorando. No le di importancia y seguimos con nuestro recorrido. Salimos del shopping con muchas bolsas en las manos. Adiós sueldo. Encendió su auto deportivo y casi que igual a la velocidad de la luz, estábamos de regreso en su casa.

- Que tarde mas divertida. Puedes dejar esas bolsas por ahí, yo me daré una ducha. Siéntete como en casa.

Cuando se marcho fui hasta su cocina para ver que podía cocinar. Pero cuando estaba por abrir su heladera, me encontré con una foto de ella y mi novio juntos, sonriendo. La tomé para verla mejor, pero sin querer se me cayó. En la parte de atrás había algo escrito. Lo levanté y fruncí el enseño cuando comencé a leer.

“16/03/2019

Hoy por fin sé lo que es estar enamorada y no ser correspondida. Sé lo que es desear a alguien y esa persona ni te note. Con él puedo dejar la fachada de niña mimada y ser yo, la verdadera Olivia Connor. Me siento tan feliz a su lado, es el único que me entiende y sabe cuando estoy mal. Pero a veces siento que eso no me he suficiente y quiero mas. Actualmente el está en pareja y no me ve mas que como su amiga de toda la vida, como una hermana mas. Tengo mucha fe que el algún día me verá distinto y me pedirá matrimonio de una manera muy romántica. Por ahora solo puedo vivir con mi realidad y dejar los sueños para las noches.”

¿Ella estuvo enamorada de él todo este tiempo? ¿Y aun así nunca tuvo malas intenciones conmigo? ¿Ni siquiera hoy? De verdad que la respeto. Jamás había conocido a una mujer que no intente arruinar la relación del chico que le gusta. Ella se merecía que alguien la ame como lo hace con Otis. Jamás me pondría celosa por ella porque siempre me ha demostrado que es una chica de quien confiar y es una muy buena amiga. Rápidamente la vuelvo a dejar donde la encontré y preparo una torta de chocolate. La castaña se acerca a mi lado y me sonríe tiernamente se ofrece para terminar con lo que empecé y la dejo. Moría de curiosidad por saber si aun sentía todo eso que escribió.

- Oye Liv…

- ¿Sí? – responde mientras hace algo en el horno.

- ¿Puedo hacerte una pregunta algo personal? No estas obligada a contestar.

Deja de hacer lo que hacía y se da vuelta para mirarme.

- Claro.

- ¿Tú… aun estas… enamorada de Otis? – termino la frase muy rápido, avergonzada.

Su rostro dejó de mostrar felicidad plena. Bajó la cabeza y miro al suelo. No debí preguntarle eso, soy una idiota.

- Mira Zara… Yo nunca fui de esas mujeres rencorosas y vengativas por no poder tener lo que quieren, en este caso, al que quieren. Siempre supe cual sería mi lugar en la relación que tenía con tu pareja. A él lo quiero mucho, en su momento estaba muy enamorada, si, pero todo eso cambió. Estoy muy feliz que el haya recuperado su brillo y esté muy seguro de compartir su vida contigo. Jamás tuve malas intenciones contigo, linda, nunca dudes eso – una lagrima baja por su mejilla.

Me acerco a ella y la abrazo, sé que lo necesita tanto como yo. Sus brazos se envuelven en mi cuello y los míos en su cintura. La escucho sollozar y hace que me sienta aún mas culpable por sacar ese tema, pero tenía mis dudas. Por supuesto que esta chica no tiene ni una pizca de maldad en su alma, es tan pura y delicada que no entiendo como mi novio no se haya fijado en ella y si en la desgraciada de Rebecca, o en mí… que solo le traía problemas y desgracia. Me alejo de ella y ambas nos sonreímos.