Aurora

Capítulo 14

Aurora

Al principio no le dí importancia, hay muchos animales en el bosque que podrían ser los causantes de ese ruido. Y eso no quería decir qwue estuviese en peligro, debía aprender a convivir con ellos de echo.

Pero el ruido siguió y se esuccharon unas pisadas firmes, que definitivaqmente no eran de un animal, acercarse a la puerta del conductor. 

La respiración se me cortó cuando una figura alta y robusta apareció al otro lñado de la puerta, me quedé pàralizada lo cual fue un error fatal porque él lo aprovechó para abrir mi puerta cogerme del brazo y sacarme de un tirón del coche.

Caí de rodillas al suelo sin poder evitarlo por la impresión, Rodrigo tiro de mi pelo para que echase la cabeza hacia atras, con  tanta rudeza que note como mi cuello triscaba y dolia, haciendo que le mirase a la cara.

-¿Por que estas huyendo?-Preguntó y yo no contesté. No entendía que narices hacia aqui, me tendría que haber alejado del coche mucho antes, si lo hubiese echo esto no habría pasado.

Había cometido un error que ahora mismo sino solucionaba me podría costar la vida.

Pensé en como salir de esta situqción, la unica forma iba a ser en el combate cuerpo a cuerpo porque no conseguiría alcanzar mi pistola sin que el se diese cuenta y me lo impidiese. Esperaba que el no tivese una pistola, pero en realidad sabía que la tenía.

Sin embargo yo sabía que el no me podía matar, Claudio querría saber que es lo que sabía y nunca lo haría si no se lo contaba yo misma. Por lo que usaría esto a mi favor, la posición en la que estaba él, en la que yo le podía causar la muerte pero él a mi no era complicada. 

Por estas cosas yo no guardaba lealtad a nadie, si fallaba me fallaba a mi misma no a alguien mas que podría hacer que yo misma muriese.

-No estaba huyendo.-Dije firmemente. regla número nueve nunca mostrar debilidad a tu enemigo. Aunque ambos sabemos que esto era mentira, pero no sabía exactamente lo que debería contestarle.

-Te voy a devolver al búnker.-Dijo para después hacerme levantarme del suelo e intentar llevarme hacia la ciudad.-Menos mal que me he traido un coche.-Entonces cuando se giró yo retorcí mi brazo a la vez que daba un codazo en el antebrazo consiguiendo que me soltase debido al dolor que le habia provocado.

Soltó una maldición entre dientes y la mirada que ví en sus ojos por primera vez me dio miedo de verdad. Intentó darme un puñetazo pero rapidamente le esquivé. En estos mo0mentos agradecí que mi madre me hubiese obligado desde pequeña a aprender a luchar.

Sino supiese como hacerlo nunca habría tenido posibilidades de ganar esta pelea, Rodrigo era bqastante mas grande que yo y eso le daba mas ventaja de la que me gustaría.

él pegaba sin control alguno sin pensarlo de verdad. LO cual era un gran error, un error que yo podía utilizar a mi favor. Se estaba volviendo demasiado predecible.

En uno de esos intentos de puñetazos me eche rapidamente hacia un lado y agarré su puño dandome lña vuelta y con la espalda hacia él le pegue un codazo en la cara haciendo que se aturduese y que cuando le hice un barrido cayese al suelo redondo.

Le miré desde arriba intentando pensar en que hacer, antes de que pudiese recobrar del todo el sentido le até las manos con un nudo, que como siempre me había enseñado mi madre y me volví a incorporar.

Se quedo ahí adolorido, por un momento me le quede mirando y supe que le había roto algo. Me subí al coche para hui y me fui.

Unas calles más alantecuando había cogido suficiente ventaja, me baje del coche y cogí mi mochila junto todas mis cosas. Cerré el coche y tire las llaves a cualquier sitio mientras empezaba a correr alejándome del lugar donde el coche se encontraba.

Humo salía de mi boca debido a las bajas temperaturas, a pesar de lo abrigada que iba sabía que tenía que encontrar un refugio para organizarme y saber dónde estaba, porque gracias a Rodrigo me había perdido y no sé exactamente por donde tengo que ir.

Tropecé con algo del suelo y caí, note como en mis manos se clava gravilla del suelo. Hice una mueca del dolor porque además me había dado un buen golpe en las rodillas. No estabas costumbrada a correr, de echo creo que pocas veces había corrido. 

Los demás niños a veces jugaban a los juegos de antes en los que de debía correr o esconderse pero yo siempre estaba con mi madre, no recuerdo haber jugado a muchos de esos juegos.

Por lo tanto era normal que ahora me sentiese completamente abogada, empecé aanimorar el paso pero no pare en ningún momento con miedo a que Rodrigo me encontrase. No había visto a ningún animal todavia lo cual se mete hacia demasiado raro, normalmente desde el coche veíamos muchos animales salvajes. 

Aunque me alegraba de que no me hubiese encontrado con ninguno, no era bueno !algastar balas. Las iba a necesitar a partir de ahora.

Vi un edificio grande al final de la calle, así que me acerque hasta allí e intente entrar por la gran puerta que ya no existía, sin embargo me choqué contra algo transparente. 

Solté un quejido debido al golpe que se dio mi cambeza contra lo que parecía un cristal, ¿quien en su sano juicio ponia una puerta de cristal? podría entrar cualquier persona muy facilmente, este edificio resalmdente njo estaba echo para ser un sitio seguro. 

De echo mke planteé si de evrdad quería entrar ahí, pero ahora tenía ddemasiada curiopsidad por loq ue podría haber dentro. Asi que cogí una piedra grande del suelo y la lancé conttra el cristal, haciendo que este se rompiese en m,iles de pedazos.

Por un momento me quede mirando fijamente los cristales, y sin poder evitarlo mi cabeza se fue al recuerdo de hace un par de dias. Donde un trozo de cristal casi me quita la vida. Bueno en realidad no fue el tropzo de cristal quien casi lo hace, pero prefuiero pensarlo asi a pensar que fui yo quien casi causa mi propìa muerte.




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