Esta loca. A pesar de su edad es infantil, puedes llegar a creer que es dulce y tierna, pero solo a veces, no es estable mentalmente. Se considera a sí misma una muñeca rota a la cual le fue arrancado el corazón, porque esta vacía, no hay nada dentro de ella.
Intento llenar ese vacío doloroso, con el amor de una persona, pero fue cruelmente rechazada esa persona fue lo más importante y deseado por ella, pero ese vacío que creyó lleno solo se expandió destruyendo la poca cordura que le quedaba.
Aurora hizo mucho daño, no solo a ella sino también a los demás incluyendo a la persona que creyó amar.
Poco a poco se sumergía en su propia miseria.
Se rompía más.
Atento contra su propia vida en más de una ocasión pero siempre había algo que se interponía.
Hay alguien que la ama mucho, daría cualquier cosa por ella, y hasta cierto punto es alguien bastante de temer.
Con engaños y artimañas la convenció de ceder su persona para él. Dijo que él podía repararla, como ella sentía que ya era inservible, que no tenía motivos para vivir por su voluntad, cedió.
El la llevo a las profundidades de su realidad, encerrándola, teniéndola solo para él. El creo varias muñecas para remplazarla en la realidad, pero se descomponían.
Cada una de las muñecas, eran creadas para proteger a Aurora pero terminaban marchitándose al poco tiempo.
Así que decidió dividir el alma de Aurora a la mitad.
Ahora había dos exactamente iguales físicamente pero su forma de ser no lo era.
Él la amaba, deseaba protegerla, al principio solo la quiso por capricho, pero, llego a amarla, se enamoró de cada centímetro de ella, de sus ojos amielados que solo mostraban una profunda tristeza, de su hermosa cabellera castaña, de sus defectos, de su sonrisa, de su forma peculiar de ser, de lo que era capaz de hacer por amor, todo de ella amaba.
Pero Aurora estaba rota, ella así se sentía, el vacío era doloroso, sabía que el la adoraba, pero no era suficiente, sabía que con él estaba a salvo, pero no era suficiente, no le llenaba el vacío.
Mientras Aurora podía quedarse dormida, la otra mitad permanecía afuera en la realidad.
Viviendo con el único fin de proteger a Aurora.
De los demás.
Y de sí misma.
Esa es en pocas palabras una parte de su vida.
-¿Qué si quien soy yo?- sonríe - Soy la otra mitad.