Tras la muerte de un tío lejano que ni siquiera tuvo el gusto de conocer, Alberto heredó una de sus propiedades, una gran casa, en medio de un predio enorme, que aunque estaba algo descuidada valia más de lo que su pareja y el podían soñar. Con la terrible situación económica que vivían no dudaron en vender su casa para mudarse a aquella enorme construcción y restaurarla ellos mismos, con la idea de venderla al mayor precio posible.
Lo primero que hicieron fue recorrer la casa por completo para saber qué tanto trabajo les costaría, al menos no había mucho que sacar, la falta de muebles era evidente. Pero para su sorpresa el sótano, que era dos veces el tamaño de la casa, estaba lleno de barriles y botellas de licor que probaron con gusto...
Fueron tantos los tragos que probaron esa noche que se quedaron dormidos ahí mismo y se despertaron a media noche debido a que las luces de toda la casa se encendían y apagaban como si fuera un corto circuito.
Tras varios días trabajaron en la restauración, hicieron una gran fiesta con sus amigos y personas interesadas en comprar la propiedad, sirvieron el vino de los barriles, esa noche se acabaron más de seis y al terminar la reunión estaban muy contentos por las ofertas recibidas, cuando uno de los meseros les dice que no han podido aún sacar los barriles porque están muy pesados, que necesitaban una mano, un par de amigos que aún seguían en la casa acompañaron a Alberto hasta el sótano, tomaron entre todos el barril pero este se les cayó y al romperse vieron con espanto que adentro se encontraba el cuerpo de una jovencita, rompieron los demás vacíos y encontraron más gente muerta en ellos...
Todos se encontraban en la misma posición, acurrucados como bebé en el vientre y debajo de los barriles había fechas que se marcaban desde el 1500 hasta el 2000.
Cuenta Alberto que revisando las pertenencias de su tío encontraron un diario en el cual descubrieron que había vivido más de 500 años gracias a aquella Agua de Vida que el mismo preparaba, que había suficiente para que una familia completa tuviera el mismo destino que él, así que Alberto volvió a reunir a todos aquellos que esa noche presenciaron el contenido de los barriles y todos aceptaron, ahora curan todos sus males bebiendo la vida de alguien más.