5.3 - Días Normales

—Siento que comí mucho anoche.

A la mañana siguiente, me desperté con un leve dolor de estómago. Recuerdo que comí hasta hartarme, lo cual resulto contraproducente. Debí haberlo imaginado.

Apenas puedo moverme en la cama, la cual resultó ser más agradable de lo que pensaba. Ahora estaba completamente descansada. No tendría que preocuparme por la estancia por unos días, ni tampoco de la comida, pero, ya había aprendido que no podía comer en exceso antes de ir a dormir.

Aunque eso ya lo sabía, realmente.

Abro mi interfaz y observo la información que pueda. Mi posición en el mapa está correcta y puedo ver las rutas que he usado.

Veo desde la cabaña hasta el pueblo y parte de sus alrededores. Todo bajo control, nada fuera de lo normal.

Ahora que tenía un trabajo, podría darme un pequeño lujo, holgazaneando hasta medio día. Después de todo, lo único que tenía que hacer era cazar y creo que se me daba bien.

Creo que puedo dormir otro rato…

De pronto, algo me hizo que me sobresaltara.

—Cierto, tengo que ir al gremio en la mañana. Maldición.

Nanya me dijo que fuera donde ella lo más temprano posible, por lo que no tengo tiempo de seguir durmiendo. Reviso la hora, aún es temprano, así que me doy el tiempo para cambiarme tranquilamente.

Antes de salir de mi habitación, me coloco mi abrigo de manera que mi identidad no sea vista fácilmente.

Ya que no conozco el trazado de este lugar, tendré que preguntarle al dueño cómo salir de aquí. Recuerden que yo entré aquí inconsciente y no he salido para nada, así que sería lo normal no saber cómo moverme.

Al bajar las escaleras que conducían a mi cuarto, me encuentro con el dueño en persona.

—Buenos días, ¿dormiste bien?

—Si, excelente.

—Me alegra. Nanya debe estar esperándote en este momento, así que ve.

—¿Por dónde puedo salir?

—Por aquí.

Él me guía hasta la salida, la cual no se encontraba muy lejos de mi habitación. Como sea, al salir del restaurant respiré profundo. El aire de la mañana era algo único, así que había que disfrutarlo.

Como sea, tengo que moverme, no puedo llegar tarde.

Comencé a correr hacia una de las calles laterales del gremio, ya que por ahí se encuentra la puerta trasera del edificio, por la cual puedo entrar sin ser descubierta. Espero que Nanya no se enoje si llego tarde.

Encuentro una puerta casi hasta el final del edificio y la toco sin dudar, esperando respuesta. Unos momentos más tarde, la puerta se abre y me encuentro con alguien conocido, Nilus.

—¿Eh?

—¿Tú?

Ambos nos sorprendimos de encontrarnos en un lugar así. Pero, sin duda, la más sorprendida fui yo, ya que, además de no esperar encontrármelo aquí, Nilus tenía su pecho al descubierto. Si estaba durmiendo con Nanya, solo puede significar una cosa.

El solo hecho de pensarlo hace que me ruborice.

—Por cierto, no te pregunté tu nombre ayer, ¿puedo saberlo?

—C-claro. Soy Anneth, mucho gusto Nilus.

De pronto, una tercera voz se unió a nosotros, la cual provenía desde el interior.

—Nil~♥ ¿Con quién hablas?

Era imposible no saber de quién era.

—¿Recuerdas la chica de anoche?

—¿Chica?

En ese momento, Nanya se asoma por la puerta y me ve. Su expresión cambia a una “oh, eres tú” y me da una sonrisa.

—Nanya.

—¿Sí~?

—¿Por qué no estás vestida?

—Pues…

—Vete a poner algo de ropa.

—Ya voy…

Parece que los encontré en una situación algo comprometedora. No interrumpí nada, ¿verdad?

Ahora me siento mal.

—Tranquila, no pasa nada. Es normal que ella sea algo despistada.

—Entiendo.

—Como sea, ¿puedo preguntar a qué viniste?

—Es que Nanya me había dicho que viniera temprano para que me registrara en el gremio y esas cosas.

Nilus parece creerme, así que cierra la puerta y, creo yo, va a perseguir a Nanya hasta que esté lista. Parece que me he encontrado con una pareja interesante en este mundo.

Tras un par de minutos, la puerta se abre nueva mente y, en esta ocasión, Nilus me invita a pasar, parece que ya está todo preparado para lo que he venido a hacer.

Si te soy sincera, me siento algo nerviosa. En todo lo que yo sabía sobre otro mundo, un punto en especial decía que tenía que registrarme, tarde o temprano, en uno de los muchos gremios o grupos disponibles en el mundo, y desde ahí, apuntaría hasta lo más alto.

O eso quería pensar. No creo que ponga ser la más fuerte como mi objetivo final, aunque, si lo consigo en el proceso, no estaría nada mal.