08-Mirando al Futuro

Algo en lo que Axiuru no había reparado hasta entonces era en la diferencia de género, se suponía que ella era una mujer pero a nadie se le hubiera ocurrido obligarla a ejercer lo roles que esta cumplían en la aldea, casarse, formar una familia y dedicarse al hogar; y no la obligaban a ello simplemente porque no era humana pero sucedía que Tsami no contaba con esa protección.

Al momento de presentarla en la aldea comprendió como estaban realmente las cosas, incluso Kua’Kua, quien era de mente abierta y apoyaba los cambios, no se sentía cómodo con la idea de una mujer chaman.

-¿Cómo puedes decir eso?, no importa que sea mujer, es la persona más inteligente que conocemos.

-Déjalo ser-intervino Tsami-la crianza es una de las cosas más difíciles de borrar, y en todo caso eso de oficiar ritos tampoco me convence.

-¿Qué propones entonces?-pregunto Kua’Kua, tampoco le gustaba su manera de hablar.

-Primero quita esa cara de limón acido, se supone que estoy aquí para crear defensas, inventemos un cargo nuevo y a trabajar.

-Eso suena razonable.

-Supongo que puede funcionar-dijo el indio, de mala gana.

-Claro que funcionara, fue idea mía.

La personalidad de Tsami tampoco le ayudaba a adaptarse, era demasiado agreste, llevaba años cuidándose sola y había perdido todo aprecio por las castas sociales, la única razón por la que aceptaba vivir de nuevo entre las personas era para cumplir el sueño de su padre.

La nombraron Gran Artífice y dedico todo su primer años en renovar las aldeas de la comunidad, se gano el aprecio de la gente por merito propio aunque debía compartir el crédito con el “Dios de la Técnica”, era el precio que pagaba por mentir; a comienzos de un nuevo año Axiuru le llevo a la colina, habían pasado tres años desde la llegada de los españoles.

-¿Crees que podrías deshacerte de esto?-pregunto Tsami, golpeando el suelo con su pata de palo.

-¿De qué?

-La colina, tal vez derretirla con tu rayo…

-¿Estás loca?, ¡No destruiré la colina!-y agrego apesadumbrada-significa mucho para mí.

-Entonces queda descartada la idea de una muralla, no podemos con esto frente al pueblo.

-Si no podemos cubrirnos debemos estar listos para luchar.

-Esto es lo que pienso-dijo, oteando el paisaje-vendrán por el mar, es vital un sistema de alerta temprana por lo que propongo construir torres de vigilancia, mientras más arriba mejor.

-No pondremos una sobre la colina-se apresuro a decir.

-No hace falta, desde aquí veo dos puntos perfectos, pondremos una en cada extremo de la playa y una tercera por allá abajo.

-Excelente.

-Oye…ya que estamos solas-bajo la mirada-quisiera disculparme.

-¿Por qué?

-Hable con Cholena, me conto como pensaste que yo podría ser como tú y cuanto te decepciono que no fuera así.

-No tienes que disculparte por eso.

-Siento que debo-rio-y si te sirve de consuelo yo sé bien como te sientes.

-¿Si?

-Claro que soy humana y todo eso pero por la forma en que pienso y veo el mundo muy a menudo me siento sola, como si no perteneciera aquí…óyeme, has sido estupenda conmigo y estoy hablando como una ingrata.

-Claro que no, en todo caso me anima.

-Mira hacia arriba-anochecía y ya se veían las primeras estrellas-el cielo es enorme, ¿Quién sabe lo que hay más allá?, existen otros como tú, estoy segura.

-Y yo estoy segura de que en el mundo hay otro como tú.

Tsami se rio como si le pareciera una tontería y Axiuru quiso darle un empujón amistoso pero al tocarla tuvo una súbita visión.

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