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Capítulo 9 Al final solo nos quedan los buenos recuerdos.

Un ramo de rosas marchitas en el viejo jarrón

Un álbum de fotos abierto en un rincón

Y el llanto de alguien se escucha en alguna habitación

Sus lágrimas mojan la vieja alfombra amarilla

Y las fotos le traen buenos recuerdos, recuerdos y solo eso

Recuerdos de lo que fue y no será más

 

En la actualidad.

Lo recuerdo todo muy bien, como si hubiera sido ayer. Eran las seis de la mañana. Estaba en la cabaña de Jared, sentada frente a la pequeña chimenea con un vaso de chocolate caliente entre mis manos después de haber tomado una larga ducha. Cuando llegue del concierto vi que tenía varias llamadas perdidas, pero no les preste atención. Cuando por fin decidí ver mi teléfono vi los mensajes y después escuche el audio que me dejo alguien, un amigo de Peter, de eso si no estoy segura, nunca llegue a saber quién fue él que me dio la noticia, nunca reconocí la voz pero ahora no la puedo quitar de mi cabeza.

Peter murió-era todo lo que podía pensar-Peter murió.

Todo a mí alrededor se detuvo y dejo de importar. Todo se volvió negro y en medio de toda esa oscuridad pude ver su rostro. Me sonreía como siempre, pero estaba tan lejos que no lo podía tocar, yo intentaba acercarme pero él se alejaba más y más. Y de pronto desapareció y no supe que hacer o cómo lidiar con ese dolor. Recuerdo que empecé a golpear el piso con fuerza hasta que mis nudillos sangraron, Jared salió a ver qué pasaba y trato de ayudarme pero yo en ese momento solo quería a Peter. Grite, patalee y bote todo lo que estaba alrededor mientras lloraba desesperadamente y llamaba a Peter. Llore todo el día y al día siguiente y el día después de ese, llore toda la semana y cuando llegue a mi casa, me acurruque junto a mi mamá y le dije que me abrazara muy fuerte. Dormí esos días con mi mamá porque no quería estar sola. Pero mi mamá nunca supo que pasaba.

-¿Por qué yo no soy como los demás?-le pregunte a mi mamá una semana después-¿Por qué me importan cosas que a los demás no?

Mi mamá dejo su taza de café en la mesa y me miro con una sonrisa. El olor del pan recién horneado inundaba toda la cocina, un olor que me da nostalgia. No puedo evitar pensar en mi abuela.

-No entiendo porque querrías ser como ellos.

-Es que ellos se ven tan…

No termine mi frase, cambie de tema, como tantas otras veces. Debí decirle que tenía el corazón roto, que acaba de perder a alguien muy importante para mí. Que me sentía destrozada y solo quería quedarme en mi cama y sentirme miserable. Debí decirle todo eso y más, pero sin embargo le hable sobre la sobrepoblación y otras cosas que ya no recuerdo.

Y hoy después de dos años ella se entera que perdí a alguien muy importante el día de mi cumpleaños. Ella tenía que enterarse por mí, pero no tuve la valentía de decirle.

-Pero ella no es culpable de nada-dice mi hermana a la defensiva después que Nina termino de contar la historia.

-No, no lo es pero ella se culpaba.

Como no hacerlo, él me conto que estaba mal, que iba a entrar en rehabilitación y yo fui y le vendí la droga sin pensarlo bien, solo porque quería ir a ese concierto. Después de escuchar lo que él me dijo, debí negarme rotundamente a que él me compre la droga. Debí, debí, debí haber hecho tantas cosas, pero no hice ninguna y ahora él está muerto.

Una fotografía mía en el poste de luz afuera del cementerio llama mi atención. En letras grandes dice: DESAPARECIDA y más abajo pide que si me han visto se comuniquen a un número ¿de quién es ese número? Puede que sea de la policía o de mi mamá, no se el número de mi mamá, nunca he sido buena con esas cosas. Me acerco al poste y miro mi foto de cerca, es extraño, muy extraño.

-Yo también me estoy buscando.

DESAPARECIDA, vuelvo a leer y esa palabra da vueltas en mi cabeza mientras entramos al cementerio. Me pregunto ¿Cuántas de esas fotos habrán pegado? Ahora mi rostro puede estar en cada poste de luz que hay en el pueblo. Cuando aparezca yo mismo quitare cada una de esas fotos.

-Ella estuvo aquí-dice Jared.

Miro la tumba y el pequeño ramo de claveles amarillos, también está el pequeño panda de peluche que él me regalo. ¿Por qué deje el peluche ahí? no lo entiendo.

-Siempre visita a Peter los viernes.-le dice Emily con una sonrisa.

Pero no estuve aquí por eso. Le deje mi pequeño peluche que me recordaba a él, no puedo dormir sin ese peluche. Cuando duermo en una casa que no es la mía, me hace mucha falta ese pequeño peluche y ahora lo deje aquí como si nada. No, lo deje aquí por una razón y esa debe ser la misma razón por la cual me fui así de repente.

Miro la tumba y la sonrisa de Peter, veo los claveles y el peluche.



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En el texto hay: depresion, amor dolor y muerte, amistad y familia

Editado: 01.07.2018

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