Capítulo 19

Aura

Termino de hacerme la trenza y me miro al espejo. Hace unas semanas que no veo a mi tío y a mi primo hace casi diez meses que no lo hago, entre haberme ido a Colombia para recuperarme y todo el trabajo que he tenido encima desde que volví me ha sido imposible a pesar de que me hubiese encantando sacar una hora de mi tiempo para venir a verlo.

Dejo de mirarme cuando llaman a mi puerta. La cabeza pequeña de mi cuidadora se asoma cuando la abre, sonriente como siempre.

– Asher Evans ya está aquí.- asiento y ella vuelve a cerrar la puerta.

Parece que cuanto más intento evitar a Asher, más cerca insisten mis amigos y familia en ponerlo de mí. Tengo mucha fuerza de voluntad y mucha resistencia, pero hasta yo tengo un límite y estoy cerca de sobre pasarlo.

Me echo perfume, cojo mi bolso y salgo de mi cuarto para encontrarme con Asher. Me mentalizo para no verlo atractivo, algo imposible porque sigo teniendo ojos en la cara, mientras bajo sola en mi ascensor.

Me despido de mi madre con un beso en la mejilla, mi padre se tuvo que ir ayer a una reunión fuera de Estados Unidos, quiere expandirse por Europa y no voy a ser yo quien se lo niegue, casi diría que soy quien más lo apoya en su idea.

No hablo nada con Asher, lo dejo que me suba en su camioneta y lo ignoro todo el trayecto o al menos lo intento. Miro las calles, intentando ignorar al hombre de mi izquierda. Incluso con ropa casual se ve atractivo. Es difícil ignorar a alguien por el que se tiene sentimientos, me sentí cómoda con él. Hacía demasiado tiempo que no me tensaba al estar en los brazos de un hombre. Quisiera avanzar, pero tengo mucho miedo por todos mis sentimientos.

Aparca cuando llegamos a la enorme mansión del hermano menor de mi padre, Adam. Hace casi un año que no vengo a su casa y parece que por fin la mujer de mi tío consiguió el jardín que deseaba. Recuerdo ayudarla a planta flores antes de mi accidente.

– AURA.- sonrío cuando tras cinco segundos tengo a un pequeño hombrecito en mi regazo.- Te he echado de menos.- me abraza, escondiendo su cabeza en mi cuello.

– Yo también te extrañé.- sonrío besando su cabeza castaña.- Feliz cumpleaños Kevin.

Él levanta su cabeza, clavando sus ojos verdes cristalizados en los míos marrones. Lo abrazo con fuerza, inhalando su olor a vainilla, su olor infantil.

– No vuelvas a hacerte daño.- pide contra mi cuello.

– No lo haré.

Me duele saber que ya es lo suficientemente mayor para entender lo que hace unos años no. Quisiera que siguiese viéndome como una mujer fuerte y no la que se quiso rendir hace unos meses atrás.

– Te traje un regalo.- lo aparto un poco para mirarlo a la cara.- Espero que te guste.

– Seguro que si.- besa mi mejilla y vuelve al suelo.- ¿Me das mi regalo?- asiento sonriendo.

– Asher.- le hablo al hombre detrás de mí.- ¿Me das la bolsa?- él asiente y me la pasa.

Le doy la bolsa a Kevin y veo como abre el regalo. Me mira con una enorme sonrisa y vuelve a mi regazo para darme un enorme abrazo y luego sale corriendo para enseñarle a sus amigos su regalo.

– Tienes una familia hermosa.

– Lo sé.- digo sin mirarlo.

Sonrío viendo a mi tío Adam y su esposa Gabriela, fueron un gran apoyo en mi lenta recuperación. Me acerco a ellos dejando atrás a Asher, aunque sé que me sigue de cerca.

– Aura.- me sonríe mi tío antes de darme un abrazo.- Es un placer conocerte Asher.- saluda al hombre detrás de mí.- Espero que no te sientas incómoda.

Resoplo viendo en la misma dirección que él, el senador White y su esposa me miran desde lejos. Ruedo los ojos y los ignoro. Para mi mala suerte hace diez años decidieron tener otro hijo que por desgracia se hizo amigo de mi primo, me hubiera gustado sacarlo de mi vida por completo pero tampoco iba a obligar a Kevin a dejar de ser amigo del pequeño de los White, porque fue yo quien insistió en que fuesen amigos y ahora son inseparables. Solo espero que su hijo menor sea más decente que la mediana.

– No te preocupes.- le sonrío.- Estaré bien.- lo tranquilizo.- Gabi, vi tu jardín, está hermoso.

– Gracias.- me sonríe.

– Oí que Marie volvió a la ciudad.- miro con mala cara a Liam, sigue siendo el perrito faldero de los suegros de su hermano.

Me alejo un poco de Asher, lo suficiente para que no nos escuche hablar. No tiene porque saber cosas sobre Marie.

– Volvió y va a quedarse.

– ¿Crees qué está lista?

Puedo odiar mucho a Liam y a su hermano mellizo, enserio que puedo odiarlo mucho pero siempre le estaré agradecida por lo que hizo por Marie. Para nadie es un secreto que Liam estuvo y muy posiblemente siga estando enamorado de mi amiga, y sabe ser solo su amigo porque Marie solo lo ve como eso. Marie quiso apartarse de él después de mi accidente pero no la dejé, ella lo necesitaba en ese entonces, ella necesitaba el apoyo que él le proporcionaba, el apoyo que sigue dándole después de tantos años.

– Parece estarlo.- lo miro.- No debes preocuparte mucho.- lo tranquilizo.

– No puedo no preocuparme Aura, ella…

– Sé lo que significa Marie para ti, y sé lo que tú significas para Marie, por eso no la dejé apartarse de ti.- lo enfrento.- Soy la persona más consciente del apoyo que eres para ella Liam, puedo despreciarte, tenerte poca estima y querer verte lo más mínimo pero si tu presencia ayuda y calma a Marie, puedo soportarte y puedo tenerte al tanto de todo.

– Gracias.

– No lo hago por ti Liam, no movería jamás un dedo por ti, nunca te ayudaré a no ser que esa ayuda tenga que ver con Marie.- asiente.- Ve a lamerle el culo a los suegros de tu hermano, no está Marie para que te tenga que estar soportando.

– Sé que no me vas a creer y que de seguro pensarás que me estoy burlando de ti, pero te prefería a ti antes que a Renatta.

– Yo prefiero estar sola a volver a estar con tu hermano.- él asiente.- Nos vemos Liam.

– Nos vemos.