A Joy no le gustaba la experiencia real, porque era muy dura de resolver. Y es peor sino se tiene un buen control de los acontecimientos. Su única solución era sumergirse en las páginas de sus libros, ellos jamás cambiaban su temperatura.
Los acontecimientos que presenció donde su madre había sido protagonista habían sido asquerosos.
<<Repugnancia>> pensó, era la palabra correcta.
Se sobresaltó al sentir un paño húmedo en la frente, abrió los ojos de inmediato y se encontró con los ojos azules de su madre.
—por fin has despertado Joy—le dijo ésta mientras le dejaba el paño en la frente. Joy no se movió ni un ápice, ella se levantó y abrió las ventanas.
—¿se puede saber que comiste anoche?—continuó Mary—arruinaste la velada, no tienes ni idea de la vergüenza que tengo con los Derkins—Joy miró a su madre y tragó saliva. No podía dar crédito a lo que estaba oyendo—ahora mismo te levantarás y pediré una reunión con ellos para que te disculpes formalmente por ese comportamiento
Joy se sentó en la cama y se quitó el paño—el desayuno está en el escritorio Joy. En cuanto termines aséate y baja por favor—y al decir esto Mary se dirigió a la puerta
—Madre
Mary se detuvo, Joy rara vez la llamaba así. Más bien nunca la llamaba para nada.
—¿Si Joy?
Joy la miró a los ojos, aquellos ojos idénticos a los de él—inventa una excusa, la que sea. Nos iremos ya
Su madre abrió los ojos como platos—de todos los mocosos insolentes... ¿Cómo te atreves a...?
—te oí gemir—le dijo Joy con la más absoluta calma—como las más vulgares mientras lo hacías con el padre de Aidan—Joy se puso de pie. Su madre estaba congelada.—si quieres seguir viviendo bajo el mismo techo que te dio mi padre, entonces irás allá abajo y te inventarás una muy buena excusa y nos iremos ya
Joy observó a su madre. Jamás le había hablado así, jamás había hablado si quiera dos palabras con su madre. No podía culparla de la impresión.
En ese instante la puerta se abrió. Dos pares de ojos azules miraron un par de ojos verdes.
—no es necesario que se invente ninguna excusa Señora McFly. Saldremos en veinte minutos—y al decir eso, aquella mujer que lo volvía loco se fue.
<<Las vacaciones de verano en Inglaterra habían salido... mal>> pensó Azula con resignación.
Su abuela se había puesto el grito en el cielo cuando su padre le anunció que se iban. Se desató la tercera guerra mundial hasta que abuela los terminó echando de Derkins Terrace "Para Siempre".
Azula cerró la ventanilla del jet y subió el volumen de su reproductor al escuchar su canción favorita. "My Everything" de Collie Buddz.
Observó a Aidan parlotear mientras le enseñaba algo a Joy en su Tablet. Su padre y el padre de este estaba conversando y la madre de Joy ojeaba una revista en los últimos asientos.
Azula la observó. La madre de Joy era muy hermosa, piel blanca, cabello largo, laceo y negro; y un cuerpo voluptuoso. No podía culpar a su tío por sentirse atraído.
Una vez le había preguntado a su padre sobre la madre de Joy.
—¿Qué pasa con ella?—le había dicho este
—¿no te parece hermosa?
—efectivamente lo es
—¿y no te atrae?
—no me atraen las mujeres casadas
Azula sonrió al recordarlo.Pero su sonrisa se desvaneció al cruzar su mirada con la de Mary McFly, esta le lanzó una mirada asesina y Azula alzó una ceja, Mary volvió a concentrarse en su revista; Azula no pudo evitar recordar el momento en que llegó a la habitación de Joy y escuchar la conversación que tuvo con su madre.
"Te vi gemir como la más vulgares..." Joy ni siquiera había levantado la voz, expresó aquel insulto como si estuviera hablando del tiempo; Azula había puesto los ojos en blanco porque jamás había escuchado a Joy decir más de una oración y mucho menos de esa manera. La influencia que ejercía Aidan sobre él estaba dando frutos. Eso le arrancó una sonrisa de los labios.
***
El siguiente semestre llegó y Aidan estaba hastiado. La universidad poseía clases extracurriculares de las cuales no podía salvarse y su peor error había sido colocar a Joy a inscribirlo. Estos se encontraban en la cafetería.
—Maldita sea Joy ¿Por qué me inscribiste en el club de karate?—le preguntó Aidan disgustado
—porque no sé escribir la palabra Jiujitsu—le respondió Joy mientras pasaba la página de su libro
—¡Tampoco sé Jiujitsu Joy!—exclamó Aidan y luego suspiró—lo único bueno de esto es que tú me vas a acompañar y vas a aprender a defenderte
—no es necesario
—si es necesario Joy y lo sabes
—¿sabes cuál es el problema con el universo?—le preguntó Joy
Aidan suspiró—eres imposible...
—Si el universo tuviera un manejo decente, estuviéramos completamente satisfechos
—el lugar es gratis Joy
—esa es otra cosa
Aidan observó a Joy. A pesar de que siempre cambiaba el tema o se distraía por cualquier tontería, se expresaba un poco más. Aidan no era psicólogo pero sabía que Joy había tenido un excelente progreso.
En ese instante se acerca la amiga de Azula, Charlotte. Aidan se había acostado con ella unas dos veces con unos buenos tragos encima.
—Hola chicos—los saludó
Joy la ignoró—Hola—le dijo Aidan
—estamos haciendo una encuesta sobre los libros favoritos de los estudiantes—le informó ella—¿Cuál es tu libro favorito Aidan?
—me gustó mucho la divina comedia de dante—le respondió Aidan—aunque confieso que no tiene nada de comedia
—la literatura occidental en el siglo XIV se dividía en dos categorías—comenzó a decir Joy sin quitar la vista de su libro—la tragedia, formada por la literatura escrita en latín y la comedia escrita en lengua vernácula que iba dirigida al pueblo
—gracias Wikipedia—le dijo Aidan—¿Cuál es tu libro favorito Joy?
—Como gustéis—respondió mientras pasaba la página del libro