Annetta le subió el cierre a Azula en la parte de atrás de su conjunto enterizo. Este era de color azul rey, tenía unos tacones de ocho centímetros de alto color blanco.
Azula tomó un listón y se hizo una coleta alta.
—Azu déjate el cabello suelto—le dijo Ann
—No
Annetta rodó los ojos—Deberías de parar de alisarlo y dejar que vuelvan tus rizos
—No
Ann negó con la cabeza—Eres imposible
Azula se aplicó un brillo para labios—Deberías de aplicarte un poco más de maquillaje
—No
— ¿Qué haremos con la "Señora No"?
Azula la miró—Acéptame como soy Ann
—Es que esta no eres tú Azu
En ese momento sonó el timbre y Azula le dio un beso en la mejilla a Ann.
— ¿Hiciste el favor que te pedí? —Ann asintió—Gracias
—Te confieso que me sorprendió mucho tu petición
—A mí también, nos vemos Ann
Azula bajó las escaleras con una sonrisa. Lo que Ann no sabía era que Azula se sentía rejuvenecida, había eliminado toda su desdicha y sentía que podía empezar de nuevo en el aspecto afectivo y personal; porque en lo profesional estaba completa.
Azula abrió la puerta y se encontró con un Darius vestido todo de negro.
—Buenas noches—la saludó—Disculpe señorita ¿Se encuentra Azula Derkins?
Azula le dio un pequeño empujón—Tonto
—Estás muy hermosa
—Puedo interpretar eso como que en las anteriores veces estaba mortalmente fea
Darius le dio un beso en la mejilla—No, las anteriores veces solo estabas bonita, hoy estás hermosa.
Azula se lo pensó un momento—Lo tomaré como un cumplido entonces
Darius le sonrió y la guio hasta su auto. Este le abrió la puerta y ella entró; él prosiguió a hacer lo mismo.
—Espero que me lleves a un buen restaurante japonés—le dijo Azula
Darius se colocó el cinturón y se puso en marcha.
—Después del hermoso detalle que recibí hoy, por supuesto
—Decidí que si yo te lo había regalado tenían que tenerlo
—Gracias Azula, me gusta mucho ese cuadro
—A mí también así que cuídalo mucho
—Lo haré
La conversación se tornó tranquila. Las conversaciones con Darius siempre había una mezcla de coqueteo y bromas; era muy agradable estar con él.
El restaurante japonés era bastante acogedor y todos sus meseros eran japoneses nacidos en Inglaterra y el chef era japonés neto.
Uno de los meseros los guio hacia su mesa y ambos se quitaron los zapatos. Azula no ocultó su emoción cuando se sentaron en los cojines y Darius se sentó junto a ella.
—Ya pedí la orden con antelación—le informó este—Pedí un plato de cada uno del menú para que pruebes todos
Azula lo miró—Estás loco
—Te va a encantar la comida japonesa
— ¿Tú madre es japonesa?
—No, es americana. Pero mi abuelo si es japonés.
—Entiendo
En ese momento varios meseros trajeron varios platillos crudos ya preparados para disponerlos a cocinar en la mesa.
—Dios mío...—Susurró Azula
— ¿Sabes usar los palitos? —le preguntó él mientras se los pasaba
Azula asintió—A mí padre le encanta la comida china, así que los aprendí a usar
—Bueno, esta es mucho mejor créeme
Azula sonrió mientras veía a Darius enrollar un trozo de lechuga en una especie de carne, este la envolvió toda
—Abre—le dijo Azula y ésta lo hizo— ¿Qué tal?
Azula asintió—Delicioso
Darius cocinó un trozo de carne y luego se lo dio—Abre
Ésta no había terminado de comer lo anterior pero así lo hizo.
Darius le pasó un tazón—Pruébalo—le dijo mientras le daba una cuchara—Es estofado de pato
Este la habló algo en japonés al mesero. — ¿Qué le dijiste? —le preguntó Azula mientras se llevaba a la boca una cucharada de estofado de pato.
—Le dije que comenzara a freír el okonomiyaki
— ¿El qué? Darius esto está buenísimo
—Okonomiyaki—este le dio de comer otro tipo de carne—Vamos, tienes que comerte todo esto
Azula puso los ojos en blanco y tragó—Estás loco
—Así comen en Japón todos los días. Prueba un poco de arroz con sopa de miso
Azula asintió—Quisiera probar alcohol japonés ¿Cuál me recomiendas?
—Eso ni se pregunta preciosa—Darius se llevó un trozo de carne a la boca— ¡Tráiganos el mejor sake!
Azula se echó a reír—Darius no hables con la boca llena
—En Japón es de buena educación
Azula alzó las cejas— ¿En serio? —Darius asintió y Azula se llevó un trozo de carne a la boca— ¡Quiero Sake!
Ambos se chocaron las manos y se echaron a reír. En ese momento, el mesero regresó y les sirvió a ambos un trago de sake.
— ¿Por qué deberíamos brindar? —le preguntó Darius
— ¿Por las fiebres repentinas? —propuso Azula
—Por eso y por las hermosas enfermeras empíricas ¡Salud! —Ambos tocaron sus copas y se los tomaron de un tirón. Azula comenzó a toser—Es un poco fuerte ¿Quieres agua?
—No, no es eso. Es que... hace mucho que dejé de beber alcohol. Sólo una copa de vino o champagne, dentro de un rato estaré bién.
Darius asintió y le pasó otro plato—Prueba el okonomiyaki y dentro de un rato viene el ramen
Azula se echó a reír— ¿Acaso quieres engordarme?
—Esa fue la razón por la que mi ex novia me terminó. Era modelo de Victoria Secret's y yo quería llenarla de comida a cada rato así que se aburrió y se fue
Azula se echó a reír—Eso sí que es raro
—Ni que lo digas
Cada vez traían más y más comida. Azula pudo notar que Darius comía demasiado. La botella de sake se acabó y Darius pidió otra; era un hombre simplemente encantador, ella le había preguntado cuál era su mayor defecto y él le había contestado que era celoso pero no a nivel extremo. Simplemente su mujer tenía que estar consciente de eso siempre.
Azula estaba achispada pero aun así fue consciente cuando le hizo la siguiente pregunta.
— ¿Eres... bueno en la cama?
A Darius le brillaron los ojos—Lo único que te puedo decir es que las mujeres con la que he estado nunca han tenido queja