Capítulo 12: Pelea.
Alex se estremeció al escuchar la voz de Cole, no quería verlo, era más bipolar que la mierda, en un momento le gritaba y al otro trata de disculparse, ¿Qué le pasaba?
Alex volteo a verlo en contra de su voluntad, tenía jeans negros, una camisa blanca sin ninguna frase o decoración y una chaqueta sencilla de mezclilla negra. Ridículo. Fue lo único en lo que pudo pensar al verlo.
Bajó las escaleras con su típica sonrisa arrogante, separando la mano de Alex de la boca de Collin, Alex se sintió entraña al toque de Cole y alejó la mano rápidamente, a diferencia de Collin, Alex no podía leer los ojos de Cole, era frustrarte.
Decidió dejarlo pasar y observar a Connor bajar las escaleras comiendo una barra energética. Alex sonrío al verlo. y Cole frunció el ceño observando la escena.
Connor al ver la divertida escena sonrió de vuelta a Alex de forma coqueta y dio un beso en la mejilla a unos cuantos centímetros de la boca.
Alex se sorprendió al igual que Cole e incluso Collin. Connor no dejaba de abrazarla y Alex estaba incomoda al ver la situación. Pero se relajó al momento en el que le susurro algo en el oído.
-Tranquila pequeña, tú finge que dije algo gracioso, despues te explico - Se alejó lentamente mientras Alex lo veía incrédula, le guiño un ojo y sacudió la cabeza, Empezó a reír pero era algo fingida y parecía el exorcista lo que causo que Connor soltara una carcajada y Cole frunciera todavía más el ceño.
-Sí, Sí, ¿A que viniste? - Cole la miro fríamente y Alex trago fuertemente
-Eh, bueno, yo..., Vine porque en mi casa mi estúpidos hermanos hicieron una fiesta, de la cual me echaron un grupo de idiotas ebrios y pervertidos.
-¿Y? ¿Qué quieres que hagamos?- Volvió a preguntar el mismo con indiferencia y una ceja alzada.
La verdad ni siquiera Alex sabía por que había venido, pensaba que la ayudarían o algo así.
-Bueno, yo...Solo quería que me ayudaran, lo siento- Murmuró y agacho la cabeza.
El chico abrió la boca para volver a contestar pero el rubio oscuro lo interrumpió.
-Claro que sí preciosa, ¿Quieres que te ayudemos a poner orden? - La chica asintió tímidamente. Ella no era tímida, ¿Por que actuaba de ese modo entonces? -Claro, vamos chicos, tenemos una fiesta a la cual asistir.
-Yo no iré.- La voz de el chico hizo de ella para en seco y volteara a verlo sobre su hombro con asombro y confusión, un destello de decepción se asomó sobre sus ojos.
Decidió ignorarlo y asintió levemente mientras caminaba en dirección hacia su casa ignorando todos los pensamientos que gobernaban en su cabeza.
-Solo ignóralo, no tiene importancia.- El rubio cenizo empujaba lentamente la espalda de la chica mientras ella no podía dejar de preguntarse en su cabeza:
¿Por que me afecta?
Simplemente decidió ignorarlo, tenia una manada de simios en lo que restaba de su casa.
Con dos chicos en cada lado, le pareció una copia barata de una película y no pudo evitar soltar una pequeña risa, negó con la cabeza riendo y suspirando finalmente se atrevió a abrir la puerta.
Alex P.O.V.
Simplemente no lo podía creer, simplemente no.
Todo estaba fuera de control, vasos color rojo tirados en cada espacio del suelo era como si el piso hubiera sido teñido de rojo, todos los chicos se encontraban arriba de los sillones bailando como si su vida dependiera de ellos, la música estaba más fuerte que cuando me encontraba aquí hace diez minutos.
tomé mi cabeza entre mis manos y corrí a bajar a la manada de chicos que se encontraban bajo el poder del alcohol.
A algunos los baje de las camisas, a muchos jalando sus pantalones, y a la mayoría mi favorita, de los cabellos y las orejas.
Quejándose y saltando fuera de ellos, los sillones anteriormente cafés, eran negros con manchas de colores y un fuerte olor a refresco y alcohol.
Apestaba asquerosamente fuerte, incluso si estuviera a diez metros de distancia puedo jurar que aún podría olerlos.
Hice una mueca y recogí algunos de los vasos que se encontraban en el pegajoso y gris suelo, corriendo a la cocina hice un espacio entre la basura y logre dejarlos ahí, claro que no llegaría ni a una décima parte de todos los vasos que se encontraban dispersos en toda la casa.
Eso me recordó a que muchas parejas de seguro estarían compartiendo ADN sobre mi cama, grite con todas mis fuerzas y corrí lo más rápido que pude hacia mi habitación.
Una pareja se encontraba en ropa interior sobre mi cama, Adam y Emily, La mas zorra de todo el colegio. ¿Qué digo colegio? ¡Del universo!
-¡Ay no! ¡Adam, te van a contagiar el sida! -Grité y lo saque de los cabellos fuera de la cama y empujándolo hacia la puerta, no podía pararse claramente y veía el techo como si fuera la cosa más interesante de el mundo.
Arrugué la nariz y mire asesinamente a Emily.
-¡Adam no toma! ¡¿Que le hiciste zorra de mierda?! - Con mi otra mano disponible la tomé
A comparación de Adam, Emily se encontraba completamente sobria, la tome más fuerte haciendo que chillara. ¿Acaso que me quede sorda?
-¡Ay por Dios! ¡O sea r-e-l-a-j-a-t-e! ¡Estábamos tranquilos, dah! Ademas no le hice nada linda, eh, solamente lo drogue un poquitin porque parecía mujer! ¡O sea no se dejaba hacer nada! -Se veía las unas de las manos des-preocupadamente mientras hacia una que otra mueca a causa del cabello.
-¡Eres una puta! - Grité y solo se rió por lo bajo.
-La que no es puta no disfruta, por ejemplo, tú, eres más virgen que el aceite extra virgen, ¿Y sabes por que? ¡Por a-b-u-r-r-i-d-a!
- ¡No soy virgen y tampoco aburrida!-La solté un poco mientras pensaba si de verdad me veía virgen y aburrida en los ojos de otras personas.
-¿Ah no? ¿Acaso has probado el alcohol? - La solté completamente y ella se reincorporó y se cruzaba de brazos mientras me miraba con el cabello todo revuelto.