El pequeño teléfono de la sala sonó, haciéndose notar, me levanté del sillón en donde estaba sentada y me dirigí hacía paso rápido a el, en el pequeño identificador marcaba un número en el cual me sabía perfectamente, contesté enseguida, tropezando con mis propios pies.
-¿Pasa algo, Bev?.-Beverly había estado llamando entre todo el día, y la verdad es que no me molestaba, pero si desesperaba un poco, al parecer estaba indecisa entre algo y la verdad es que me inquieta saber que.
-¿Podrías venir por favor a mi casa? es por detrás de la calle Neibolt, es una de color gris, bueno es un edificio, por favor ven rápido, ya los demás es tan avisados.-su voz sonaba con súplica, nunca la había oído hablar así.
-Está bien, voy enseguida.-colgué el teléfono, corrí hacía mi habitación y me puse la capucha verde, pasé por la sala y no pude evitar recordar el payaso de ayer; un escalofrío me recorrió en todo el cuerpo, tragué saliva y salí de mi casa, que me daba tanto terror.
-¡Karina!.-llamé a aquella adolescente de 14 años, que era mi vecina, ella me volteó a ver haciéndome señas extrañas, pero se acercó.-¿Me prestas tu bici? es algo importante, gracias, luego te la devuelvo.-dije mientras me subía encima de ella y comenzaba a pedalear.
-¡Aún no le haz devuelto el desulflador a mi mamá!.-la escuché gritar, pero aún así la ignoré y comencé a pedalear hacía la casa de Beverly, repitiendo la dirección en mi mente.
-¡Keith!.-escuché a Beverly gritar mi nombre mientras yo me bajaba de la bicicleta, al parecer fui la primera en venir.
-¿Estás bien? ¿que ocurre?.-le pregunté, ella suelta un suspiro y mira para atrás unos segundos.
-Te cuento cuando vengan los demás.-Pero nada más acabar la frase se escuchó que una discusión se aproximaba.
-No debíamos ir por el callejón, se tardaba mucho.-la voz de Richie llegó a mis oídos, y no pude evitar sonreír, cosa que Beverly no pasó desapercibido.
-No. Es más rápido.-Y, sí, no puede faltar la voz de Eddie.-Es más peligroso y desagradable.
-¿¡Como que es un asco?!
-Huele a orina y es desagradable.
-¿Puedes decir que dijo?.-la voz de Stanley se hizo presente en la discusión, me voltee cuando justo unas 5 bicicletas se pusieron delante nuestra.
-No dijo nada, solo dijo que se apuraran.
-¡Al fin!.-exclama Beverly cogiendo aire.-Necesito mostrarles algo.
Solté la bicicleta que tenía en mi mano durante todo este pequeño tiempo, y miré hacía los chicos.
-¿Que cosa?.-pregunté detrás de ella.
-¿Más de lo que vimos en la cantera?.-rodé los ojos al escuchar el mal chiste de Richie.
-Cállate Richie, solo cállate.-dijimos Eddie y yo al mismo tiempo, creo que ya empiezo a entender el por que su amigo no lo tolera.
-Mi papá me mata si se entera que deje pasar a chicos a mi departamento y a una desconocida.-intercambié miradas con ella, completamente confundida, ¿era tan importante lo que nos iba a mostrar?
-Bien, dejaremos a alguien vigilando.-dijo Bill justo cuando se levanta de la bici y la deja en el suelo.-Richie, quédate aquí.-me crucé de brazos con una sonrisa al escuchar decir a Bill eso, el solo hace una mirada de ofendido.
-¡Esperen, esperen! ¿Y que si regresa su papá?.-pregunta alterado viendo como todos nos dirigimos hacía la casa de Beverly.
-Haz lo que siempre haces, empieza hablar.-dice Stan.
-Es un don.-lo escuché decir, pero yo estaba ya dentro de la casa de Beverly, la sala no era tan grande pero era muy agradable, claro. Con colores apagados.
-Keith, ¿por que mejor no te quedas con Richie?.-voltee a la persona que se encontraba hablándome que se trataba de Ben.
-¿Te molesta mi presencia?.-alcé las cejas, el baja la mirada avergonzado.
-No, solo decía.-Solté un bufido y me paré, haciendo que el me volteará a ver.
-Después me cuentas que sucedió.-el asiente, me di la vuelta, abrí la puerta y salí de allí.
-Hey.-le dije mientras le hablaba desde las escaleras, el alza la mirada mientras achina los ojos, supongo que por el sol.
-Sabía que no te podías resistir a estar a mi lado.-rodé los ojos y comencé a bajar las escaleras, mientras siento su mirada puesta en mi, me senté en la bicicleta que estaba a su lado, creo que la de Eddie.
-¿Que hacías?.
-Pues, esperar y estar alerta a que venga el padre de Beverly, supongo.-me dice mientras se escoge de hombros.
-Que interesante.-dije entre dientes, el alza una ceja hacía mi dirección, yo solo le mostré mis dientes.
-¿Que paso allí dentro?.-imite lo que el hizo segundos atrás, el murmura algo y mira hacía otro lado.-Supongo que es malo.
-Supongo.
-Oye, ¿por que casi nunca hablas con nadie en la secundaria?.-lo miré unos segundos sin decir nada.
-Claro que si, hablaba con Gretta, con Henry, y..-me quedé en silencio, y en efecto era verdad, nunca hablaba con nadie aparte de ellos, maldición.
Editado: 09.10.2019