Aquella noche era la decisiva, iba a escapar por siempre y sobrevivir como pudiera; cuando me di cuenta, ya eran las doce, hora de irme. Mis padres ya debían de estar durmiendo profundamente, ambos caen como tablas a penas tocan las sábanas, saqué mi maleta de debajo de mi cama con lentitud, rogando a Dios para no hacer ningun sonido y despertar a mis padres. Abrí la ventana y con cuidado, salí por esta siendo lo más minusiosa posible para no romperme la cabeza en el proceso, bajé por el pequeño arbol que estaba por ahí. Al posar mis pies en la tierra, hice un pequeño bailecito de victoria, estaba emocionada. Por fin mi tortura acabaría y podría ser feliz, no importa que sea lejos de mis padres, yo quería una mejor vida para mi misma.
Comencé a caminar en dirección a la salida del pueblo, teniendo cuidado con los alrededores por si había algún animal salvaje por ahí y decidia comer mi pequeño y escualido cuerpecito, de un momento a otro, un crujido sonó detrás de mi, aquel sonido hizo que los cabellos de mi cuerpo se erizaran, lentamente voltee para encontrarme a unos metros de mí, una figura masculida, era más alto que yo; (como todo el mundo); y vestía de negro. La adrenalina y el miedo comenzó a recorrer en mi cuerpo sin piedad alguna, a la par que el extraño aterrador se acercaba lentamente a mi, como si estuviera midiendo el momento en el que iba a huir para matarme y enterrarme en su patio. La pequeña luz que proporcionaba un farol al lado de la carretera me permitió ver su rostro.
—¡Maldita sea Anthony, casi me matas del susto!—Exclamé, sintiendo un alivio enorme recorrer mi pecho y escuchando en mis oídos el sonido de mi corazón acelerado golpeando contra mi toráx. Solté un suspiro para calmar mi agitado corazón y calmar mis nervios de pollo; y observé a Anthony reír. Lo fulminé con la mirada antes de seguir caminando, siendo seguida por aquel chico.
—¿Eres mi escolta personal o algo así? ¿Porqué me sigues?—Anthony paró su andar y parecía pensativo, como si estuviera preparando las palabras correctas para soltarlas en mi cara.
—Iré contigo a Londres.—Aquella respuesta me desconcertó, observé a Anthony y alcé una de mis delgadas cejas antes de reír con ironía y negar con la cabeza.
—¿Como sabes tú, que me iré a Londres?—Anthony sonrió lentamente, antes de acercarse un paso a mí, recibiendo como consecuena un paso hacia atrás de mi parte, Anthony rió y se alejó de mí, entendiendo que no podría tomar confianzas conmigo aún.
—Vi tu boleto en el bolsillo de tu pantalón, yo también me iré allá, no soporto este lugar. Es muy discriminatorio.—Anthony se encogió de hombros antes de sonreír y caminar, adelantandose unos pasos de mí, yo fui detrás de el hasta llegar a su lado.
—¿Ósea que miraste mi culo, puerco?—Anthony rió antes de asentir y reír más por mi expresión de indignación absoluta, reí un poco antes de seguir nuestro camino en silencio, a mitad de camino, saqué mi telefono para ver la hora; 03:00am. En unas pocas horas mis padres despertarán y tengo que apurarme, observé a Anthony quien me miraba confundido antes de sonreír y acelerar nuestro paso, luego de unos minutos, llegamos a la estación de trenes, los cuales me llevaran a las afueras de la ciudad y así podre salir a tomar el avión a Londres.
Compramos el boleto y nos sentamos a esperar el tren, Anthony había ido a comprar algo para desayunar, ya que salimos sin comer y yo estaba esperando por el sentada en un banco, mirando el alrededor. Había un cartel un poco grande con la letra "L" dando a entender por "Londres", a los lados había algunos trenes detenidos, detrás de esto, había varias bancas y algunas personas caminaban por allí, habían varios locales de comida rápida, algunos abiertos, otros cerrados. Había un cielo raso alto, con varias ventanas en este, dejando ver el exterior, algunas banderas estaba colgadas en las paredes de la estación, en un pilar había unas pantallas que anunciaban la llegada y la salida de los trenes, los viajes de estos y las horas de salida de ellos. Luego de unos minutos, Anthony apareció con dos sándwiches de pollo y dos resfrecos, se sentó a mi lado y comimos en silencio. Eran las 05:00am, y nuestro viaje era dentro de una hora y media. Me acomodé en mi asiento, acurrucandome contra este, el ambiente era frío y yo llevaba súeter, pero no era suficiente para calmar el frío en mi cuerpo, Anthony me miró por un momento antes de sonreír y mirar al frente.
Luego de media hora, nuestro viaje fue anunciado, Anthony y yo nos levantamos al mismo tiempo y tomamos nuestras maletas, y nos dirigimos a una cabina para dejar nuestro equipaje, la amable señorita, lo tomó, lo etiquetó y lo dejó en la cinta transportadora. Anthony y yo abordamos el tren luego de revisar nuestros boletos y nos acomodamos en una cabina, me relajé. En unos minutos estaba de irme de aquí y no regresar. Anthony se sentó frente de mi antes de tomar una cobija y arropar su cuerpo.
Este tren tenía mucho parecido a Harry Potter, lo cual me sacó una sonrisa, busqué en mi equipaje de mano mi telefono, antes de encenderlo y revisar los mensajes de mis padres. Afortunadamente, no tenía ninguno; probablemente porque no han revisado mi habitación, así que no deben de saber donde estoy. Miré a Anthony un momento antes de darme cuenta de que estaba dormido, eran las 7:30am así que era entendible que estuviera sueño, me incliné un poco solamente para acomodar la cobija mejor en su cuerpo y así no pasará frío. Me senté de nuevo solamente para observar el paisaje hermoso que estaba frente a nosotros, y luego, escuchar el sonido del tren anunciando que ya iba en marcha, luego del movimiento de este y por último, nuestra salida de la estación.