[…] Le dijo que él aceptaría a ese niño como suyo, le dijo que iba a conseguir un trabajo más. Le propuso hasta lo imposible de rodillas. Lo vi tirado en el suelo, aferrado a los tacones de mi madre. Ella ni se inmuto y lo empujo para seguir caminado a la avenida. No se despidió de nosotros, no volvió a mirar hacia atrás. Fue ese el día en que perdimos a nuestra madre; con Anthony la dimos por muerta. Nosotros amábamos y amamos a nuestro padre sobre todas las cosas; verlo en el suelo, rogando y llorando. Bueno, fue impactante. […]
#1769 en Otros
#429 en Relatos cortos
#4710 en Novela romántica
#1341 en Chick lit
Editado: 02.09.2018