Bajo la cama

Capítulo 23

Desperté con el sonido de la alarma de mi celular, fruncí el ceño al saber que tengo que levantarme ya, dormí muy poco.

Pero igual me senté en el borde de la cama, apague la alarma, me estire y bostece, frote mis ojos, me levante y fui directo al baño.

Comencé a ducharme mientras escucho música y trato de planear el día para que todo salga bien, o al menos que no sea un desastre tan grande.

Primero llevare a Adrik conmigo a la universidad, mis padres no dirán nada, estoy segura, solo debo darle una mochila que tengo guardada en mi armario, es color de color morado y cubierta de franjas negras, quizá no es muy masculina pero está bien solo para disimular, y solo una libreta y un lápiz bastará.

A los profesores les diré que es un chico de intercambio y que solo viene a observar cómo se imparten aquí las clases. Debo tenerlo cerca de mí todo el tiempo o hará una locura.

Ya buscare más formas de hacer que se comporte de forma normal. Después de 15 minutos salí de la ducha para vestirme.

Una vez lista tome mi mochila y la que le daría a Adrik,  salí de la habitación, y fui defecto a tocar su puerta.

—Adrik ya casi es hora de irnos— dije, y de inmediato la puerta se abrió.

Y ahí esta él, con esa sonrisa tan alegre como siempre.

—¿En serio? ¡Al fin! Vámonos de una vez—salió de la habitación y bajo rápidamente las escaleras.

Cerré la puerta de su habitación y fui tras él.     

—Espera—Trate de detenerlo pero mi madre lo hizo por mí.

—Buen día Adrik, ¿A dónde vas tan a prisa?— dijo ella con un volteador en la mano, está haciendo él desayuno.

—A la universidad, con Abi—respondió muy confiado.

—Pero aún es temprano y no han desayunado, ven primero come algo antes de irte — y mi madre lo tomo del brazo y prácticamente lo arrastro hasta la cocina.

Así que entre también con ellos, mi madre sentó a Adrik a la mesa y yo me senté a su lado.

—Oye no quiero volver a pasar por esto, ya te dije que yo no me alimento—susurro para evitar que mi madre lo escuche.

—Tranquilo—ya tengo un Plan—Mamá, ¿Podrías ponerlos el almuerzo para llevar?

—¿Para llevar?—Se dio la vuelta para mirarnos de forma curiosa—¿Por qué?

—Es que quiero irme ya, y quiero ir caminando para mostrarle el pueblo a Adrik— en verdad quiero mostrárselo, y también debo hablar de algunas cosas con él antes de llegar a clases.

—Está bien, me parece una buena idea, mientras termino de prepararlo ve a llamar a tu hermano para que baje de una de vez— dijo mamá mientras sigue preparando el almuerzo.

—Está bien— me levante de la mesa y luego le susurré a Adrik.

—No hagas nada raro, espérame aquí

Él solo asintió, así que me di la vuelta, subí las escales y llegue a la puerta de Marco.

—Marco, baja de una vez se te va a hacer tarde— en eso se abrió la puerta y salió de la habitación.

—Ya estoy listo— dijo.

Así que me dispuse a volver abajo, pero fui detenida por él.

—Algo anda mal con tu amigo y quiero que me cuentes la verdad— dijo muy serio.




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