Bajo la cama

Capítulo 5

La policía llego apenas diez minutos después de haberles llamado, y de inmediato dos oficiales subieron a atrapar al culpable, mientras la policía  y mi padre subían, otro oficial nos pidió que saliéramos de la casa por seguridad y que le explicara con más detalle lo que ocurrió. 

Afuera los vecinos salieron a ver lo que pasa, pero los oficiales de la segunda patrulla no los dejaron acercarse mucho.

—Bien señorita—dice el oficial dirigiéndose a mí—sería tan amable de explicarme a detalle lo ocurrido—sacó una libreta, está listo para tomar nota.

—C-Claro, yo estaba dormida y de pronto desperté de la nada, me di la vuelta y al abrir los ojos lo vi, había alguien sentado en el piso con las piernas cruzadas y mirándome fijamente

El oficial anota lo que le estoy contando.

—¿Qué paso después?—preguntó.  

—Pues empecé a gritar y el dio como una especie de salto o algo parecido y se metió de lleno bajo la cama, después yo caí al piso pero me levante rápido y encendí la luz, luego apareció mi familia y…

—No hay nadie jefe—los policías que habían entrado a atrapar al sujeto salieron con las manos vacías junto con mi padre.

—¡¿Cómo que no hay nadie?!—pregunte sorprendida.

—Así es, revisamos cada rincón de su habitación y no encontramos a nadie, luego revisamos el resto de la casa y tampoco encontramos rastros de algún perpetrador, ni siquiera las cerraduras están forzadas, nadie entro aquí—concluyo un oficial.

—Pero eso es imposible, yo estoy segura de haber visto a alguien—insistí.

—¿Puede describir al sujeto?—dijo el oficial que estaba tomando nota.

—Emm…

No puedo, no vi nada del intruso, es decir, solo vi como una sombra, estaba completamente negro pero tenía la figura de un hombre, solo había un detalle, sus ojos.

—Sus ojos—todos me miran en espera de una respuesta, ahora parezco una mentirosa.

—¿Qué tienen sus ojos?—preguntó el oficial.

—Eran brillantes, demasiado para estar en la oscuridad, eran de un profundo color azul

—¿Qué más?—es obvio que eso no es suficiente.  

—De hecho solo eso, fue lo único que pude ver de él

Todos me miran como molestos, es malo quedar como mentiroso frente a tu familia, pero frente a las autoridades, o peor, frente a todo el vecindario es otro nivel de vergüenza. Después de eso mi madre me pidió que subiera a mi habitación a dormir y que mañana hablaríamos de esto, yo solo obedecí, dejando a mi familia disculpándose y hablando con la policía, subí a mi cuarto, azote la puerta, me senté al borde de la cama y casi caí en llanto. 

—Ahora quisiera desaparecer—dije soltando algunas lágrimas.

—Yo te puedo ayudar con eso                        

Una voz bajo la cama inundo mis oídos, y antes de poder actuar dos manos tomaron mis pies y me jalaron tan fuerte que caí de panza en el piso y luego fui arrastrada bajo mi propia cama.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.