Bajo la cama

Capítulo 14

Mientras me pongo a pensar en qué decirles a mis padres este chico se la pasa jugando con mis cajones de ropa, los abre y cierra una y otra vez.

—Oye deja eso y ayúdame a pensar en algo—le dije algo frustrada, pues no se me ocurre nada.

El chico dejo de jugar y volvió a sentarse en la cama.

—Yo no sé qué decirte, no sé cómo funcionan las cosas aquí, ¿No puedes solo decir que yo estaré aquí y ya?

—No, tengo que dar una explicación de porqué me fui durante tres días sin decir nada y regrese con un chico—la verdad sí se me ocurre algo, pero no es apropiado.

Observe al chico, y de nuevo note su ropa negra y gastada, no puedo presentarlo así, a no ser que diga que es un vago que me encontré en la calle y quiero darle alojamiento, ¡Sí!

—¡Al fin pensé en algo! Ahora solo debo justificar mi desaparición

Pero antes de que pudiera pensar en algo más escuche la puerta principal abrirse, y la voz de mis padres al entrar a la casa.

—No puede ser ya no tengo tiempo—me dirigí al chico—Quédate aquí hasta que te diga que bajes, primero hablare con ellos

Salí de la habitación y cerré la puerta con cuidado para que aun no escuchen que ya estoy aquí, me siento muy nerviosa, no quiero enfrentarlos, no sé cómo van a reaccionar, pero no tengo opción, así que baje la escalera y apenas estaba en la mitad de ella cuando me vieron, los tres están en la sala, mis padres y Marco, vi como sus rostros se iluminaron al verme.

—¡¡Abi!!—mi madre empezó a llorar y corrió a abrazarme apenas baje por completo la escalera

También mi padre y Marco hicieron lo mismo. 

—¿Dónde estabas? ¿Qué paso?—mi padre empezó preguntar

Yo aún no tengo muy claro lo que les voy a decir.

—Hija lamentamos no haberte creído de ese hombre en tu habitación y mira lo que paso, ese maldito te secuestro—dijo mi madre, y eso me dio la respuesta que necesitaba

—Así es, ese sujeto me secuestro y…--aun no terminaba de hablar cuando Marco interrumpió

—¡Mira papa!—grito y señalo hacia arriba de la escalera

Todos volteamos, y vimos a ese extraño muchacho ahí parado observando, ¡Maldición! Le dije que no saliera.

—Deber ser el mal nacido que se la llevo y viene de nuevo—dijo mi padre--¡Vamos por él!

A lo que mi padre y Marco fueron furiosos tras el chico, él al ver que querían atraparlo corrió y se encerró en mi habitación, mientras ellos tratan de entrar, debo intervenir ahora antes de que lo atrapen.




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