Capitulo dos

2

Sofía

El chico más popular del instituto Hele ¿es serio? No conoces a nadie.

Helena

¿El chico de pelo plateado y ojos celestes?

Sofía

Sí, ese mismo.

Helena

Porque tanta complicación, por un chico, podría decir que es chico se acuesta con cualquier mujer que se le cruce.

Sofía

Bueno, bueno, a lo que he venido a decirte si vas a ir a la fiesta de esta, noche me la suda lo que dices de Matthew.

Helena

Pues, no me queda otra porque no quiero estar leyendo en casa, pues voy.

···

Me estaba preparando, me puse una camisa de cuadros y unos pantalones blancos un poco rotos en la rodilla con un cinturón color negro unos zapatos de puma.

No era muy buena maquillando, solo me puse pinta labios rojos, rimel cojo mi iphone, baje las escaleras a toda prisa.

Escuche como el timbre de mi apartamento sonaba fui a abrir la puerta, me encontré a Sofía, con un crop top negro y una falda negra, unos calcetines hasta la rodilla de color blanco y negro, unos zapatos color negro.

— Estás muy guapa, seguro si entras todos los chicos estarían mirándote con una cara de tonto— le dije haciéndome a un lado para que ella pasara.

—Gracias tú estás guapa, me gusta ese crop top me lo prestarías alguna vez— Le dije a ella sentándose en el sofá de un salto.

—Ni de coña, porque después no me lo vuelves a dar— dije riéndome después, es divertido estar con ella.

—¿Qué? Yo, jamás no se pase jovencita— nosotras empezamos a reír como si no hubiese una mañana.

—Ha que hora empieza la fiesta, porque ya sabes cómo odio llegar tarde y sé que es una fiesta, no tenemos que llegar tan pronto— dije, mirándola.

—No tenemos que llegar tan pronto, sabes es una fiesta— sacó su móvil para mirar la hora- ostia, la fiesta ya está empezando.

— Madre mía contigo no se puede— abrir la puerta, salimos al pasillo del edificio y la cierro con llave.

···

Entramos al ascensor, hablamos un poco de todo, las puertas del ascensor se abren y salimos hasta la puerta principal.

—Sabes donde están haciendo la fiesta— le fulmine con la mirada.

— Si esta vez me informe pero tenemos que ir en taxi—dijo mirando su móvil

Salimos del edificio y de pronto que salimos encontramos un taxi, y entramos y Sofía le dio la dirección de la fiesta.

Unos minutos después ya estábamos de alante de la enorme mansión, se podía escuchar la música retumbar. Algunos y habían bebido más de la cuenta,

otros comían la boca a sus parejas.

Entramos al edificio.