CAPITULO 33

Una mirada la cual me hizo sentir escalofríos, trate de irme, pero enseguida me detuvo esa persona.

Él se presento como el primo de Alejandro, yo me quede muda sin saber que responderle, él siguió diciendo que lo perdone si me incomodaba su mirada y me pregunto cuál era mi nombre a lo que trate de responder, pero algo me lo impidió, era Alejandro quien me había tomado del brazo y me había puesto detrás de él, le pregunte qué pasaba, pero él me miro con una cara que me asusto realmente, yo creía haber borrado ese miedo de mí hacia él, pero en ese momento sentí miedo de la forma en la que me miro, mientras agarraba mi brazo, su mirada expresaba enojo y furia y por más que intente encontrar al Alejandro que yo conocía no pude, esto me desconcertó bastante.

Hasta que él empezó a guitarle a su primo, diciéndole que no se vuelva a acercar a mí, además le pregunto que es lo que hacía ahi, su primo solo le respondió que no era de su incumbencia, que él podía estar donde le venga en gana y que si quería podía tenerla a ella y se fue, yo no entendí en ese momento solo sé que esta  respuesta solo puso más furioso a Alejandro, de pronto me di cuenta de que el brazo me dolía más y que ya empezaba a cambiar de color, él no dejaba mi apretarlo, hasta el punto de que intente safarme, pero no pude, me asuste y comencé a sollozar, él se percato y de inmediato me soltó y automáticamente su mirada cambio, volviendo al dulce Alejandro, mi novio, yo solo seguí sollozando y él solo me abrazo pidiendo disculpas por lo sucedido en eso Leyla apareció, y al verme en el piso miro con una mirada fulminante a Alejandro y pude notar que se estaba aguantando las ganas de golpearlo.