Redeye camino en dirección al bosque bajo la nevada noche con Fressia en brazos, lentamente los lobos fueron regresando a su lado - Se han marchado mi señor - dijo uno de ellos.
- Está bien Zarza, ven conmigo... Pero antes da la orden a algunos de la manada que revisen alrededor para asegurarnos que no entrarán por otro lado...- respondió Redeye
- Entendido mi señor -
El lobo dio la orden a los demás de que vigilarán y se marchó junto a su amo.
- ¿Mi señor que hará con ella?... Es una humana - preguntó mientras caminaban adentrándose en el bosque
- Si, lo sé... antes que nada debemos darle calor, está helada... los humanos son muy frágiles...-
Redeye la llevó hasta una profunda cueva donde ya no se percibía el aire frío, la colocó en el suelo y la tapó con su propio abrigo - Salamandras! - dijo en voz alta eh invocó a unos pequeños espíritus de fuego
- A sus órdenes amo - respondieron en coro
- Hagan una fogata aqui dentro... necesitamos darle calor a esa humana...-
- Si señor- dijeron y soplaron pequeñas flamas formando así una fogata que no necesitaba leña - Se los agradezco salamandras... pueden irse...-
Agradeció el joven
- Estamos para servirle señor, recuerde que para apagarla sólo debe desearlo - y se marcharon
- Zarza dime... tu sabes más de los humanos que yo... ¿Que podría sucederle a causa del frío?...-
- Bueno señor los humanos pueden enfermar por ello y morir, es importante resguardarla y darle calor hasta que despierte. Ese estado de inconsciencia es peligroso en esta situación -
- Entiendo... entonces la cuidaré hasta que abra los ojos...-
- Amo... ¿Puedo hacerle una pregunta? ¿Usted salió corriendo de esa forma tan intempestiva por que reconoció el aura de esa humana?..-
Redeye hizo un breve silencio mientras se acercaba a la joven - Lo notaste?...-
- Es que no es propio de usted salir de esa manera y menos a la distancia en la que ellos se encontraban del Bosque, no representaban peligro para nosotros...-
- Necesitaba saber por que estaba de nuevo aquí... Su aura sigue intacta como aquel día pese al paso del tiempo...-
- Lo presentía, ¿es la niña de aquella noche verdad?-
- Si... ella me reconoció... aún en mi forma de bestia... ¿como pudo?...¿ por qué volvió después de tanto tiempo?... ¿Qué busca?... necesito saberlo...-
- Entiendo, ¿Qué hará ahora?-
- Me quedaré junto a ella hasta que despierte... -
- Entonces iré a ver al resto de la manada por si encontraron algo, me retiro mi señor - dijo por último Zarza y se marchó dejandolos solos en la cueva.
Redeye volvió a tomar la forma de lobo y se colóco aún costado de Fressia para así brindarle abrigo, pasando la noche a su lado.
El día siguiente llegó con un clima más amable ya que el sol brindaba los primeros rayos a la tierra. La joven despertó sin tener claro lo que sucedió antes de desmayarse
- Despertaste... Fressia...- dijo Redeye quien se encontraba sentado a su lado ya en su forma original y con su máscara.
Fressia quedó anodada, no podía creer que él estaba junto a ella, después de esos años tan duros deseando volver a verlo, era como un sueño. La emoción se hizo un nudo en su pecho y una lágrima rodo por su rostro
- ¿Te sientes bien?... - preguntó desconcertado Redeye
- Si... - respondió algo tímida y avergonzada
- ¿Entonces por que lloras?...-
- No lo sé... de alivio creo...-
- ¿Por qué estas aquí?... ¿ Qué buscas?...-
Fressia se secó las lágrimas con sus manos y mirándolo fijamente a los ojos le respondió - A ti... te buscaba a ti... Redeye...-
- ¿Me buscabas a mi?... ¿Por qué?...-
- Por que hace un tiempo atrás me dijiste que siempre estarías aquí...-
- ¿Necesitabas mi ayuda?...-
- No... estaba preparada para morir... sólo quería verte..-
El joven la miró desconcertado, no entendía por qué querría verlo.
Fressia era tímida pero cuando hablaba decía directamente lo que sentía. En ese momento llegó Zarza - Señor no ha aparecido nadie en los alrededores. Ah veo que despertó - dijo mirando a la muchacha de frente.
- Es increíble puedo entender lo que dice! - comentó impresionada Fressia
- Nosotros hablamos el mismo idioma que ustedes pero lo ocultamos tras otro lenguaje para no llamar su atención, es mejor que piensen que somos simples animales - respondió mientras se acercaba a ellos
- Su nombre es Zarza... es el líder de la manada de lobos...aquí ellos son como los guerreros, siempre listos para atacar... -
- Entiendo -
- Entonces... ¿A qué te referías con que estabas preparada para morir?... ¿De qué huías?...-
- Pues...- Fressia comenzó a relatar su historia
- Pensar que algunos humanos son capaces se hacerle eso a su propia especie, es terrible - dijo molesto Zarza
- El único que me ayudó fue un niño, Joe, espero que se encuentre bien. Sin él no hubiese podido escapar. Fue mi única compañía en estos años de encierro...-
- ¿Y que planeas hacer ahora?...- preguntó Redeye
- No estoy segura... como dije creí que moriría en la huída así que no planeé nada más allá de esto... Pero ahora que lo pienso no puedo ir a ninguno de los pueblos, de seguro Vonseri tiene contactos en todos. Lo mejor sería irme a otro país...-
El joven quedó mirándola en silencio por un momento y dijo - Puedes quedarte aquí un tiempo si lo deseas...-
- Pero señor! - exclamó Zarza en tono de preocupación
- Conozco las reglas... Sé que los humanos no pueden convivir con las hadas... Pero puedo hacer una excepción ya que será sólo unos días...-
- ¿De verdad puedo quedarme?...-
- Por experiencia sabemos que cuando los humanos pierden algo suelen volver a buscarlo si les es muy valioso... puedes esperar aquí unos días por si regresan podrás permanecer oculta... ¿De acuerdo Zarza?...- dijo mientras se ponía de pie
- Como usted desee amo, vigilaremos la zona y protegeremos a la joven siguiendo sus deseos - respondió el lobo que era fiel a su amo sin importar de que orden se tratase.
- Bien... entonces ven conmigo... te presentaré con todos así se enterarán de tu presencia aqui...- y extendió su mano para ayudar a la joven a ponerse de pie.
Fressia se sentía feliz y nerviosa, no podía creer lo que estaba pasando, tomó la mano que Redeye gentilmente le ofreció para levantarse y este se sorprendió - Tus manos... son pequeñas...-
- eh?... ¿que quieres decir?..- dijo ella sin entender a que se refería
- No es nada... sigueme ...- respondió mientras lentamente la soltaba.
Al joven le llamó la atención la fragilidad de las manos de Fressia, ya que su fuerza era equivalente a la de diez hombres juntos temió hacerle daño si no tenía cuidado, después de todo para él también era nuevo tener ese tipo de contacto con un humano.
Redeye la guió hasta el final de la cueva y traspasó una pared de roca - Ven... no tengas miedo...- dijo y ambos pasaron al otro lado. Caminaron por un túnel, al llegar Fressia no podía creer lo que estaba delante de sus ojos, era una pequeña villa subterránea, muy colorida y llena de criaturas fabulosas. En ella habitaban hadas, duendes y animales de rasgos extraños - Escuchen todos!... - dijo en voz alta el joven, todos prestaron atención - Ella es Fressia... como podrán ver es una humana... le daremos refugio por un tiempo ya que viene escapando del hostigamiento a manos de otros humanos... asi que cuento con ustedes para darle la bienvenida...- por un momento todos quedaron en silencio sorprendidos por la petición, Fressia se sentía muy nerviosa, temió no caerles bien - Si Señor!- respondieron a coro las criaturas y de inmediato se acercaron a ella. Las hadas eran seres muy curiosos de los humanos, sus artes, inventos y comida llamaban mucho la atención de estas, pero principalmente lo emocionales que eran. Todos se acercaron a Fressia para hablarle, tocar su pelo y posarse en sus manos
La joven no podía evitar sonreír en esa situación, el ser recibida de esa forma la hacia muy felíz.
- Es inevitable... ¿verdad señor? Las hadas se sienten atraídas por ese tipo de aura..- dijo Zarza mientras miraban la situacion un poco alejados con Redeye
- Así es...-
- ¿No se lo dirá señor?... el por qué los humanos no deben convivir con las hadas?... -
- No lo creí necesario... después de todo sólo serán unos días... No significará peligro...-
- Comprendo amo -
El joven sentía curiosidad por ella, su delicada figura, sus enormes ojos brillantes y su capacidad para tener esas expresiones como reír o llorar llamaban su atención.
- Son todos muy amables, con gusto les ayudaré en lo que quieran mientras este aquí - dijo sonriente Fressia. Por primera vez en mucho tiempo se sentía feliz de verdad, libre.
Se decidió que la joven viviría en la Villa acogida por una pequeña hada de viento llamada Cirse, con la que se llevó bien de inmediato. Redeye estaba a punto de marcharse cuando Fressia se le acercó - Disculpa, ¿Como debería llamarte?... -
- ¿A que te refieres?...-
- Es que todos te tratan de amo o señor... y me siento irrespetuosa llamandote por tu nombre...-
El joven la miró con ternura, igual que aquella noche, acarició la cabeza de la muchacha como si fuese una niña y le dijo - No te preocupes por eso... Todos aquí me llaman así por instinto natural... Pero tu puedes llamarme por mi nombre...-
Fressia no esperaba semejante gesto y no pudo evitar sonrojarse.
- Nos veremos luego....- y se marchó.
Cirse se aproximó a la muchacha - El amo parece frío pero es muy amable -
- Si, lo sé... -
- Ven, te mostraré la Villa -
- Muchas gracias por recibirme...-
La hada le dio un recorrido por el lugar, explicándole sus costumbres y ocupaciones de cada uno de los elementos y tipos de criaturas del lugar.
- Todo es muy hermoso... jamás imaginé algo así... - dijo la joven mientras miraba a su alrededor.
- Si el amo lo permite te llevaré a conocer nuestros lugares en el bosque mañana -
- ¿Redeye no vive dentro de la Villa? -
- No, nuestro señor habita en la guarida de los lobos que esta fuera de la villa, allí se crió de pequeño -
- Ahh entiendo... -
La noche llegó y todos se disponían ya para dormir, pero antes Fressia tenía una agradable reunión con Cirse y sus hijos que estaban ansiosos por preguntar sobre el mundo humano y la vida de la joven - ¿Entonces eres bailarina? ¿ Es como danzar? -
- Así es - respondió la muchacha
- Eso es increíble! Aquí las que danzan los días de ceremonia son las hadas del agua -
- ¿Días de ceremonia?-
- Sí, un día en cada año rendimos tributo a nuestros ancestros, pero cada elemento tiene un deber en particular. Nosotras las hadas de viento nos ocupamos de la música, las del fuego de las luces, las de tierra de los alimentos y las de agua de la danza. -
- De seguro debe ser un evento muy hermoso -
- Si lo es, lo esperamos con muchas ansias!, promete que antes de irte nos mostrarás como bailas, si?-
- Claro, con gusto. Sólo necestio una superficie que sea completamente plana ya que la danza que practicó requiere mucho equilibrio -
- De seguro encontraremos el lugar! -
- Bueno niños es hora de dormir - dijo Cirse
- Esta bien, mañana seguiremos Fressia! -
- Sí! Buenas noches pequeños...-
La joven se sentía un poco desvelada así que decidió salir fuera de la casa para mirar la Villa, como era un lugar subterráneo la luz natural no entraba así que el pueblo era iluminado por luciérnagas y pequeñas farolas con magia de fuego.
- ¿Qué sucede Fressia ? ¿Aún no quieres dormir? - preguntó Cirse quien la vio salir
- Todo es tan hermoso... tengo miedo de dormir y que al despertar sólo sea un sueño... -
- Ya veo... ¿Has pasado por situaciones muy duras verdad?...-
- A veces los momentos tristes te marcan tanto que el sólo hecho de recordarlos logra lastimarte... y buscas aferrarte con todas tus fuerzas a esos pequeños instantes de felicidad para tener esperanzas... como el día en que conocí a Redeye... -
-¿Te refieres a aquella noche cuando eras pequeña? -
- Si... aunque pasaron diez años me esforcé cada día por recordarlo, para no olvidar ningún detalle de él... como su mirada... -
Cirse pudo percibir algo en las palabras de Fressia - Dime muchacha... ¿Qué te trajo hasta aquí?...-
La joven sonrió delicadamente, miró al hada y con seguridad dijo - Amor... podría decir que fue la fuerza del primer amor lo que me trajo hasta aquí...-
- ¿Estas diciendo que sientes amor por el amo? -
- Al principio no podía ponerle nombre a este sentimiento... puedo recordar perfectamente lo que sentí esa noche, el latir fuerte en mi pecho... muchos años pensé si se trataba de gratitud, por lo que hizo por mi, pero luego comprendí que fue amor a primera vista... ahora que volví a verlo puedo asegurarlo...-
- ¿ Por qué lo dices? -
- Por que todo este tiempo estuve enamorada de un recuerdo... Pero ahora que lo tuve cerca sentí que el corazón se me saldría del pecho de los nervios y ansiedad, por que es aún mejor de lo que imaginé... -
- Estoy sin palabras... jamás creí que una humana podría enamorarse de nuestro señor - dijo Cirse con una sonrisa cómplice
- Comprendo que es algo que esta prohibido... para empezar ni siquiera debería estar aquí pero Redeye fue muy generoso al dejarme quedar...-
- El amo es muy noble, no importa si nos pide algo que este fuera de las leyes, confiamos en que sus decisiones son correctas -
- Gracias por escucharme Cirse, aunque sé que mi amor es imposible por lo menos quería poder decírselo a alguien... -
- No te preocupes pequeña prometo guardar el secreto - dijo mientras ponía su mano en el hombro de la joven
- Confieso que esperaba verlo antes de dormir - sonrió la muchacha
- Ah pero si es eso podrás hacerlo, el amo siempre viene a dar una vuelta antes de que todos duerman para controlar que todo este bien, mira ahí está él -
En ese preciso momento Redeye llegó a la Villa, fijó su mirada en Fressia y caminó hacia ella - Esperaba que estuvieses dormida...- dijo mientras se acercaba
- Buenas noches señor, Fressia aún no tenía sueño así que estábamos pasando un momento agradable - comentó Cirse
- Entiendo... todo esto es nuevo para ti...-
- Si... todo es maravilloso - respondió la joven ya nerviosa ante la presencia de Redeye
- Ya que aún no quieres dormir ¿Puedes venir conmigo?... me gustaría que hablemos...-
- S-si - respondió sorprendida la muchacha y lo siguió
- No te preocupes Fressia nuestro hogar estará abierto así que vuelve tranquila - dijo Cirse mientras veía como ambos se dirigían al exterior.
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Editado: 07.11.2019