Bajo La Luz Del Sol

UNA REALIDAD QUE ASUSTA

Tremendamente desconcertado, Heder pone sus manos en la cabeza, diciendo:

— ¿Qué se hizo? El policía estaba aquí con nosotros en nuestras espaldas.

Jan se sonríe un poco, y le expresa a Heder:

— Nos acaba de ayudar un ángel.

— ¿Cómo?

— Si, un ángel nos ayudó.

— Pero si se vía como una persona normal.

— Ellos pueden tomar forma humana.

— Ah... debemos irnos antes de que se den cuenta que nos escapamos.

— ¿Qué vas hacer?

— Voy a llegar a mi casa. Y hare las maletas para irme de este pueblo, después vendré cuando se calmen las cosas. Para que me lleves a donde tú te congregas.

— Ve con Dios.

— Lo mismo te digo, nunca voy a olvidar que me hiciste conocer los caminos de Dios.

— ¿Y porque no te quedas en el pueblo?

— Porque cuando toda esta gente se dé cuenta que nos escapamos, nos van a buscar hasta debajo de las piedras.

— Yo siento que no, pero si esa es tu decisión...

Heder y Jan se abrazan, y luego se despiden, y cada uno coge por su camino a esas horas de la noche...

2:34 am, Jan lleva mucho tiempo caminando por la vía principal. Y no deja de orarle a Dios en voz baja. Cuando ve desde lejos a varios hombres en una esquina, y se detiene, y dice:

— No es bueno pasar por ahí...

Jan sale de la carretera y se esconde en un callejón, y mira hacia ese lugar, y dice:

— Justo ahora que estoy cerca de donde deje la camioneta...

Jan se pone a orar para que se retiren esas personas en ese lugar, y dura veinticinco minutos en ese callejón. Cuando los hombres que estaban en ese sector, se van...

En ese momento, Jan pasa corriendo por ese lugar, y luego de varios minutos llega a la alcaldía del pueblo y ve la camioneta, y dice:

— Qué bueno, no se la llevaron.

Jan mira la alcaldía y se acuerda de Marchal, y se acuerda también de como lo sacaron de ese lugar. Y abre la puerta de la camioneta, y se sube...

Con un gran cansancio, Jan mete las llaves y trata de encender la camioneta. Cuando recuesta su rostro en el manubrio y se queda dormido...

5:45 am, Jan se despierta de poco, y comienza a mirar que está en el mismo lugar, y dice:

— Pero si estoy en la alcaldía... ah, me quede dormido por el cansancio de la caminata.

De inmediato, Jan enciende la camioneta, y se va rápidamente de ese lugar...

Minutos después, Jan esta apunto de llegar a su casa. Cuando repentinamente se le cruza en el camino una vaca.

Jan frena la camioneta en seco. Quedando a unos centímetros de atropellar al animal...

Jan se queda mirando a la vaca, y dice:

— Estuvo cerca... ¿pero de donde salió esta vaca?

Al ver que la vaca no se quería mover para ningún lado, Jan se baja de la camioneta y trata de empujar la vaca, pero esta mueve su cola, pero sigue en la carretera.

Jan se sonríe un poco, y dice:

— Que grande estas, parece que no quieres moverte de aquí de ninguna manera...

Jan se sube otra vez a su vehículo, y retrocede un poco, y luego pasa por un lado de la vaca, y dice:

— Gracias a Dios que no llegue a lastimar a ese animal.

En ese momento, Jan llega a su casa y se baja rápidamente de la camioneta, y corre a su casa. Cuando se percata que la puerta medio abierta, y dice:

— Que extraño.

Jan entra a la casa, diciendo:

— ¡Papá! ¡Mamá!... ¡Theo!

Jan busca en las habitaciones en los dos pisos de la casa, y no encuentra a nadie, y dice:

— Debe ser que me están buscando.

De inmediato, Jan sale de la casa y va a la casa de los vecinos de al lado, y les dice lo que está sucediendo con su familia, pero estos no saben nada de Isabella, Blick y Theo.

Como los vecinos del lado derecho no le dijeron nada, Jan va hacia el otro lado. Donde sus vecinos son una pareja de veteranos, pero estos tan poco saben dónde está la familia, y le cierran la puerta a Jan.

En ese momento, Sara despide a Oscar de besos. Cuando Jan los ve, y espera a que Oscar se vaya en su vehículo, y luego pasa la calle y toca la puerta de la vecina, quien abre rápidamente, diciendo:

— ¿Se te olvido algo?

— No vecina, soy yo.

— Ah, eres tú.

— Si.

— ¿Qué quieres Jan?

— Venía a preguntarle. ¿Si por si acaso usted o su esposo ha visto a mi familia?

— No, y no los importa lo que suceda o hagas tú y tu familia.

— Sara, solo te preguntaba.

— No vuelvas a esta casa, los enemigos del alcalde Marchal, son nuestros enemigos.

— ¿Pero qué estás diciendo?

En seguida, Sara cierra su puerta. Cuando Jan se queda pensando en lo que dijo Sara, y dice:

— ¿Sera que Marchal también vino acá y se llevó a mi familia?... no, eso es imposible, él no sabe a donde vivimos... tengo que contactarme con Luz y Dayana, ellas tienen que saber algo.

De inmediato, Jan pasa la calle y entra a su casa, y coge el teléfono fijo le marca a Luz, pero esta no contesta, y le vuelve a marcar...

Al ver que luz no responde, le marca a Dayana, y cuando esta responde, le dice:

— Hola hermana Dayana.

— Hola, con quien hablo.

— Habla con Jan, el hijo de Isabella.

— Ah, hola hijo, ¿cómo te va?

— Estoy buscando a mis padres, por casualidad, ¿usted sabe de ellos?

— No, tengo días que no los veo, tan poco a Luz, y a otros más.

— Ya veo.

— Quizás esto puede ser algo referente a lo que le paso a la Iglesia.

— ¿Cómo así? ¿Qué le paso a la Iglesia?

— Unos funcionarios de la alcaldía la cerraron.

— ¿Qué?

— Si, el alcalde Marchal hizo cerrar nuestra Iglesia.

Jan cuelga el teléfono, y dice:

— Esto comprueba que este hombre secuestro al pastor y posiblemente a mi familia... ¿qué debo de hacer?

Mountain Village Police, el director y todos los policías están aterrados al ver que Jan y Heder no están en su celda, y revisan las cámaras de todo el lugar, y no ven nada...



#7192 en Otros

En el texto hay: espiritual, salvacion, concejos y otros

Editado: 09.02.2024

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