Condominio Riverside, muy molesto por lo ocurrido con su estatua, Marchal camina de un lado para el otro en su habitación, y suspira a cada instante por su estatua. Haciendo que Idalia se despierte, y le expresa a su esposo:
— Si no te tranquilizas un poco, te vas a enfermar.
— Mejor duérmete, ahora no quiero escucharte.
Idalia se levanta rápidamente de la cama, y abraza por la espalda a Marchal, diciéndole:
— No te pongas bravo conmigo, ya verás que Arthur y Bryan van arreglar la estatua y va a quedar mejor que como estaba antes.
— ¿Tú crees?
— Por supuesto, con el alcalde Marchal nadie puede.
— Gracias amor.
— Puedes posponer el concierto unos días más, hasta que se vuelva a poner la estatua.
— Está bien, está bien, voy a esperar con eso... pero con lo que no voy a esperar tanto, es con tener atrapado a ese que se atrevió a estrellar mi obra de arte, lo voy a sacar de donde este escondido...
En casa de Zans, cuatro patrullas de policía llegan a ese lugar. Cuando Zans abre la puerta, y les dice a los policías con voz baja:
— El sujeto está en mi habitación.
De inmediato, todos los policías sacan su pistola y entran a la casa...
Los policías entran lentamente a la sala de la casa, y le preguntan a Zans:
— ¿En qué habitación esta?
— La primera del segundo piso. No se olviden de la recompensa.
En seguida, los policías suben al segundo piso y rodean la habitación primera, y con una gran patada, abren la puerta, pero no encuentran a nadie en la habitación, y le dicen a Zans:
— Nosotros no estamos para juegos pesadas.
— ¿Acaso no ven esa ventana abierta? ¡Rápido! Se les escapa...
De inmediato, los policías salen corriendo de la habitación y de la casa de Zans, y buscan a Jan por los al rededores.
Zans se asoma por la ventana la habitación, y dice:
— Tuvo que haberse ido hace mucho tiempo... que rabia, perdí mi recompensa.
En ese instante, Jan corre por la carretera. Y después de ver pasar varios carros, se pasa la carretera y entra al bosque. Y se interna en lo más profundo...
Jan para de correr y descansa recostándose en un árbol muy grande, y dice:
— ¡Dios! Dame fuerzas.
En seguida, Jan se sienta y mira en su alrededor, y ve desde lejos un árbol caído, y dice:
— Si, eso me va a servir mucho para cubrirme, pero necesitare buscar bastantes ramas para protegerme del clima.
Jan se levanta y va a donde está el gran árbol, y mientras camina dice:
— ¿Qué haría yo, si no te tuviera Dios? ¿En dónde estaría mi alma? Me protegiste de los impíos, me das sabiduría y fuerzas parta seguir adelante. Pues yo me esforzare más, seré más valiente porque solo los que te temen, tendrán la victoria al final... Yo todavía no he acabado señor, esto es una parada y seguiré buscando almas para ti...
Jan se acuerda de Rouss y de Heder, y se sonríe, y dice:
— Almas como Heder y Rouss.
Jan llega al árbol caído y lo toca, y luego comprueba que esta duro. Haciendo mucha fuerza hacia abajo. Para ver si esta fuerte, y dice:
— ¡Va a resistir! ¡Pasare la noche aquí!... bueno, voy a provechar que esta temprano para explorar el lugar, y ver que encuentro...
En seguida, Jan comienza a encontrar muchas ramas, y recoge cuatro de ellas y las lleva a donde está el árbol caído, y vuelve a buscar más ramas.
Horas después, Jan logra hacer un refugio para protegerse si cae nieve. Y se mete en ese lugar, pero con mucha hambre.
Jan se acuesta en una cama de ramas que hizo, y se acuerda de su familia. Cuando se levanta y se sienta, y dice:
— Voy a necesitar más ramas.
Jan sale de su refugio improvisado y camina hacia en lugar donde encontró las ramas. Cuando empieza a nevar. Y mira el cielo y comienza hablar con Dios, diciendo:
— Jehová Dios, tú tienes el control de mi vida, por favor, detén la caída de nieve, hasta que pueda asegurar el refugio y la salida de este bosque, oh Dios, cúbreme debajo de tus alas. Tu eres mi escudo y mi fortaleza.
En ese momento, la nieve se detiene y permite que Jan le ponga más ramas al refugio...
Jan entra de nuevo al refugio y se sienta, y comienza a cantar:
— Necesito aprender un poco aquí, necesito aprender un poco ahí, necesito aprender más de Dios, porque él es quien cuida de mí, si una puerta se cierra aquí, otra puerta se abre ahí, necesito aprender más de Dios, porque él es que cuida de mí, Dios cuida de mi... Dios cuida de mí, bajo la sombra de sus alas, Dios cuida de mí, yo amo su casa, y no ando solo, no estoy solo, porque sé que Dios cuida de mí, Dios cuida de mí, bajo la sombra de sus alas, Dios cuida de mí, yo amo su casa, y no ando solo, no estoy solo porque, Dios cuida de mi... en mi vida no hay dirección, tomare una decisión, yo sé que existe alguien que me ama, mi mano el sostendrá, si una puerta se cierra aquí, otra puerta se abre ahí, necesito aprender más de Dios, porque él es quien cuida de mí. Dios cuida de mi... Dios cuida de mí, bajo la sombra de sus alas, Dios cuida de mí, yo amo su casa y no ando solo, no estoy solo porque, Dios cuida de mí, Dios cuida de mí, bajo la sombra de sus alas, Dios cuida de mí, yo amo su casa, y no ando solo, no estoy solo porque, Dios cuida de mi...
Repentinamente, Jan se acuesta en la cama de ramas y se queda dormido profundamente...
En el taller de Arthur y Bryan, el alcalde llega a ese lugar con bastantes trabajadores, los cuales traen la estatua partida en dos camiones...
Arthur está atendiendo una llamada telefónica alejados de todos. Cuando Marchal entra al taller, y saluda a Bryan, quien le dice:
— Muy buenas señor alcalde, no se preocupe, esta estatua va a quedar como nueva.
— Confió en ustedes...