★ Bajo tus estrellas ★
★ Capítulo 5★
CHARLOTTE
No estaba bien.
Me repetía eso constantemente desde que deje de correr.
Huir.
Estaba tapando mi boca, con mi mano derecha. Mi respiración era un desastre, entrecortada y pesada. Pero él ya estaba buscándome en los alrededores de la cancha.
Estaba a distancia intermedia, no estaba ni muy lejos pero tampoco muy cerca de mí. Estaba de espaldas contra el árbol de Bálsamo. Este árbol ha estado por mucho tiempo en nuestra institución, es muy viejo pero aun así sigue floreciendo y lanzando hermosos pétalos de color a su alrededor.
Un recuerdo vino a mi mente, probablemente uno de los mejores que he vivido dentro del Instituto y en contacto con la "naturaleza".
Cuando tenía 13 años, justo estaba sentada sobre mis piernas cruzadas debajo de este árbol.
Recuerdo todo a la perfección.
Estaba sentada, atentamente mirando al claro de sus ojos con una sonrisa...Una boba pero probablemente linda sonrisa.
Esa persona me había pedido que durante nuestro segundo receso, (del día de clases en ese entonces), fuera justo debajo de ese árbol.
Aún no sabía por qué quería que hiciera eso, ni qué era lo importante que iba a decirme pero acepté a ir.
Recuerdo todas las emociones, que sentía mientras ya se acercaba el segundo receso.
No sé si les pasa, no importa la situación pero los nervios reaccionan de diferentes maneras en cada uno de nosotros, y yo no soy excepción de sufrir de nervios. Cuando tengo nervios me pasa lo siguiente:
Me duele el estómago, se sienten mariposas dentro de mí. Unas mariposas gigantes. Me da la mala costumbre de llevar los dedos a mi boca, para comerme mis pobres uñas. Como si ellas tuvieran la culpa.
Comienzo por sudar, no importa el tipo de clima, los nervios hacen que mi organismo expulsa sudor. O pasa una de cualquier de estas 3 cosas, o las 3 al mismo tiempo.
En fin, los nervios.
Pero volviendo a mi recuerdo...recuerdo haber pensado que iba porque me mataba la curiosidad de saber que era. Tal vez era una broma, o quería pedirme ayuda con algo aunque no sé para qué.
Palabra clave desde ese entonces: Tal vez.
Cuando me estaba acercando a la cancha mis nervios salieron de su volcán. Probablemente pude haberme dado media vuelta, e irme pero...él ya me había visto.
Fue lo único que pensaba mientras me acercaba con una sonrisa forzada en mis labios. Estaba cada vez más cerca de él, él alzó la mano saludándome y como no supe qué hacer así que fui impresora, e hice exactamente lo mismo. Alcé mi mano de la misma manera en la que él lo había hecho.
Ya estaba a una distancia correcta así baje mi mano a mis costados. Lleve ambas manos al interior de mi sudadera.
—Me alegro de que hayas venido, siéntate por favor. —Dijo con una sonrisa reflejándose en esos labios. Él se sentó e hizo un gesto para que me sentará junto a él. Lo hice. Le otorgué, esta vez, una sonrisa genuina y encontré una sutil manera de preguntar:
—¿Y qué pasa? —le dije con los nervios de punta.
Los nervios me traicionaron, de la peor manera. Su rostro se transformó, esa linda y tierna sonrisa se esfumó. Me di cuenta...
—Hey —hice una pausa, y puse cuidadosamente mi mano sobre su hombro—, la curiosidad me invadió. Es todo. —Le dije tratando de animarlo, eso y para aliviar la profunda vergüenza que siento.
Una muy profunda...
Créanme, no sentía nervios.... Uno no tiene nervios con cualquier persona y yo los estaba teniendo con quién yo decía que era "mi crush", o "mi amor platónico" ...en ese entonces no sabía que en un futuro, ahora mi actualidad y presente, él iba a ser mi primera desilusión amorosa.
Y de eso me di cuenta, desde el día en el que estreché su mano como saludo. Tenía 8 años, no fue el primer chico que conocí, pero si fue el primero que hizo perderme en el océano café claro que tenía como ojos. Esos que tanto me encantaban.
Y continúan gustándome. Las cosas como son.
Después de retirarme de mis pensamientos, recuperé mi voz al darme cuenta de que no cambió su expresión, no hablaba y tampoco me miraba. Esos lindos, profundos, hermosos, tiernos ojos claros estaban fijos sobre su regazo. Quité mi mano de su hombro, y la puse sobre mis piernas, sin decir nada o saber que hacer. Simplemente, estaba ahí sin saber nada.
Di un suspiro. Tal vez se daba cuenta que necesitaba que él rompiera este incómodo silencio. Al fin y al cabo, él me había llamado a mí.
Empecé a mirar a mis alrededores y me di cuenta que habían parejas caminando sobre la cancha. Y digo parejas porque no disimulan que no lo son.
En primera, las relaciones de noviazgo no son permitido dentro de las Instalaciones.
¿Entienden a lo que voy? No son permitidas las relaciones de noviazgo lo que significa no andar tomados de las manos, estar a una distancia prudente entre amigos, entre otras restricciones. Pero la prohibida, la más ilegal es:
No estar a solas con otra persona (no importa sexo), en un lugar: Apartado, oscuro o demasiado "estrecho". Y si el lugar cumple las tres características...
Que la suerte esté de tu lado.
Así que, la mayoría prefiere mantener una relación privada: lejos del ojo público. ¿Para qué esconder secretos? No sirve de nada disimular u ocultar, si se sabe que al final todo (absolutamente todo) se termina sabiendo.
Observé que tenía un papel doblado, y estaba jugando nerviosamente con él. Está demasiado doblado...
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Editado: 27.03.2022