★ Bajo tus estrellas ★
★ Capítulo 38 ★
Charlotte
Pasare a explicarles el lugar donde creo que estoy, con lujo de detalle talvez eso me ayude a creer que yo no estoy loca.
Realmente me siento débil aun estando acostada en mi cama.
Reacciona.
Había olvidado la existencia de mi subconsciente, peo su intervención fue necesaria para darme cuenta que no estaba en mi cama, no estaba en mi habitación y...
¡Auch! Ese pellizco en mi brazo dolió, pero no estoy soñando una horrible pesadilla.
Después de ver tantas series, películas y programas de misterio siento que este momento de mi vida va para largo.
Intento levantarme, pero se me es imposible, así que procedo a ver la habitación desde la cama que tiene el ángulo perfecto.
Esta habitación le pertenece a una persona que le gusta la limpieza y el orden, los colores son oscuros y combinan con la habitación, a esta persona le gusta mucho la Tecnología y videojuegos, la habitación tiene en el aire un aroma de loción masculina y por último... esta persona le gusta hacer ejercicio y el futbol.
Puedo tener la certeza de que esta persona no me hará daño...
Observo a mi derecha y está la mesa de noche, una lampara y... ¿un retrato?
Intento tomarlo, pero me siento tan inútil al sentirme débil y justo cuando por fin creo que lo tengo, la luz del exterior abre paso frente a mis ojos haciéndome caer torpemente.
Sentí como mi cabeza golpeo contra el piso, y como la sombra de una persona se estaba acercando a mí.
- Dos golpes en la cabeza en un mismo día ¿eh? -Dijo levantándome.
- ¿Qué paso? ¿Dónde estoy? ¿Quién eres? - Tenia tantas preguntas y mucho miedo.
- Abre los ojos primero.
Cierto, los tenía cerrados. Que tonta me siento.
Si. Contesto mi subconsciente.
- Ahora sí, ¿Qué paso?
- Te desmayaste a mitad de la carrera. -Dijo Rodrigo.
- ¿En serio? No sé por qué.
Su rostro cambio totalmente.
- Te dije que antes de la carrera comieras o bebieras algo y esta es la consecuencia. -No estaba molesto, eso lo pude notar... estaba histérico o preocupado.
- No tenía hambre. -Eso es verdad, sin embargo, si tenía que haber comido ya que en el almuerzo había comido poco.
- Agradece que mi padre no está, si no sé qué hubiera pensado de mi al traer una chica inconsciente a mi recamara.
- Yo tampoco sé que hubiera pensado. Pero si yo fuera tu padre hubiera pensado que asesinaste a esa chica inconsciente e ibas a esconder el cadáver en tu recamara.
- Eso suena oscuro, pero viniendo de ti es tierno. -Rio.
Una chica inconsciente a mi recamara... Esas palabras vinieron a mi mente mientras el reía, yo estaba inconsciente y el me trajo a su recamara y si...
El miedo suele ser nuestro motor en algunas ocasiones, y esta fue una.
De donde sea que vino la fuerza para moverme y levantarme de la cama, la aproveche y una vez de pie el paro de reír y pregunto:
- Oh, ¿ya estás bien? -Y no se si fingió preocupación o alivio mientras dijo eso.
- Aléjate de mí. -Dije. Note que mi ropa no tenía nada inusual excepto por una cosa...
- ¿Dónde está mi celular?
Hasta el celular paso a ser parte de mis prendas de vestir, hoy en día es indispensable... no me culpen.
- Lo puse a cargar, porque en el trayecto se descargó así que-
- Quiero que me lo des, ya. -Realmente me desconcierta su actitud.
- Tranquila, todo-
- Solo dámelo. -Esta vez, si admito que grite.
Ya no es, solo levantar la voz... hasta en levantar la voz y gritar hay diferencia y entre Rodrigo y yo siempre habrá muchas.
- Oye, tengo una ligera sospecha de que es lo que puedes estar pensando y déjame decirte que estas malinterpretando las cosas tu-
- Eres de lo peor, no mereces ni siquiera vivir, desearía simplemente que en mi vida jamás hubieras existido.
Realmente estaba furiosa, sabía qué clase de chico es y hacerme esto a mi es de lo peor.
- Perdona si lo único que hice fue ayudarte, si por mi fuera te hubiera dejado tirada en la calle y no hubiera tenido todo este tiempo preocupación por tu salud.
Salió enojado de la habitación, y a los segundos escuché un portazo.
Con la poca fuerza que volvió a mi mientras me sentía débil, baje las escaleras y para mi sorpresa estaba el hermano de Rodrigo.
No es cierto, era Fernando.
No lo conozco solamente se dé su nombre y de su existencia en el Instituto.
Saludo con la mano y yo solamente sonreí preguntándome ¿Qué rayos hago ahora?
- Supongo que tienes hambre. -Dijo y cuando voltee a verlo estaba señalando un plato frente a él.
Me acerqué y vi el plato, era una ensalada.
Eso es a lo que me veo obligada a comer después de mis rutinas de ejercicios.
- Rodrigo lo preparo, mientras descansabas.
No quise responder nada a eso.
- Puedo preguntarte algo...
Asentí.
- ¿Tu nombre es Charlotte?
- Si. -Dije.
- Y ¿ya te habías desmayado antes?
- No. - Volví a decir.
- Espero que después de comer te sientas mejor. - Dijo.
- Ya vengo. - Dije, y subí a la habitación donde me encontraba. Cuando vi mi celular, entre a Instagram e intenté buscar el nombre de usuario de Rodrigo, pero no me costó ya que él siempre era el primero en comentar en mis anteriores publicaciones.
Le envié como mensaje un "H" que a eso ya lo tengo como un hola abreviado.
Guarde el silencio sepulcral posible con tal de oír algún sonido de nueva notificación de alguna habitación.
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Editado: 27.03.2022