★ Bajo tus estrellas ★
★ Capítulo 76★
Charlotte
—A mi —comienza— aún se me hace muy difícil hablar de la muerte de mis padres —me separo de sus brazos para poder apreciar su rostro—, pero cuando te grabé ese mensaje de voz estaba a solas. Esa es la única manera en la que a mi mismo me permito aceptar que había sucedido eso.
—¿Quieres que continúe escuchando el mensaje de voz?
Asiente.
—No quiero que sigamos juntos —hace una pausa, mientras limpia sus lágrimas lo cual considero que es inútil porque por cada lágrima que limpia y desaparece de su rostro otras tres amenazan con salir—, sin que tú sepas la verdad. Necesitas entender porque hice lo que hice.
Podía sentir mi corazón romperse en sus primeras palabras, pero definitivamente está muy frágil porque no se cual sea la razón por la que decidió alejarse de mí.
Es decir, no tengo ninguna expectativa.
Y aunque la tuviera, dudo mucho que esta sea <<cercana>> a la realidad.
Vuelvo a tomar mi posición anterior, y presione <<Reproducir>>.
...me alejé de ti porque no soporte la idea de perderte igual como perdí a mis padres. Uno después del otro.
La idea de soportar el mismo dolor que sin querer, mi papá me transmitió a mi cuando perdimos a mamá... me consumió rápidamente.
Cuando te conocí, ese día no pude dormir. Y lamentablemente no solo fue por tu belleza.
Hubo un motivo más.
¿Recuerdas cuando nos fuimos a jugar a tu jardín? Ese día, encontramos la manera de subir al árbol y entrar en mi habitación desde una de las ramas. Y después, encontramos la rama que nos ayudó a ir a la ventana de tu habitación —sonrió al recordar que esa es la razón por la que muchas noches hicimos pijamadas a escondidas de nuestros padres. Eran noches inocentes, él volvía a su habitación después de haber cruzado el árbol—, yo lo recuerdo a la perfección.
<<Yo también>>. Escucho una pausa, y vuelve a continuar: Nuestros padres también se agradaron. Y creo que más de la cuenta —no creo estar lista para saber como terminará esto, es decir, ¿a que se refiere cuando dijo <<más de la cuenta>>—. Cuando mi mama se fue de la casa, dejando un par de prendas y zapatos en su recamara y la nota en el refrigerador de:
<<Necesito tiempo para despejar mi mente, y no lo puedo hacer estando aquí. Antes que esposos, también somos padres. Así que encárgate de Joshua y hasta que yo vuelva hablaremos tranquilos. Por favor, no intentes contactarme.
—Josephine>>.
...fue lo peor. Mamá fue una egoísta, nos abandonó y no volvió después de haber leído esa nota. Muchas noches, espere a que ella entrara por la puerta a desearme "Buenas Noches" y jamás pasó.
Observe a mi padre hundirse en el dolor, y no me refiero a hundirse en el alcohol. O hundirse en el trabajo, creando un aire frío con los demás a su alrededor. Y tampoco me refiero a que decidió lo más fácil: huir de esta vida.
El decidió manejar ese día al trabajo, sabiendo que no estaba en condiciones seguras de hacerlo. Se lo dije, pero su terquedad fue algo que me heredo —eso es cierto—. Tuvo un accidente de auto —es la segunda ocasión en la que escucho "accidente de auto" lo que me hace recordar a Abigail. La tumba cercana a la que mis padres visitaban cada noche. La única tumba que no tenía flores, y la que solo estaba a un nombre. Sin apellido—, y quedó en condiciones críticas porque perdió mucha sangre.
Mientras buscaban un donador, lo único que no paraba de pensar era en la mama. En los momentos que más la necesitaba ella no estaba cerca, y cuando no la necesitaba... tampoco.
Me quedé en casa, porque mi familia no me dejó visitarlo en esas condiciones hasta que "estuviera mejor". Como si mi papá sólo hubiera necesitado estar bien físicamente. El necesitaba estar bien emocionalmente.
Y como lo extrañaba mucho, me senté en uno de los rincones <<de castigo>> en su oficina. En el despacho de la casa. En eso observé un lapicero en el suelo.
Lo que me pareció muy extraño, porque a pesar de que papá perdiera la memoria jamás dejaría algo en el suelo. Lo fui a levantar, y al momento de colocarlo en donde correspondía encontré una carta.
Más bien, un intento de ella porque jamás fue terminada. Y no entraré mucho en contexto en ella (la carta), pero papá planeaba enviársela... a mi mamá.
Lo que siempre quedará en mi, como una especie de remordimiento, será sobre lo que papá derramó lágrimas: <<No importa cuantas veces me engañes, o con cuantos hombres has estado mientras estábamos casados... un amor incondicional y cariño sincero jamás lo volverás a encontrar. Y piensa muy bien en las disculpas para nuestro hijo, dudo mucho que entienda cómo pudiste engañarme y destruirnos>>.
Esto será difícil de creer, pero mi papá se quedó con la idea de que el hombre con el que mi mama lo engañaba era tu papá.
Presiono <<pausa>>, mientras el estado de shock se reproduce en la expresión de mi rostro mientras decía: —¿Que? ¿Te estás dando cuenta? —pregunto desconcertada—, dijiste que te asustaba la idea de que me perdieras.
—Y lo mantengo —me dice.
—¿Y esto? —digo, refiriéndome al celular—, ¿acaso le estas escuchando la culpa a mi papá de que los tuyos terminarán? ¿Me lo estás echando en cara? —he visto mi rostro cuando estoy furiosa, y no es nada agradable. Pero jamás llegó al punto de gritar.
No esta vez.
—Charlotte, faltan 45 segundos. Por favor, escucha —la súplica en su mirada era fuerte. Y siempre me dije a mí misma, desde los 13 años de edad (desde que él se alejó) que iba a seguir mis instintos.
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Editado: 27.03.2022