Me tome todo el jodido Vodka que tenía mi vaso, salí de esa esquina dispuesto a olvidar lo anteriormente ocurrido, esto era un festival, aquí la gente se divierte cantando y bailando.
Volví a bajar a el escenario, un cantante algo famoso entonaba una canción muy alegre y seguí el ritmo dejando llevar mi cuerpo al compás de la musica, despues de un rato estaba en el centro de un grupo de personas, en su mayoría eran adolescentes, las mujeres vestidas de manera vulgar intentaban llamar mi atención, nunca me gusto que se mostraran asi para atrapar a un hombre.
Soy un empresario de 28 años, soltero, no pasara nada si bailó con una de estas jóvenes, prácticamente son mayores de edad, entonces no tendría ningún problema. Una mulata de cabello rizado logro capturar mi atención, podía resaltar por su estatura la cual estaba arriba de el promedio para una mujer.
Tuvimos leves coqueteos hasta que decidimos acortar distancia y bailar el uno con el otro. Esto se sentía tan bien, era una buena manera de liberar todo lo que tenía adentro, la chica comenzó a bailar de una manera sensual hasta llegar a algo subido de tono, mis instintos masculinos estaban reaccionando, recibí un pequeño beso en la comisura de mis labios, la chica sabía a alcohol era mas que seguro que ella estaba bajo los efectos de este. Susurro a mi oído que quería ir a un lugar algo apartado para después tomar mi mano y sacarme de entre la multitud.
Estuve a nada de ir con la chica y cometer una tontería de no ser porque una mano se puso en mi hombro. Me detuve, dirigí mi mirada hacía mi hombro y después a la persona, era Marian tenía el maquillaje corrido y se podía ver bastante mal.
- Ayúdame - Fue todo lo que pudo decir antes de soltarse a llorar. La otra chica me seguía jalando para que nos fuéramos, quería hacerlo juro que tenía ganas de pasar un buen rato, pero mi corazón decía que tenía que ayudar a Marian, entonces me solté de esa mujer dejándola sola.
Marian se agarró fuerte de mi brazo, miraba a todos lados con miedo, podía percibir que también había tomado algo pero aun asi no sabía exactamente que era lo que tenía, nos alejamos de los escenarios para que pudiera escucharla.
- ¿Esta todo bien? -
- No me dejes, quedate conmigo -
- ¿Cuanto tomaste Marian? -
- Todavia se que es lo que pasa -
- Deja de llorar, atraes la atención de la gente -
Me queda en claro que no soy bueno con las palabras, despues de decirle eso se puso mucho peor, sentí como sus brazos me rodearon, ella busco refugio en mi pecho, no era momento para alejarla, solo correspondi su agarre, dejando que soltara todo su llanto. - Sentí sus sucias miradas - susurro con la voz quebrada
- ¿Que quieres decir? -
- Riccardo aprovecho que no estoy en todos mis sentidos, me dejo ver como una presa fácil frente a todos esos hombres, comenzaron a tocarme, me dejo a mi suerte mientras el estaba hablando con otras mujeres -
Sentí mi sangre caliente de lo enojado que estaba, la palabra idiota se queda corto con lo que es el, tenia ganas de golpearlo ¿Acaso no le enseñaron el respeto?. Marian apretaba cada vez mas su agarre, lo cual se estaba volviendo algo incómodo, mi cuerpo aun estaba bajo los efectos de aquellos bailes de la mulata, solo trataba de respirar lo mas profundo que podia y tranquilizar mi cuerpo.
- ¿Quieres salir de aquí? -
- Llegamos en su carro, no tengo como ir a casa -
- Busquemos a Jasón -
Subimos hasta la terraza y ahí estaba Jasón con mi hermano igual que cuando me fuí, se dio cuenta de como llego su tía y corrió a su lado para darle consuelo. Aproveche para hablar con Jimmy sobre la situación y buscar una solución.
- ¿Que te sorprende? Riccardo siempre fue asi -
- No tiene derecho a tratarla de esa manera -
- Llévala a su casa, yo me encargare de los otros idiotas, me quedare para cuidarlos -
- ¿Estas seguro? -
- Se el héroe de esa niña, vete de aquí antes que cambie de opinión -
Nos levantamos de la mesa y me acerqué a Marian, pude ver que estaba un poco mas tranquila, pero aun tenia algo de tristeza en la mirada. - Vamos, te llevaré a casa - ella solo asintió con la cabeza, pero estaba olvidando un pequeño detalle, Jasón también tendría que venir con nosotros fue algo estúpido que lo olvidara. Pero mi hermano ya tenia algo en mente y lo aplico justo en el momento correcto.
- Jasón, ¿Sabes donde vive Riccardo? -
- Claro, su departamento no esta muy lejos
- Perfecto, te quedaras conmigo para que me indiques donde es -
- Pero tengo que ir con mi tía -
-Benyamín la llevara, estará bien eso te lo aseguro -
Después de una larga noche salimos de ese estúpido festival, deje que Marian tomara mi brazo para que tuviera estabilidad, caminamos hasta el estacionamiento, le ayude a subír a el carro y solo en ese momento su cara cambio a total tranquilidad. Como hombre no tengo idea de que es estar en una situación asi, pero estoy seguro que no es nada lindo.
Elegí una estación de radio con música tranquila. Después de unos minutos se quedo profundamente dormida, supongo que estaría cansada asi que no queria molestarla. Cuando llegamos a su casa trate de despertarla, pero no lo logre, asi que recorde un pequeño truco que funcionaba perfectamente.
Aparte un mechón de su pelo y lo introduci en su oído causando que se despertara inmediatamente, claro que esto le molesto pero ahora ella podría entrar a su casa y descansar.
-Estamos afuera de tu casa-
-¿Podrías acompañarme? No me estoy sintiendo muy bien-
Salí de el auto para abrirle la puerta, la tome de el brazo y volvió a abrazarme, la sujeté dejando que se apoyara en mi y caminamos a una puerta de servicio que esta por la parte de atras, pense que eso sería todo y ahora me tendría que ir, pero cuando puso un pie en el primer escalón se doblo el tobillo, asi que regrese corriendo a ayudarla.
Me indico como llegar a su habitación, estaba en el fondo de el pasillo, asi que la levante en mis brazos y la lleve hasta su recámara. Ella se sentó en su cama y se retiró sus zapatos, ahora ya estaba segura y eso me da tranquilidad, me despedí de ella se levanto y camino en mi dirección a darme un abrazo.