Habla Any Foster
Podía sentir un pequeño tambaleo en mis manos que aumentaba a medida que observaba como aquel chico de ojos azules se aproximaba hacia mí, con su mirada, esa maldita mirada triunfante que lo distingue, las personas alrededor de la entrada no tardaron en notar su prescencia, y no los culpo, era imposible no notar aquel chico, mordí mi labio con nerviosismo y me dispuse a ponerme en pie, no podía permitir que el me viera en ese estado, avancé rápidamente entre la masa de gente que se encontraba bailando en el centro del bar, buscando un baño para perderme y poder pensar mi plan de huida, al llegar abrí la puerta aceleradamente y me desplomé contra la pared, resbalando mis piernas hasta caer al suelo, podía sentir el palpitar acelerado de mi corazón de una forma absurda.
¿Por que estoy así? ¿por qué estoy escondida en un baño? ¿será que soy la única chica anormal en el mundo que hace estas cosas?
¿Por que entró al bar con Sofía de la mano? ¿están saliendo?
De verdad que la rabia que tengo en este momento no ser compara con nada que haya sentido antes, esa maldita es mi archienemiga de toda la vida y no entiendo porque está de la mano de él, con todo lo que sufrí para dejar ir a Ed con ella, para que ahora esté atrapando a Rhett.
Lo sé, se bien que no somos novios, se bien que no soy nadie para él pero... pero...
—¿ Any estás bien? — escucho de pronto la dulce voz de Natalie entrando al baño de chicas quien se acerca cada vez más a mi puerta, me pongo en pie sin contestarle
— No puedo creerlo, la muy perra está con el, pero ¿qué puede esperarse de ella? ya sabíamos que algo se estaba tramando al pasarse de Universidad — escuché a Natalie decir justo cuando una lágrima que intenté impedir que saliera recorrió mi mejilla, recordando aquel día de la graduación, corría por mi habitación buscando el regalo que le tenía a Ed para su traje del baile, mi corazón se movía aceleradamente al sentir que mi sueño con el se cumplía, que ese día el me pediría al fin ser su novia, que delante de todos el tal vez, solo tal vez confesaría sus sentimientos por mi, pero, eso nunca pasó, cinco minutos más tarde el me escribió disculpándose porque iría al baile con Sofia, su "amor platónico" como su mejor amiga acepté tragando mi orgullo, insinuando que no me importaba, que era tonto, eramos solo dos amigos que no tenían con quien ir, pero por dentro la tristeza me estaba matando, haber tomado el valor para aún así ir a la graduación como una de las " rechazadas" y ver cómo los coronaban rey y reina del baile fué lo más duro que pude prescenciar, ver su primer beso frente a todos en el Instituto, su mirada lo decía todo, él estaba feliz ese día, yo era la que estaba mal, yo era la que necesitaba ayuda, la que no podía seguir adelante, la que se tumbó en la cama a llorar por semanas sin ver nada más que sus estados en facebook, en sus vacaciones en el exterior con ella, en esa vida que parecía ser "perfecta" al estar con él, una punzada se acomodó en mi pecho para dar cabida a mis lágrimas recorriendo todo mi rostro.
— ¿Ya viste el cuerpazo que tiene la chica con la que entró Rhett de la mano al bar? — murmuró una chica que entraba al baño
— Si, ¿esa no es la chica nueva? no entiendo, pensé que Rhett tenía novia, esa chica de administración, creo que se llama ¿Amanda?
—Any— gimió Natalie fastidiada — y es mi mejor amiga, dejen de andar de chismosas que no les conviene y salganse de aquí— gritó en un gemido que me hizo entrar en razón
Me sequé las lágrimas a como pude y salí, haciendo notar mi rostro a las dos chicas quienes me miraban perplejas.
— ¡Dis!, ¡disculpa! — gritaron al unísono y salieron con prisa
Me acerqué al espejo para notar mi maquillaje corrido, me enjuagué el rostro mientras veía el agua recorrer el tinte negro que salía de mis dedos
Natalie sonrió con malicia
— ¿Sabes cuál es la mejor venganza? — preguntó mientras sacaba su bolsa de maquillaje— ponerte rica y bailar pegadita con un desconocido para que la sangre le arda en celos — y efectivamente me miré al espejo y suspiré — tienes razón, es la hora de actuar
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Habla Rhett
Las olas llegan a la orilla del mar, generando un suave baile de espuma que apenas y roza los pies de una mujer, ella tiene un cabello largo y ondulado, el cual se mueve con la brisa del viento, a su lado un pequeño niño con varios juguetes intenta formar un castillo de arena, mientras ella lo mira con amor, al darme la vuelta veo a alguien llamándolos pero no puedo distinguir quien es, aquella mujer al notar su prescencia, se pone de pie con emoción, en su rostro se forma una sonrisa, la cual fué agrandándose cada vez más al ver quien la llamaba, corrieron hacia el hombre, no podía distinguir su rostro, solo podía ver su traje fino azul quien no dudó en ensuciarlo arrodillándose para abrazar aquel pequeño, ¿quién era el?