Mi madre me mandó castigada a mi habitación, me pasé encerrada como 2 horas sin hacer nada y escuché una conversación entre ellas.
-Bea me voy a ir a hacer unos recados, cuida a Lixy- dijo mamá-
-De acuerdo- contestó Bea-.
En ese momento escuché abrirse la puerta principal, se supone que mamá ya se había ido. Decidí salir de mi habitación a tener una charla seria con mi hermana, bajé hasta la sala y vi a Bea con el móvil en el sofá. Me puse en frente de ella.
-Vale....¿por qué me estás mirando?- preguntó mirándome-.
-Te creer popular por ser lo que eres ¿no?- dije-.
-Lixy...por favor....no empieces- dijo harta-.
Se levantó, pero yo la sujeté del brazo y la volví a sentar al sofá.
-¿Por qué has sido tan grosera con Mónica?- pregunté enfadada-.
-Hermanita.....no me preguntes sobre tu amiga la mocosa- dijo haciéndose la pija-.
-Antes no eras así antes, pero veo que la fama te ha cambiado- dije-.
-Ay por favor, solo lo dices porque no tienes lo que tengo yo, talento y...¿sabes qué? nunca lo tendrás- dijo-.
-Y..¿que te hace pensar que no puedo tener talento?, o es que eres adivina, yo lucho por mi mejor amiga que ella si me entiende y está cuando la necesito- dije-.
-Claro porque entre pringadas os entendéis mejor- dijo riéndose-.
Sentí una gran furia recorrer mi cuerpo.
-Bea, cállate, agotas mi paciencia- dije molesta-.
Ella siguió riéndose.
-¿Ah sí?¿y que me va ha hacer la pequeña Lixy?, por que realmente estoy cagada- dijo aún riéndose más-.
Me harté.
-¿Sabes qué?, ya estoy harta de ti, que te den y no sé como pueden dejarte ser actriz con la actitud que tienes, entérate Bea que tener fama no te hace ser especial y pronto tus fans se darán cuenta de eso y te detestarán por como eres- dije-.
Ella cambió su expresión burlona a una seria.
-No tengo por qué aguantarte, piérdete por la casa y déjame en paz envidiosa- dijo-.
-Tú no me mandas porque no eres mi madre- dije-.
-Oye...¿por qué me estás tocando las narices?- preguntó-.
-Por lo que le hiciste a Mónica, ella te admiraba y se fue a su casa entristecida, solo quería un autógrafo tuyo, pero tú le has sido grosera y por suerte ha descubierto quien eres de verdad, UNA GROSERA- contesté-.
Pasó de mí y seguía con su móvil, suspiré y me fui sin antes sacarle el dedo del medio. Antes Bea no era esa clase de persona, ella era bondadosa, tierna y amable, pero ella quiso ser famosa y veo que eso le ha cambiado a mi hermana. Odio a la actual Bea y extraño a la antigua Bea.