Capítulo 37
Evan Zhang.
Me prepararon para trabajar en el negocio familiar y algun dia hacerme cargo de ello. No pensé que eso sucedería tan pronto; pensé que mi padre delegaba su autoridad poco a poco hasta entregarme el total mando del clan como lo había hecho su padre con él.
Pero eso no sucedería para mi ya que mis padres habían muerto y mis hermanas se habían marchado en contra de su voluntad, la única que se marchó en contra de su voluntad fue Lena pero en el caso de Rashel, Mark Lenkov en lugar de echarla del clan del Norte la aceptó como si la información de LeBrun no le importara.
Por lo tanto tendré que hacerme cargo de los negocios familiares tanto legales como los del bajo mundo y quien me acompañara en el camino para asumir el liderazgo del clan será mi abuela. Aunque debido a mi condición debía esperar.
Por primera vez en la historia del clan Zhang una mujer asumirá la regencia por un corto periodo de tiempo. No se trataba de cualquier mujer sino hablábamos de mi abuela Elizabeth Zhang quien en su día fue la esposa del jefe del clan, mi abuelo, y que vio a su hijo asumir dicha posición.
Liderar el clan Zhang era un derecho de sangre que solo me pertenecía a mi y esta regencia solo había sido permitida gracias al respaldo de La Triada, una de las mafias de primer rango.
Confiaba en mi abuela y en su buen juicio para manejar los asuntos del clan en el tiempo que me había ausentado. Cada segundo que duró esta regencia el jefe Zidong Hu vigilo cada paso ya que un paso en falso de mi abuela y él la dejaría a su suerte, esa fue su única condición.
Estos últimos días la actitud de mi abuela me resultó un poco sospechosa así que preste más atención. Por un instante llegué a pensar que todo esta preocupación se debía a como nuestro clan prácticamente estaba en ruinas y era necesario encontrar aliados para apoyar el regreso del clan.
Pero los planes de mi abuela parecía avanzar en otra dirección.
No tenía prisa en volver a los negocios del bajo mundo porque mientras todos pensaran que mi abuela se había hecho cargo de lo poco que quedaba del clan y que tenía la protección del jefe Hu, nadie iba detrás de ella. El momento en que decida reclamar lo que me pertenece todos se llevaran una pequeña gran sorpresa.
No era un secreto que mi abuela tenía planes de viajar para descansar y más tarde me reuniría con ella, eso habíamos planeado hace unos días y estaba de acuerdo con mi abuela. Pero no imaginé que ella tenía otros planes en mente y uno de ellos era abandonar el país en dirección a Italia.
Mi contacto en el aeropuerto confirmó que mi abuela viajaba en un vuelo privado y además había presentado su pasaporte como Elizabeth Qi, el apellido de mi bisabuelo, y no como Elizabeth Zhang. Ella quería cubrir sus huellas para que nadie diera con su paradero y no levantar la sospechas de los demás clanes, en especial con el clan del Sur.
Sabía exactamente a dónde se dirigía mi abuela y que ese territorio le pertenece al clan Vittore.
Solo bastaron un par de horas para organizar y finalizar los últimos detalles antes de dirigirme al aeropuerto. Sería un largo viaje hasta Milán.
— En mi ausencia deberás asegurar la seguridad de la gente del clan Zhang — le di la orden a Xuan — y tu esfuerzo será muy bien recompensado.
En cuanto recibió la orden se limitó a asentir y luego salió de la biblioteca. El jefe Hu nos había proporcionado unos cuantos hombres para asegurar nuestra protección y Xuan se encargaría de mantener el orden en mi ausencia.
Este viaje suponía hacer un ligero cambio de planes y mi regreso a los negocios del bajo mundo antes de lo pensado. Tenía en mente un par de nombres que podrían convertirse en mis aliados y este asunto lo trataría con discreción.
Minutos antes de que despegara el avión le pedí a mi contacto en Italia que enviara todo lo que pudiera encontrar relacionado con el paradero de mi abuela y de Irina. También esa persona se encargaría de preparar mi llegada y el traslado donde me hospedaría, luego encontraría a mi abuela para llevarla a casa.
La información de mi contacto no tardó en llegar gracias a que el avión contaba con su propia red de wifi ya que me permitió hacerme una idea a lo que me enfrentaría una vez que pisara suelo italiano. Podía confiar en la información de Gabriele Giordano ya que poseía fuentes confiables.
Acudí a él porque sabía que nadie miraría en su dirección y en cuanto supo que no había muerto aquella noche me proporcionó su ayuda para que nadie sospechara de mi llegada a Italia.
Aun cuando el contrato que había puesto Adrien LeBrun sobre mi abuela había sido anulado cuando decidió intervenir el jefe Hu y proporcionarle seguridad al clan. Mi abuela aprovechó esta oportunidad para acercarse al territorio del clan Vittore pero eso no me aseguraba que ellos podrían tomar represalias.
También descubrí que mi abuela había ocultado que tenía negocios legales (casa de modas y viñedos); si solamente ella hubiera dicho la verdad que necesitaba verificar que sus negocios marchan bien la hubiera creído pero ella decidió actuar de otra manera al ocultar sus verdaderas intenciones. No solo me utilizó sino que también a un viejo conocido para propiciar un encuentro con Irina Lenkov.
Por las imágenes que había enviado Gabriele ambas habían asistido a una gala benéfica organizada por la familia Salvatore y cuyos invitados eran policías. Mentiría si dijera que ninguna de las dos tenía conocimiento de la presencia de la otra en ese lugar. Mi abuela deseaba ser vista y lo había conseguido por lo cual el clan Vittore y los demás clanes aliados tendrían conocimiento de la presencia de Elizabeth Zhang en su territorio.
Aquel encuentro quizás había sido una pequeña distracción para llevar a cabo sus verdaderas intenciones que posiblemente enfurecieron al jefe Bruno Vittore. Sabía la ubicación exacta de mi abuela pero aun necesitaba leer el archivo que contenía el nombre de Irina.
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Editado: 01.11.2024